Jalisco

EDITORIAL: Hacia un nuevo modelo

Guadalajara necesita un cambio radical en su modelo de transporte público

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAR/2014).- Ni una víctima más por el transporte público, es la demanda, tan justa como urgente, de la sociedad tapatía. La convivencia entre peatones, ciclistas y trasporte en el espacio público es un tema cultural profundo que requiere quizás años de aprendizaje, pero lo que sí podemos hacer desde ahora es pugnar por un transporte más eficiente y seguro que reduzca sustancialmente las probabilidades de accidentes fatales.

Desde hace muchos años Guadalajara requiere un cambio radical en su modelo de transporte público, pero nunca como hoy se habían dado las condiciones para que esto suceda: tenemos una sociedad movilizada y dispuesta a participar en el cambio; contamos con una nueva ley que le otorga al Estado las herramientas jurídicas para avanzar hacia el sistema deseado y existe la voluntad política para hacerlo. La convergencia de estos tres elementos hace que hoy sea posible avanzar.

La responsabilidad de gestionar las políticas públicas de movilidad es de la actual administración estatal, que es quien tiene que aplicar la nueva ley y mantenerse firme ante los embates de los transportistas, cuya capacidad de presión y lobbying ha quedado demostrada a lo largo de los años. Sin embargo, por los últimos acontecimientos los tiempos se acortaron, esto no puede ser más un proyecto a mediano plazo, no se puede esperar más: el cambio tiene que comenzar ya.

Los ciudadanos, por nuestra parte, tenemos mucho que aportar en este proceso: hay que canalizar la indignación provocada por estas muertes, que nunca debieron suceder, hacia la acción. Cada usuario y cada ciudadano podemos convertirnos en vigilantes del transporte público. Denunciar a quienes violen leyes y reglamentos y exigir un mejor servicio será fundamental para que el Estado pueda dar la batalla por la transformación. Pero sobre todo, ser solidarios y pacientes: en momentos previsiblemente difíciles, como paros camioneros o reducción de la capacidad de servicio por retiro de unidades incumplidas, dar aventones y ser respetuosos y tolerantes con sistemas alternativos de movilidad, como motocicletas y bicicletas, hará más fácil el proceso.

Estamos ante un punto de quiebre. De nosotros depende que aprovechemos el momento. Juntos, sociedad y Gobierno, podemos generar el cambio o dejar que la inercia regrese las cosas al mismo punto.


 

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