Jalisco
Detectan irregularidades en autorizaciones en El Bajío
Una de las preocupaciones constantes es la densidad, pues la zona tiene una capacidad máxima de 75 habitantes por hectárea y la Villa prevé más de 600 por hectárea
GUADALAJARA, JALISCO.- De acuerdo con el Parlamento de Colonias, han detectado otras irregularidades en la edificación de la Villa Panamericana en el Bajío, como el permiso provisional del movimiento de tierras, el dictamen de trazos, usos y destinos y la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (
Semades).
En el primer caso, los permisos provisionales se pueden otorgar sólo cuando no hay cambio de uso de suelo, y en El Bajío sí se modifica la vocación del terreno, pues está destinado para recarga de acuíferos y no para uso habitacional, aseguró Alejandro Cárdenas, integrante de la asociación civil.
El dictamen de trazos, usos y destinos tiene fecha del 3 de diciembre, cuando ese mismo día la Semades estaba concluyendo la consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental. “¿Cómo lo emiten si no tenían el dictamen?”, cuestiona Cárdenas, quien consiguió estos documentos recientemente en el Ayuntamiento de Zapopan.
En cuanto a la autorización de impacto ambiental, Alejandro Cárdenas agrega que las condicionantes deberían haberse realizado antes de iniciar las obras, “pues no tienen asegurado el abasto de agua potable, es el punto 13 y no están entregando los permisos de Conagua o el Siapa. A estas alturas ya no se podrán remediar muchos puntos que debían preverse”.
Una de las preocupaciones constantes, tanto de académicos como de organizaciones sociales, es la densidad, pues la zona tiene una capacidad máxima de 75 habitantes por hectárea y la Villa prevé más de 600 por hectárea.
Tanto el Parlamento de Colonias, como Conciencia Cívica, aseguran que impugnarán todos estas autorizaciones.
En el primer caso, los permisos provisionales se pueden otorgar sólo cuando no hay cambio de uso de suelo, y en El Bajío sí se modifica la vocación del terreno, pues está destinado para recarga de acuíferos y no para uso habitacional, aseguró Alejandro Cárdenas, integrante de la asociación civil.
El dictamen de trazos, usos y destinos tiene fecha del 3 de diciembre, cuando ese mismo día la Semades estaba concluyendo la consulta pública de la Manifestación de Impacto Ambiental. “¿Cómo lo emiten si no tenían el dictamen?”, cuestiona Cárdenas, quien consiguió estos documentos recientemente en el Ayuntamiento de Zapopan.
En cuanto a la autorización de impacto ambiental, Alejandro Cárdenas agrega que las condicionantes deberían haberse realizado antes de iniciar las obras, “pues no tienen asegurado el abasto de agua potable, es el punto 13 y no están entregando los permisos de Conagua o el Siapa. A estas alturas ya no se podrán remediar muchos puntos que debían preverse”.
Una de las preocupaciones constantes, tanto de académicos como de organizaciones sociales, es la densidad, pues la zona tiene una capacidad máxima de 75 habitantes por hectárea y la Villa prevé más de 600 por hectárea.
Tanto el Parlamento de Colonias, como Conciencia Cívica, aseguran que impugnarán todos estas autorizaciones.