Jalisco

Capturan a presuntos integrantes del Cártel del Golfo

Uno de los probables sicarios que fueron detenidos podría tener relación con el homicidio de dos militares en el Estado de Tamaulipas

GUADALAJARA, JALISCO.- Tres sujetos que tenían en su haber un rifle de asalto AR-15 un arma calibre .9 milímetros y tres granadas de fragmentación, fueron aprehendidos como resultado de un operativo conjunto entre la Secretaría de Seguridad Pública y el Ejército Mexicano

Luego de haber sido abordados por un comando armado la noche del jueves pasado en el municipio de Mezquitic, personal operativo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) implementó una movilización coordinada con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el citado municipio alteño, lo cual trajo como resultado la aprehensión de tres sujetos que podrían haber tomado participación en el atentado contra las fuerzas del orden.

“Fue resultado de las investigaciones, producto del enfrentamiento que se tuvo hace tres (cuatro) días con personal de la Policía estatal y de la Secretaria de la Defensa Nacional” señaló el subdirector de la Policía del Estado, Fernando Andrade Viscencio.

Gabriel Santiago Bautista, de 25 años, oriundo del Estado de Veracruz; Isaías Francisco Salazar, de 20 (quien fue capturado en posesión de tres granadas de fragmentación M-67); y  Ricardo Cantú Hernández, de 18, residente de Monterrey, Nuevo León (a quien se le encontró un arma de fuego, calibre .9 milímetros con su cargador respectivo al calibre y 14 tiros útiles); fueron detenidos en la movilización policial, tras lo cual declararon a las autoridades ser integrantes de una célula dedicada al crimen organizado.

No obstante, al ser entrevistados por los medios de comunicación el trío negó toda relación con la agrupación armada que se identifica con la última letra del abecedario. Pero uno de ellos, Francisco Salazar, sí manifestó que cuidaba una casa de resguardo en el estado de Zacatecas para miembros de esta organización delictiva.

“Yo cuidaba la casa, que era donde venían y dormían, se bañaban y se iban otra vez, pero conmigo no se relacionaban mucho, por que era nuevo y me tenían desconfianza”, señaló.

Según la versión que proporcionó, su labor hacia con estas personas —a quienes identificó como sicarios— consistía en labores domésticas, tales como cocinar y asear el lugar.

Su detención —dijo— se dio debido a que se asustó con la presencia policial y corrió para ocultarse, aunque él estaba en posesión de las tres granadas incautadas.

“Trataba de huir, después de la balacera (del jueves pasado) yo me eché a correr (…) no sé disparar armas, estaba de mandadero de los demás, en Zacatecas”.

Otro de ellos, Cantú Hernández, se negó rotundamente a hablar ante micrófonos y grabadoras, y solamente manifestó ser de oficio joyero en su estado natal.

“Prefiero no hablar” fue su declaración hacia la prensa.

El trío fue despojado de un rifle AR-15, tres granadas de fragmentación y una pistola .9 milímetros, con su respectivo cargador y 14 tiros útiles.

Los presuntos sicarios fueron trasladados a las instalaciones de la Procuraduría General de la República bajo un fuerte cerco de seguridad; a fin de que un agente del Ministerio Público Federal dé el seguimiento pertinente a su situación jurídica.

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