Jalisco

Autoridades 'tardan' en coordinar programas con indígenas

Estudiante universitario wixárika lamenta que grupos étnicos sean usados como botín político

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2013).- Porque a este punto, la idea de que los indígenas son personas “no civilizadas” con las que no es posible dialogar “es solo un mito que debe romperse”, a la brevedad, las autoridades de los tres niveles gubernamentales se han “tardado” en implementar programas sociales que apoyen a las etnias instaladas en la Entidad.

De acuerdo con Antonio García Mijarez, un miembro de la comunidad Wixárika que estudia en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la coordinación entre ambas partes debe verse desde una visión amplia, y que trascienda a una foto con indígenas del político en turno, o del personaje con aspiraciones durante las campañas políticas.

“Es una realidad: también formamos parte de la sociedad. Y bajo esto es importante que vean cómo se puede platicar. Por otro lado, a los indígenas con los que he trabajado, lo que les he recomendado es organizarse y negociar, pero al final es al gobierno a quien le corresponde (estudiar e implementar) la estrategia para mejorar sus condiciones de vida”.

El bien último de las comunidades que se asientan en Jalisco para trabajar, asegura el experto en etnias, es procurarse una mejor calidad de vida, y es ahí donde la autoridad en turno podría apoyarles con algún programa asistencial.

“Por ejemplo, hace poco hicimos un estudio con vecinos del Cerro del Cuatro, donde los niños indígenas van a la escuela y los papás han podido hacer su casita con esfuerzos, algunos incluso vendiendo papas en el Centro de Guadalajara. Yo no veo mal su objetivo, que es vivir mejor; lo que sí falta es cambiar esa visión de: ‘cuando no me convienen, me estorban, y cuando no, me tomo la foto’”.

Los indígenas que se instalan para comerciar, por ejemplo, los núcleos de varias familias que se dedican a la carpintería y construcción de muebles de casa, “no son un estorbo ni están para molestar”, sostiene García Mijarez. “Buscamos objetivos como cualquier persona, y como no los encontramos en la sierra, por eso es necesario salir”.

Lamenta que la idiosincrasia mexicana siga viendo a los indígenas como motivo de orgullo, pero solo en la teoría y no en la práctica. El gobierno, concluye, simplemente no regula a los núcleos de carpinteros ni les promociona, por lo que las actividades de ambos siempre marchan en sentidos opuestos, lo que propicia la proliferación de actos de corrupción, como los que denunciaron a este medio los propios tarascos, sobre funcionarios de Zapopan que les quitan los muebles, sin justificar su actuar.

La Frase:

“La gente siempre busca el mejor lugar, donde hay trabajo, y en nuestras comunidades desgraciadamente no es posible trabajar de lo que nuestros pueblos saben hacer”

EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA

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