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Zapatero reclama un lugar para España en la redefinición del capitalismo

El Gobierno español ha puesto en marcha toda su capacidad diplomática para ser incluido en la cumbre

Zapatero reclama un lugar para España en la redefinición del capitalismo
MADRID.-  El Gobierno español ha puesto en marcha toda su capacidad diplomática para ser incluido en la cumbre que a mediados de noviembre reunirá a los países más desarrollados y a los emergentes en Washington, en una cita que pretende redefinir el sistema financiero mundial.

La convocatoria oficial de la cumbre, realizada este miércoles por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dejó fuera a España al invitar solamente a los países miembros del llamado G-20, integrado por Rusia y los siete países más desarrollados (G-8) y los emergentes, como Brasil, México y Argentina, entre otros.

Fuentes del Ejecutivo español afirmaron hoy que el Gobierno lleva a cabo gestiones "en todas las direcciones, con todo del mundo y a todos los niveles" para ser incluido en esa reunión, que considera de importancia histórica.

Los contactos no han incluido una conversación del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con Bush, pero si con la Casa Blanca y los equipos de los candidatos a la Presidencia estadounidense Barak Obama y John McCain.

"España tiene razones objetivas" para estar en esa reunión, por el potencial económico, la fortaleza de su sistema financiero y la presencia económica en el mundo, señalaron hoy fuentes del Ejecutivo de Zapatero, que ha hecho de la presencia española en esa cita una gran prioridad y ha puesto un gran empeño personal en ello.

Las fuentes del Gobierno consideraron que un momento como el que se está viviendo requiere "flexibilidad" y considerar que los "directorios" existentes, creados hace años, "se pueden quedar obsoletos".

En la misma dirección se expresó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien dijo que España está legitimada para reclamar su presencia en la cumbre, y cuestionó la pervivencia en las circunstancias actuales de grupos de influencia como el G-8.

Según el canciller español, la presencia de España en esa reunión debería enmarcarse en una redefinición de esos grupos de influencia.

"De forma tranquila, firme, España y el Gobierno, su diplomacia, van a hacer todo lo necesario para tratar de estar en esa cumbre, porque creemos que debemos estar", afirmó Moratinos, que dijo que "no es por un elemento de orgullo nacional, que, lógicamente, todos tenemos, sino porque España tiene un sistema financiero muy sólido que ha demostrado durante esta crisis".

España no acepta la opción que sugirió la administración estadounidense de hacer llegar sus opiniones e ideas a través de terceros.

"No estamos trabajando con el supuesto de un intermediario, queremos hablar en primera persona", señalaron fuentes del Gobierno.

Zapatero viajó hoy a Pekín para participar en la cumbre Unión Europea-Asia, en la que mantendrá contactos para intentar recabar apoyos a la presencia de España en la cumbre de Washington.

La Cumbre Iberoamericana que reunirá en El Salvador a los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, España y Portugal, también ofrecerá la ocasión para tratar el tema con algunos de los países invitados a la cita de EEUU, como los presidentes de Brasil y México, Luiz Inácio Lula da Silva, y Felipe Calderón, con los que el día 30 hay programada una reunión a tres bandas.

En Pekín se reunirá con los líderes de China, Indonesia, India y Singapur, los tres primeros miembros del G-20.

La aspiración española ha recibido el apoyo del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y del primer ministro británico, Gordon Brown.

En el interior, la oposición conservadora liderada por el Partido Popular (PP), dijo hoy que España debe estar en la cumbre de Washington por méritos propios, y que "además lo necesita, al ser un país muy vulnerable a la crisis mundial".

La bolsa española registró hoy por segundo día consecutivo grandes perdidas debido al temor que suscita el anuncio del Gobierno argentino de que nacionalizará los fondos de pensiones, medida que afecta a las entidades españolas presentes en ese país.

De momento, el sistema financiero español, con grandes bancos como el BBVA y Santander con fuerte presencia exterior, ha resistido los efectos de la crisis.

España sufre sin embargo una fuerte caída del sector de la construcción, motor de la economía en los últimos años, y las primeras señales de alarma en otros sectores, como el del automóvil, con expedientes de regulación de empleo.

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