Internacional

Sin pruebas de que el talibán haya dejado el coche-bomba en Times Square

Aunque un grupo pakistaní se atribuyó el intento de atentado, la Policía no quiso confirmar la información; hay un sospechoso

NUEVA YORK, EU (03/MAY/2010) .- Aunque un grupo talibán de Pakistán se atribuyó la explosión el intento de explosión de un coche-bomba en Times Square, la Policía neoyorquina  informó que no hay pruebas que apunten a que el grupo islámico fue el autor del atentado.

El coche-bomba fue dejado el sábado pasado por la tarde en el corazón de Manhattan, hora en que la zona está llena de asiduos al teatro.

Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, afirmó: “No tenemos idea de quien hizo esto ni por qué”.

“Por suerte nadie salió herido, y ahora la total atención de las fuerzas de seguridad federales, del Estado y la ciudad, será destinada a llevar a los culpables ante la justicia por este acto de terrorismo”, dijo en un comunicado el gobernador neoyorquino, David Paterson.

El jefe de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, dijo en conferencia de prensa que no hay pruebas que apunten a que el coche-bomba colocado esté relacionado de manera alguna con talibanes.

La aclaración surgió porque horas antes Qari Hussain Mehsud, conocido como el mentor de los talibanes atacantes suicidas, se atribuyó el atentado “con gran orgullo y suma valentía” en una página de internet.

El sitio de internet decía que el ataque en Nueva York fue para vengar a los mártires Abu Ayyub al Masri y Abu Omar al Baghdadi, ambos jefes de Al Qaeda en Iraq, muertos el pasado 18 de abril en Thar Thar, ubicado a 80 kilómetros de Bagdad.

La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, dijo que el coche-bomba pudo ser un ataque terrorista y agregó que están tomando lo ocurrido con “mucha seriedad”. “Estamos tratando esto como si hubiera sido un potencial ataque terrorista”, dijo a la cadena CNN.

El comisionado de bomberos, Sal Cassano, dijo que la bomba colocada en un vehículo estaba hecha a base de gas propano, gasolina y fuegos artificiales, además de que había dos relojes aparentemente como detonadores de tiempo. “La fuerza de la bomba pudo haber derribado la fachada de un edificio”.

Un vendedor de camisetas alertó a un agente de la Policía Montada sobre una camioneta sospechosa en la Calle 45. El agente observó que de la parte trasera del vehículo salía humo y olía a pólvora.

La Pathfinder verde oscuro fue cubierta con una lona y el escuadrón antibombas de la Policía se la llevó de Times Square a las seis de la tarde. Sobre el conductor del vehículo, el jefe policiaco Raymond Kelly detalló que una persona se ha puesto en contacto con la Policía porque cree tener imágenes del sospechoso grabadas en un video que hizo cuando el sábado se encontraba en la zona.

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Un objetivo simbólico


No es casualidad de que la mayoría de las tragedias cinematográficas ocurran en Manhattan, ya que es la ciudad simbólica por excelencia de la Unión Americana. Esa ciudad se congeló en su totalidad en “Día de la Independencia” y la han pisado bestias como King Kong o Godzilla.

Lejos de la imaginación, ahí también ocurrió el peor ataque terrorista contra los Estados Unidos, ocurrido el 11 de septiembre de 2001 y que dejó tres mil muertos.

Las organizaciones terroristas saben de ese símbolo y quizá por  ello el frustrado atentado con bomba del sábado pasado tenía como objetivo dos teatros de la famosa zona de Broadway.

El barrio, uno de los  más animados y turísticos de la ciudad, fue evacuado en la noche y reabierto a  los transeúntes ayer por la mañana.

“Todas las matinees de Broadway y los espectáculos de la tarde se mantienen en los horarios previstos”, dijo Charlotte St. Martin, directora ejecutiva de  The Broadway League.

La ciudad es visitada cada año por decenas de millones de viajeros del mundo entero, cuenta con lugares simbólicos, desde el puente de Brooklyn hasta la Estatua de la Libertad, pasando por Broadway y sus teatros y los célebres rascacielos como el Empire State.

El último episodio que paralizó la zona fue el ocurrido en septiembre de 2009, cuando Najibullah  Zazi, un inmigrante afgano partidario de Al Qaeda, fue acusado de intentar fomentar un atentado contra el metro de  Nueva York.

Según los investigadores, Zazi habría realizado tareas de identificación de posibles estaciones objetivo para usarlas como blanco de atentados. Las elegidas habrían sido Grand Central y Times Square, dos de las más frecuentadas.

Otro hecho que no prosperó ocurrió en mayo de 2002, cuando el estadounidense José Padilla fue detenido de regreso de Pakistán. El Gobierno afirmó que planificaba atentados con una bomba radiológica y fue condenado a 17 años de prisión.

Un año después, en marzo de 2003, el estadounidense Iyman Faris fue acusado de intentar hacer explotar el puente de Brooklyn y fue condenado a 20 años de cárcel. En agosto de 2004, el británico Dhiren Barot, fue detenido en Londres.  Reconoció haber querido hacer estallar varios edificios, entre ellos la sede  del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington y la bolsa de Nueva York. Fue condenado a cadena perpetua. El 3 de junio de 2007 cuatro hombres fueron detenidos en Nueva York y acusados de fomentar un complot en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.

Aunque un día antes un coche-bomba fue localizado afuera del Teatro Minskoff, ayer decenas de personas acudieron a ese recinto a ver la función de “El Rey León”.

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