Internacional

Rápido deterioro de la situación humanitaria en Costa de Marfil alarma a ONU

La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, pide a las partes que usan la violencia que respeten a los civiles

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (24/MAR/2011).- El rápido deterioro de la situación humanitaria en Costa de Marfil tiene en alerta a Naciones Unidas, cuyos responsables humanitarios mostraron hoy su "seria preocupación" ante la escalada de la violencia que ha vivido el país africano y que ha tenido a la población civil como víctimas.

Así lo expresó la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, quien pidió a "las partes que usan la violencia" que respeten "a los civiles, incluidos a los trabajadores humanitarios", y que permitan "el acceso rápido y seguro de las organizaciones humanitarias" al país.

Amos aseguró en un comunicado que, desde que se anunciaron los resultados de las elecciones presidenciales a principios de diciembre, "la situación humanitaria ha empeorado dramáticamente en el país y ha mostrado un deterioro acusado en el último mes".

Según los datos divulgados por la subsecretaria general, más de 460 personas han sido asesinadas y muchas más han resultado heridos, entre los que se incluye a mujeres y niños; mientras que se estima que medio millón de personas son desplazados dentro del país y más de 90 mil lo han abandonado.

La comunidad internacional reconoce a Alassane Ouattara como ganador de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre y ha exigido al presidente marfileño, Laurent Gbagbo, que facilite el traspaso del poder, a lo que éste se ha negado y ha insistido en que el vencedor de los comicios fue él.

"La escalada de violencia y el uso de armamento pesado, especialmente en zonas urbanas, está provocando cada vez un mayor número de muertos entre los civiles", explicó Amos, quien también se mostró preocupada ante "el cada vez mayor acoso que sufren los inmigrantes de otras partes del África occidental en el país".

A esa situación se suman "el continuo acoso y los obstáculos planteados a los trabajadores de organizaciones no gubernamentales y de Naciones Unidas, la entrada ilegal en las instalaciones humanitarias del organismo y el robo de material de las agencias de ayuda", según Amos.

Ese cúmulo de factores, según la subsecretaria, ponen "en serio peligro la capacidad de los trabajadores humanitarios de llegar a las personas que necesitan ayuda".

"Hemos asignado 10.4 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias de la ONU (CERF) y debemos ser capaces de usarlos y proveer la ayuda que tan desesperadamente se necesita en el país", indicó Amos.

La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios aseguró, asimismo, que es "inaceptable" que se destruyan "propiedades civiles, como los establecimientos que son el sustento de muchas personas".

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