Internacional
Mujica no se vengará de los golpistas uruguayos
En su primer día de gestión, el ex guerrillero uruguayo aseguró que su compromiso está en sacar adelante a su país
MONTEVIDEO, URUGUAY.- El presidente uruguayo, José Mujica, dijo en un primer discurso frente a las Fuerzas Armadas que carga una “mochila”, en alusión a su antigua etapa de guerrillero y a los trece años que pasó en prisión, pero que no pretende saldar cuentas del pasado desde el poder.
Así se expresó en un discurso tras la toma de posesión del ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, ex guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros) como él y que también estuvo preso en tiempos de la dictadura militar que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985.
Rosadilla aseguró: “Vengo de un proceso largo, con muchos fanatismos, he dejado todos los fanatismos y me he hecho fanático de algo nuevo: de transformar a Uruguay en un país vivible para todos”
Mujica se convirtió en el segundo presidente de izquierda en la historia uruguaya tras recibir el mando de manos de Tabaré Vázquez, al igual que él del Frente Amplio.
“No somos aficionados a vivir de la nostalgia ni de páginas amarillas, todos los días amanece, la vida comienza. Siempre estamos comenzando, la vida se vive con coraje y hacia adelante”.
Además de Rosadilla, en su gabinete hay otro antiguo compañero de lucha armada, Eduardo Bonomi, que tomó posesión de su cargo al frente del Ministerio del Interior en la Escuela Nacional de Policía.
Al asumir el Ministerio del Interior, Eduardo Bonomi, mano derecha de Mujica, también aludió a las críticas, pero a las ya generadas entre los policías y militares por su designación y a quien senadores opositores han acusado de participar en acciones guerrilleras que culminaron con la muerte de dos policías.
Bonomi nunca negó su participación y dijo que es “responsable político de todos los hechos”.
En tanto, el presidente saliente Tabaré Vázquez, que es médico, volvió a su antiguo trabajo como jefe del Servicio de Oncología en una mutual capitalina.
Quince años preso
Mujica, de 74 años, estuvo preso por sus actividades en el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-Tupamaros), una guerrilla urbana que cometió secuestros, asaltos y asesinatos en los años sesenta y setenta, primero contra gobiernos constitucionales y después contra el Gobierno de facto.
Este grupo guerrillero, influenciado por la Revolución Cubana, fue duramente reprimido por el Ejército y la Policía uruguaya.
Durante la dictadura militar estuvo recluido en cuarteles y en duras condiciones.
En enfrentamientos armados fue herido de seis balazos. Fue apresado cuatro veces y en dos oportunidades se fugó de la cárcel de Punta Carretas. En total, Mujica pasó casi 15 años de su vida en prisión. Su último periodo de detención duró trece años, entre 1972 y 1985. Fue uno de los dirigentes tupamaros que el Gobierno cívico-militar tomó como rehén, lo que significaba que serían ejecutados en caso de que su organización retomara las acciones armadas. En 1985 fue puesto en libertad.
Así se expresó en un discurso tras la toma de posesión del ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, ex guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros) como él y que también estuvo preso en tiempos de la dictadura militar que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985.
Rosadilla aseguró: “Vengo de un proceso largo, con muchos fanatismos, he dejado todos los fanatismos y me he hecho fanático de algo nuevo: de transformar a Uruguay en un país vivible para todos”
Mujica se convirtió en el segundo presidente de izquierda en la historia uruguaya tras recibir el mando de manos de Tabaré Vázquez, al igual que él del Frente Amplio.
“No somos aficionados a vivir de la nostalgia ni de páginas amarillas, todos los días amanece, la vida comienza. Siempre estamos comenzando, la vida se vive con coraje y hacia adelante”.
Además de Rosadilla, en su gabinete hay otro antiguo compañero de lucha armada, Eduardo Bonomi, que tomó posesión de su cargo al frente del Ministerio del Interior en la Escuela Nacional de Policía.
Al asumir el Ministerio del Interior, Eduardo Bonomi, mano derecha de Mujica, también aludió a las críticas, pero a las ya generadas entre los policías y militares por su designación y a quien senadores opositores han acusado de participar en acciones guerrilleras que culminaron con la muerte de dos policías.
Bonomi nunca negó su participación y dijo que es “responsable político de todos los hechos”.
En tanto, el presidente saliente Tabaré Vázquez, que es médico, volvió a su antiguo trabajo como jefe del Servicio de Oncología en una mutual capitalina.
Quince años preso
Mujica, de 74 años, estuvo preso por sus actividades en el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN-Tupamaros), una guerrilla urbana que cometió secuestros, asaltos y asesinatos en los años sesenta y setenta, primero contra gobiernos constitucionales y después contra el Gobierno de facto.
Este grupo guerrillero, influenciado por la Revolución Cubana, fue duramente reprimido por el Ejército y la Policía uruguaya.
Durante la dictadura militar estuvo recluido en cuarteles y en duras condiciones.
En enfrentamientos armados fue herido de seis balazos. Fue apresado cuatro veces y en dos oportunidades se fugó de la cárcel de Punta Carretas. En total, Mujica pasó casi 15 años de su vida en prisión. Su último periodo de detención duró trece años, entre 1972 y 1985. Fue uno de los dirigentes tupamaros que el Gobierno cívico-militar tomó como rehén, lo que significaba que serían ejecutados en caso de que su organización retomara las acciones armadas. En 1985 fue puesto en libertad.