Internacional

Hoy regresan a la Tierra tres astronautas de la Estación Espacial Internacional

La NASA explica que la fuga de amoniaco registrada y corregida tras una caminata de poco más de cinco horas, no ha alterado los planes

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (13/MAY/2013).- Tras reemplazar una bomba defectuosa durante una caminata de poco más de cinco horas, dos astronautas de la NASA lograron corregir una fuga de amoniaco en la Estación Espacial Internacional (EEI), en la que viajan seis tripulantes.

La agencia espacial estadounidense prevé que hoy regresen a la Tierra el norteamericano Tom Marshburn, el canadiense Chris Hadfield y el ruso Roman Romanenko.

La falla corregida por Tom Marshburn y Chris Cassidy, experimentados en caminatas espaciales, no ha alterado los planes de regreso, según indicó la NASA.

Durante una rueda de prensa desde el Centro Espacial Johnson en Houston (Texas), difundida también en internet, las autoridades de la NASA indicaron, sin embargo, que tardarán “varias semanas” en determinar el origen de la fuga de amoniaco, detectada el jueves pasado en el sistema de enfriamiento de la estación espacial.

“Les decimos que estamos contentos, muy contentos (con la caminata)... no vimos señales obvias de fugas”, dijo Joel Montalbano, subdirector del programa a cargo de la EEI.

Sin embargo, enfatizó que continuarán las pruebas y tomarán “varias semanas”, quizá “cinco o más” para “evaluar el sistema” y asegurarse de que lograron “frenar la fuga”.

“Conforme pasa el tiempo, desde luego, se adquiere más confianza” de que se pudo resolver el problema de forma definitiva.

Montalbano no pudo precisar el alcance o cantidad de la fuga de amoniaco, pero destacó que el sistema eléctrico de la EEI es “muy robusto” y no afronta problemas.

Marshburn y Cassidy instalaron una nueva bomba pero, al parecer, no encontraron evidencias de la fuga detectada el jueves pasado ni daños aparentes. Como medida de precaución, los ingenieros de la NASA realizaron pruebas de presión en el sistema de enfriamiento para cerciorarse del buen funcionamiento de la nueva bomba instalada.

A lo largo de la caminata, Marshburn y Cassidy mantuvieron estrecha comunicación con las autoridades en Houston.

Cassidy indicó que aunque no encontraron exactamente el origen de la fuga, “lograr lo que este equipo hizo, trabajando prácticamente 48 horas seguidas, es un esfuerzo notable de parte de todos”.

Ambos astronautas viajaron a la EEI en 2009 en el transbordador Endeavour e hicieron una caminata para reemplazar una batería en la misma área donde se identificó la fuga de amoniaco.

Según las autoridades, el equipo de seis astronautas no corre peligro y la EEI cuenta con suficiente energía para sus operaciones, aunque la NASA tuvo que apagar la fuente de energía de uno de los ocho paneles solares que abastecen a la estación.

El director del programa de la EEI, Michael Suffredini, explicó que se trataba de una “situación seria”, pero enfatizó que la estación puede operar sin problemas.

Según Suffredini, se sospecha que la fuga de amoniaco se debe a basura espacial que interfiere con un tubo en el radiador.

El amoníaco es un elemento fundamental que circula a través de los sistemas externos de control térmico de la estación para enfriar y mantener en la temperatura adecuada la electrónica y otros sistemas de la estación.

EL DATO

Equipo

> La EEI, un proyecto de 100 mil millones de dólares en el cual cooperan quince países, orbita a unos 385 kilómetros de la Tierra y a casi 27 mil kilómetros por hora.

> A bordo de la EEI viajan seis tripulantes: Tom Marshburn, Chris Cassidy; los rusos Roman Romanenko, Alexander Misurkin y Pavel Vinogradov; y el canadiense Chris Hadfield.

> Las autoridades indicaron que las caminatas espaciales rara vez se deciden de forma improvisada —como en esta ocasión—, pero la NASA quiso inspeccionar el sistema de enfriamiento y corregir la avería.

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EXPERTOS ANALIZAN EL VIAJE

El hombre, cerca de pisar Marte

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.-
Que el hombre pise Marte es solo cuestión de tiempo, aunque los obstáculos para hacer realidad ese sueño no tienen precedentes, señalan expertos en la materia.

“El destino del hombre es ir a otro planeta”, dijo el administrador general de la NASA Charles Bolden en la cumbre H2M (Humanos a Marte), que reunió en la semana en Washington a científicos, expertos y empresarios aeroespaciales.

El primer problema de esos ingenieros y científicos que trabajan para enviar al hombre a Marte es el desencadenante de varios otros: la duración del viaje.

La distancia entre la Tierra y Marte varía según el movimiento de los planetas alrededor del Sol, de manera que la distancia puede llegar a ser de 102 millones de kilómetros y la más corta, de 59 millones.

Por razones evidentes las agencias espaciales preparan sus proyectos para fechas coincidentes con este fenómeno, pero aun así, según explica la profesora del Instituto Nacional Aeroespacial de Estados Unidos, Rebecca Jaramillo, un viaje de un ser humano a Marte conllevaría un mínimo de 2 a 3 años.

“Cuanto más largo sea el trayecto, aumenta la necesidad de incrementar la cantidad de suministros para el viaje y en consecuencia aumenta también el tamaño del cohete para poder albergar todo”.

Entre las soluciones para un futuro viaje humano al espacio está la liderada por el astronauta costarricense Franklin Chang-Díaz, un sistema de propulsión de plasma de alta temperatura que tardaría en hacer un viaje de ida al planeta rojo en tan solo dos meses, mientras que en la actualidad lo más rápido serían más de seis.

La duración del viaje también afecta a la cantidad de radiación a la que los astronautas se tendrían que ver expuestos durante la travesía.

“La radiación es seguramente el mayor de los problemas. El agua, que absorbe la radiación, podría ser una solución. Pero también es muy pesada, y teniendo en cuenta que enviar una libra (medio kilo) al espacio cuesta 10 mil dólares, es algo en lo que aún tenemos que trabajar”, añadió la profesora.

Los científicos continúan trabajando en otros factores, como el cultivo de plantas en el espacio, el control nutricional y el ejercicio que deben hacer los astronautas para evitar la pérdida de masa muscular y densidad ósea que produce la falta de gravedad.

Algunos cinetíficos prevén que el primer viaje humano a Marte podría realizarse en el 2018, mientras que otros, como Jaramillo y la propia NASA, son más cautos y calculan que podrá ser en el año 2030.                  

EL DATO

Radiación tolerable


El robot Curiosity, que se encuentra en Marte desde agosto pasado, ha realizado pruebas que demuestran que el nivel de radiación del planeta no es mortal, y aunque sí ha perdido la capa de protección atmosférica con la que aun cuenta la Tierra, ofrece unos mínimos de protección que permiten la estancia de humanos.

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