Internacional

Hombre que mató a su familia con un hacha contrató sexoservidoras después del crímen

Steinbauer confesó haber planeado los crímenes con antelación y en menos de 12 horas acabó con la vida de su mujer, su hija de siete años, sus padres y su suegro

Viena.- Reinhard Steinbauer, el hombre que asesinó a hachazos a cinco miembros de su familia en tres localidades distintas de Austria el pasado día 13, pagó y usó los servicios de dos prostitutas tras cometer el crimen.

El semanario "News" relata hoy algunos detalles del suceso, utilizando las confesiones policiales, las cámaras de vigilancia de un burdel y las declaraciones de una prostituta para reconstruir las horas posteriores a los asesinatos.

Steinbauer, de 39 años, confesó haber planeado los crímenes con antelación y en menos de 12 horas acabó con la vida de su mujer, su hija de siete años, sus padres y su suegro.

La matanza comenzó, según la policía, a las 7.30 con el asesinato de su mujer y de su hija en la vivienda familiar en el lujoso barrio vienés de Hietzing, para trasladarse después en un coche alquilado a Ansfelden, en Alta Austria, donde mató a sus padres.

Más tarde viajó a Linz, la capital regional, a 160 kilómetros de Viena, para acabar con la vida de su suegro cuando se encontraba en su casa.

En todos los casos el autor se duchó y se cambió de ropa para no llamar la atención por las manchas de sangre dejadas por los anteriores asesinatos.

Steinbauer confesó a la policía sentir "un gran alivio" tras haber acabado con la vida de su familia ya que por fin "Bárbara (su esposa) y Nathalie (su hija) estarían liberadas de la enorme vergüenza por mi fracaso", al dilapidar el dinero de la familia en inversiones en bolsa.

El detenido trabajaba como asesor legal de varios diputados socialdemócratas en el Parlamento austríaco, pero sus verdaderas ganancias las obtenía como asesor de bolsa con una cartera de inversión muy arriesgada en materias primas.

Steinbauer había perdido en esas inversiones especulativas su dinero, el de su mujer y el de otros clientes, todo ello por valor de 300.000 euros.

En el camino de vuelta a Viena, tras matar a su familia, se paró en un burdel de lujo, donde entró a las 19.59, según las grabaciones de seguridad del local, bebió un agua mineral y solicitó los servicios de una de las prostitutas.

A las 20.47 se marchó rumbo a Viena y trató de suicidarse estrellando el coche en el que viajaba, aunque confesó a la policía no haber tenido el valor para hacerlo.

Una vez en Viena, a las 23.00 horas, en la denominada "milla roja" de la capital, volvió a solicitar los servicios de una prostituta, según confesó a la policía.

El detenido permaneció con esa prostituta hasta poco después de entregarse a la policía y confesar los asesinatos, aunque se mostró convencido de haber hecho lo correcto.

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