Internacional
Gobierno israelí aprueba proyecto que definirá Israel como estado judío
La propuesta significaría 'la institucionalización del racismo', según asesor legal del Gobierno
JERUSALÉN, ISRAEL (23/NOV/2014).- El Consejo de Ministros del Gobierno que preside Benjamín
Netanyahu aprobó un polémico proyecto de ley para definir a
Israel como ''estado judío'', tras una alborotada sesión en la que el primer ministro se enfrentó a gritos con varios ministros de centro.
El proyecto fue aprobado con los votos a favor de los tres partidos nacionalistas -Likud, Israel Beitenu y Hogar Judío-, mientras que en contra se pronunciaron los del partido de centro Yesh Atid, la ministra de Justicia, Tzipi Livni, y la de deportes Limor Livnat (esta última del Likud).
''En el Estado de Israel hay igualdad individual para todos los ciudadanos, pero el derecho nacional (está reservado) sólo para el pueblo judío'', dijo el primer ministro al abrir la turbulenta sesión del Consejo.
El proyecto de ley, propuesta por cuatro diputados ultranacionalistas, pasó por 15 votos a favor y 7 en contra, tras una sesión en la que Netanyahu se enfrentó a Livni y a varios ministros del partido Yesh Atid, que dirige el titular de Finanzas, Yair Lapid.
Este último lo describió como ''una ley fatal que está redactada únicamente para las primarias del Likud'', en tanto que varios ministros, con el fin de apelar al buen juicio de los ministros, recordaron al policía druso muerto esta semana defendiendo una sinagoga.
''¿Que le dirán a su familia, que es un ciudadano de segunda?'', se quejaron al instar a Netanyahu a reconsiderar su postura.
El proyecto de ley forma parte de la política del Likud y de Israel Beitenu desde la pasada legislatura, y desde hace meses es discutido para llegar a una fórmula de consenso para todos los partidos en el Gobierno.
Al no ser posible, y debido a un problema de índole burocrático en el proceso de legislación, la propuesta que aprobó el Consejo de Ministros es en realidad una fusión de dos proyectos de ley individuales de la ultraderecha, que pasarán ahora a votación preliminar en el Parlamento.
Con la aplicación de este nuevo proyecto, las llamadas Leyes Fundamentales de Israel, que forman la constitución israelí, definirán al país como ''el hogar nacional del pueblo judío'' y no como un Estado ''judío y democrático'', como hasta ahora.
Las voces críticas, incluyendo el principal asesor legal del gobierno, consideran que esta nueva definición tendrá efectos legales y discriminará a los 1.7 millones de ciudadanos árabes que viven en el país.
Si la propuesta prospera significaría ''la institucionalización del racismo, que ya es una realidad en las calles, tanto en la ley como en el corazón del sistema legal'', advierte Majd Kayyal, miembro de Adalá, una organización de defensa de la minoría árabe en Israel.
Netanyahu espera después, cuando el texto llegue a comisión, moderar los elementos notoriamente nacionalistas a los que hace alusión, de forma que el carácter judío de Israel sea equiparable, y no superior, a su carácter democrático, en una muestra de respeto a las distintas minorías, en su inmensa mayoría de origen árabe.
El proyecto es visto con recelo por éstas porque que temen ver atropellados sus derechos civiles en el futuro.
También eliminará Netanyahu la demanda de que el hebreo sea la única lengua oficial del país, elevada por la ultraderecha.
''No habríamos llegado aquí si Livni se hubiera comportado de otra manera'', se quejó el primer ministro al justificarse por tener que haber aceptado los proyectos de ley individuales, en lugar de que el Gobierno consensuara uno más moderado.
La legislación israelí se había abstenido de definir al Estado de Israel como ''estado judío'' desde su concepción en 1948, aunque la declaración de independencia de ese año así lo estipula. La minoría árabe representa un 20 por ciento de la población, y es descendiente de los palestinos que se quedaron en su tierras tras la creación del Estado.
INFORMACIÓN AFP / EFE
El proyecto fue aprobado con los votos a favor de los tres partidos nacionalistas -Likud, Israel Beitenu y Hogar Judío-, mientras que en contra se pronunciaron los del partido de centro Yesh Atid, la ministra de Justicia, Tzipi Livni, y la de deportes Limor Livnat (esta última del Likud).
''En el Estado de Israel hay igualdad individual para todos los ciudadanos, pero el derecho nacional (está reservado) sólo para el pueblo judío'', dijo el primer ministro al abrir la turbulenta sesión del Consejo.
El proyecto de ley, propuesta por cuatro diputados ultranacionalistas, pasó por 15 votos a favor y 7 en contra, tras una sesión en la que Netanyahu se enfrentó a Livni y a varios ministros del partido Yesh Atid, que dirige el titular de Finanzas, Yair Lapid.
Este último lo describió como ''una ley fatal que está redactada únicamente para las primarias del Likud'', en tanto que varios ministros, con el fin de apelar al buen juicio de los ministros, recordaron al policía druso muerto esta semana defendiendo una sinagoga.
''¿Que le dirán a su familia, que es un ciudadano de segunda?'', se quejaron al instar a Netanyahu a reconsiderar su postura.
El proyecto de ley forma parte de la política del Likud y de Israel Beitenu desde la pasada legislatura, y desde hace meses es discutido para llegar a una fórmula de consenso para todos los partidos en el Gobierno.
Al no ser posible, y debido a un problema de índole burocrático en el proceso de legislación, la propuesta que aprobó el Consejo de Ministros es en realidad una fusión de dos proyectos de ley individuales de la ultraderecha, que pasarán ahora a votación preliminar en el Parlamento.
Con la aplicación de este nuevo proyecto, las llamadas Leyes Fundamentales de Israel, que forman la constitución israelí, definirán al país como ''el hogar nacional del pueblo judío'' y no como un Estado ''judío y democrático'', como hasta ahora.
Las voces críticas, incluyendo el principal asesor legal del gobierno, consideran que esta nueva definición tendrá efectos legales y discriminará a los 1.7 millones de ciudadanos árabes que viven en el país.
Si la propuesta prospera significaría ''la institucionalización del racismo, que ya es una realidad en las calles, tanto en la ley como en el corazón del sistema legal'', advierte Majd Kayyal, miembro de Adalá, una organización de defensa de la minoría árabe en Israel.
Netanyahu espera después, cuando el texto llegue a comisión, moderar los elementos notoriamente nacionalistas a los que hace alusión, de forma que el carácter judío de Israel sea equiparable, y no superior, a su carácter democrático, en una muestra de respeto a las distintas minorías, en su inmensa mayoría de origen árabe.
El proyecto es visto con recelo por éstas porque que temen ver atropellados sus derechos civiles en el futuro.
También eliminará Netanyahu la demanda de que el hebreo sea la única lengua oficial del país, elevada por la ultraderecha.
''No habríamos llegado aquí si Livni se hubiera comportado de otra manera'', se quejó el primer ministro al justificarse por tener que haber aceptado los proyectos de ley individuales, en lugar de que el Gobierno consensuara uno más moderado.
La legislación israelí se había abstenido de definir al Estado de Israel como ''estado judío'' desde su concepción en 1948, aunque la declaración de independencia de ese año así lo estipula. La minoría árabe representa un 20 por ciento de la población, y es descendiente de los palestinos que se quedaron en su tierras tras la creación del Estado.
INFORMACIÓN AFP / EFE