Internacional
Entre forcejeos avanza en Bolivia la ley electoral
El Congreso boliviano aprobó anoche, en primera instancia y en medio de una gran confusión, una polémica ley de transición constitucional
LA PAZ.- El Congreso boliviano aprobó anoche, en primera instancia y en medio de una gran confusión, una polémica ley de transición constitucional, mientras el presidente Evo Morales cumplía, al cierre de esta edición, 10 horas de ayuno en demanda que esa norma clave para continuar su revolución indigenista y socialista.
La ley regula el procedimiento de reelección presidencial establecido en una nueva Constitución, por lo que permitiría que se presente nuevamente Evo Morales.
Aademás, da paso, por primera vez, a la votación de bolivianos en el exterior en comicios convocados para el 6 de diciembre.
La aprobación en general, en una sesión bicameral continuaba anoche, tras 27 horas de debate, y debía ser confirmada en una segunda votación artículo por artículo en un ambiente de tensión por el ayuno presidencial, el retiro de parte de la oposición conservadora y la llegada de manifestantes oficialistas cerca del palacio legislativo.
Horas antes de la votación congresal, Morales se declaró en huelga de hambre para exigir la aprobación de la ley electoral, en una medida secundada de inmediato por centenares de sus seguidores en todo el país, pero que la oposición calificó como un chantaje.
La demanda opositora de una reinscripción general de votantes, rechazada por “impracticable y dilatoria” por el oficialismo y la Corte Electoral, era el principal obstáculo para un consenso sobre el régimen electoral transitorio.
Tras aprobar en general la ley electoral, el Congreso se disponía a iniciar el debate en particular de la polémica norma, en la que el oficialismo dijo que incorporará los ajustes concertados con la oposición, en una comisión multipartidaria que trabajó paralelamente a la sesión plenaria bicameral.
El ministro de Autonomías y principal negociador gubernamental, Carlos Romero, indicó que en la negociación se identificaron 22 ejes temáticos de conflicto, de los cuales 11 fueron resueltos totalmente y el resto sólo de modo preliminar.
Un reclamo con historia
La decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de meter presión al Congreso para que apruebe la ley electoral, mediante la huelga de hambre, no se trata en realidad de un recurso inédito en el país del Altiplano.
Un antecesor de él, Hernán Siles Suazo, utilizó el mismo método en dos ocasiones.
Sin que existieran precedentes en la historia de Bolivia, Siles Zuazo, también un político de izquierda como Morales, sí fue original cuando se declaró en huelga de hambre en 1956 para evitar la violencia, en una época de hiperinflación y de fuerte enfrentamiento con la entonces poderosa Central Obrera Bolivia (COB), que rechazaba su plan de estabilización monetaria.
Casi 30 años después, en 1984, Siles volvió a ayunar durante cuatro días para reclamar a sus opositores y a la COB que lo dejaran gobernar, en el transcurso de un nueva mandato.
Además de estos ejemplos presidenciales, el ayuno es una práctica relativamente frecuente entre los colectivos sociales en procura de sus reivindicaciones. (Agencias)
La ley regula el procedimiento de reelección presidencial establecido en una nueva Constitución, por lo que permitiría que se presente nuevamente Evo Morales.
Aademás, da paso, por primera vez, a la votación de bolivianos en el exterior en comicios convocados para el 6 de diciembre.
La aprobación en general, en una sesión bicameral continuaba anoche, tras 27 horas de debate, y debía ser confirmada en una segunda votación artículo por artículo en un ambiente de tensión por el ayuno presidencial, el retiro de parte de la oposición conservadora y la llegada de manifestantes oficialistas cerca del palacio legislativo.
Horas antes de la votación congresal, Morales se declaró en huelga de hambre para exigir la aprobación de la ley electoral, en una medida secundada de inmediato por centenares de sus seguidores en todo el país, pero que la oposición calificó como un chantaje.
La demanda opositora de una reinscripción general de votantes, rechazada por “impracticable y dilatoria” por el oficialismo y la Corte Electoral, era el principal obstáculo para un consenso sobre el régimen electoral transitorio.
Tras aprobar en general la ley electoral, el Congreso se disponía a iniciar el debate en particular de la polémica norma, en la que el oficialismo dijo que incorporará los ajustes concertados con la oposición, en una comisión multipartidaria que trabajó paralelamente a la sesión plenaria bicameral.
El ministro de Autonomías y principal negociador gubernamental, Carlos Romero, indicó que en la negociación se identificaron 22 ejes temáticos de conflicto, de los cuales 11 fueron resueltos totalmente y el resto sólo de modo preliminar.
Un reclamo con historia
La decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de meter presión al Congreso para que apruebe la ley electoral, mediante la huelga de hambre, no se trata en realidad de un recurso inédito en el país del Altiplano.
Un antecesor de él, Hernán Siles Suazo, utilizó el mismo método en dos ocasiones.
Sin que existieran precedentes en la historia de Bolivia, Siles Zuazo, también un político de izquierda como Morales, sí fue original cuando se declaró en huelga de hambre en 1956 para evitar la violencia, en una época de hiperinflación y de fuerte enfrentamiento con la entonces poderosa Central Obrera Bolivia (COB), que rechazaba su plan de estabilización monetaria.
Casi 30 años después, en 1984, Siles volvió a ayunar durante cuatro días para reclamar a sus opositores y a la COB que lo dejaran gobernar, en el transcurso de un nueva mandato.
Además de estos ejemplos presidenciales, el ayuno es una práctica relativamente frecuente entre los colectivos sociales en procura de sus reivindicaciones. (Agencias)