Internacional
El voto antinuclear hunde a Merkel y favorece a los verdes
Los ecopacifistas logran su primera gubernatura de la historia al aprovechar la crisis radiactiva en Japón, que preocupa a toda Europa
BERLÍN, ALEMANIA (28/MAR/2011).- El “efecto Fukushima” estuvo presente en Alemania, después de que la coalición de la canciller alemana, Angela Merkel, se hundió por partida doble en las urnas, al caer derrotada tanto en su feudo histórico de Baden Wurttenberg como en Rheinland Pfalz, mientras los Verdes ganaron su primer “Land” (Estado-federado) con un discurso antinuclear.
Baden Wurttenberg, el “Land” del Sur de Alemania prototipo del poderío industrial germano, rompió con sus casi 60 años de fidelidad al voto conservador y encumbró al candidato del Partido Verde, Winfried Kretschmann, como nuevo jefe de Gobierno, quien se convertirá en el primer ecopacifista que dirigirá un Estado-federado en la historia de Alemania.
El Estado de Baden Wurttenberg tiene cuatro plantas nucleares, de las cuales dos serán descontinuadas por una moratorio de Berlín, lo que provocó la ira de los conservadores y en especial de Stefan Mappus, férreo defensor de las plantas nucleares y rival en las elecciones de ayer de Kretschmann.
El candidato verde prometió “abandonar a velocidad turbo” la energía atómica en su Estado y dijo que eso sucedería cuando muy tarde en 2017.
Su discurso ganó adeptos después de que los alemanes han visto los problemas nucleares que tiene Japón debido a las averías en la nucleoeléctrica de Fukushima, a raíz del terremoto y posterior tsunami que devastaron el Noreste del país.
Si bien la moratoria fue expedida por Angela Merkel, los ciudadanos vieron lo anterior como una medida electorera, por lo que se inclinaron por Kretschmann.
En Baden Wurttenberg el Partido Verde obtuvo 24.2% de los votos, por 23.1% del Partido Socialdemócrata (SPD, en alemán). Esa cifra es la más alta que han conseguido el partido desde que se fundó, en 1980, ya que hace cuatro años sólo llegaron a 11.7 por ciento.
En Rheinland Pfalz, los verdes consiguieron ser segunda fuerza (15.4% de los votos), lo que impedirá al SPD (35.7%) gobernar con mayoría absoluta, lo que significa un triunfo, considerando que en ese Estado hace cuatro años los ecopacifistas no figuraban en las urnas.
Los de ayer son dos de los comicios más decisivos del año electoral alemán, en el que se renovaron siete cámaras del total de 16 “Lands” del país.
Hace una semana, los comicios en Sachsen-Anhalt se saldaron con alivio para Merkel, que defendió ahí su posición de primera fuerza.
Las próximas elecciones son hasta septiembre —en mayo hay comicios, pero de incidencia menor, en Bremen— en Berlín, ahora gobernada por una alianza entre el SPD y los liberales, pero con amplias opciones de que los Verdes ganen la partida.
“La política energética ha sido el tema decisivo de esta campaña (...) Era un voto sobre el futuro nuclear, lo hemos entendido y vamos a discutirlo con Berlín”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle.
PERFIL
De las aulas al Gobierno
Winfried Kretschmann
Nació el 17 de mayo de 1948 en Spaichingen, una ciudad del Suroeste de Alemania. Fue líder de agrupaciones universitarias maoístas en su juventud y también profesor de ética.
Desde finales del año 2000 se convirtió en el primer político verde que forma parte del Comité Central de los Católicos Alemanes, grupos asesor de la Conferencia Episcopal, además pertenece al consejo diocesano del Arzobispado de Friburgo.
Winfried Kretschmann es miembro del ala realista de los verdes, católico practicante, de valores conservadores, y admirado por su capacidad oratoria, pero también por su serenidad, fiabilidad y tranquilidad en todas las circunstancias.
Además se convirtió en el líder del grupo parlamentario ecopacifista en la Cámara regional de Stuttgart (capital del Estado de Baden Wurttenberg), desde donde consiguió duplicar los resultados de su partido en relación a las elecciones anteriores, así como convertirlo en segunda fuerza y arrebatarle el poder a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.
Kretschmann ganó popularidad el pasado año, cuando encabezó una protesta contra la construcción de una nueva estación de ferrocarril en Stuttgart. Los ciudadanos estaban disconformes y lo demostraron creciendo la intención del voto de los Verdes en 30 por ciento. Pese a todo, Winfried les pidió a sus correligionarios mantener los pies en el suelo, “aunque parezca que levitamos”.
También ganó adeptos con sus discursos enfocados en debates de posicionamiento moral que van desde los riesgos de la investigación genética a la educación de religión islámica en los colegios, o la cuestión de si las mujeres musulmanas pueden o no dar clase con un pañuelo en la cabeza.
Tras conocer su triunfo, Kretschmann dijo que cambiará la política y asumirá el prometido camino de la sociedad ciudadana. “Creo en los milagros en política”.
Baden Wurttenberg, el “Land” del Sur de Alemania prototipo del poderío industrial germano, rompió con sus casi 60 años de fidelidad al voto conservador y encumbró al candidato del Partido Verde, Winfried Kretschmann, como nuevo jefe de Gobierno, quien se convertirá en el primer ecopacifista que dirigirá un Estado-federado en la historia de Alemania.
El Estado de Baden Wurttenberg tiene cuatro plantas nucleares, de las cuales dos serán descontinuadas por una moratorio de Berlín, lo que provocó la ira de los conservadores y en especial de Stefan Mappus, férreo defensor de las plantas nucleares y rival en las elecciones de ayer de Kretschmann.
El candidato verde prometió “abandonar a velocidad turbo” la energía atómica en su Estado y dijo que eso sucedería cuando muy tarde en 2017.
Su discurso ganó adeptos después de que los alemanes han visto los problemas nucleares que tiene Japón debido a las averías en la nucleoeléctrica de Fukushima, a raíz del terremoto y posterior tsunami que devastaron el Noreste del país.
Si bien la moratoria fue expedida por Angela Merkel, los ciudadanos vieron lo anterior como una medida electorera, por lo que se inclinaron por Kretschmann.
En Baden Wurttenberg el Partido Verde obtuvo 24.2% de los votos, por 23.1% del Partido Socialdemócrata (SPD, en alemán). Esa cifra es la más alta que han conseguido el partido desde que se fundó, en 1980, ya que hace cuatro años sólo llegaron a 11.7 por ciento.
En Rheinland Pfalz, los verdes consiguieron ser segunda fuerza (15.4% de los votos), lo que impedirá al SPD (35.7%) gobernar con mayoría absoluta, lo que significa un triunfo, considerando que en ese Estado hace cuatro años los ecopacifistas no figuraban en las urnas.
Los de ayer son dos de los comicios más decisivos del año electoral alemán, en el que se renovaron siete cámaras del total de 16 “Lands” del país.
Hace una semana, los comicios en Sachsen-Anhalt se saldaron con alivio para Merkel, que defendió ahí su posición de primera fuerza.
Las próximas elecciones son hasta septiembre —en mayo hay comicios, pero de incidencia menor, en Bremen— en Berlín, ahora gobernada por una alianza entre el SPD y los liberales, pero con amplias opciones de que los Verdes ganen la partida.
“La política energética ha sido el tema decisivo de esta campaña (...) Era un voto sobre el futuro nuclear, lo hemos entendido y vamos a discutirlo con Berlín”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle.
PERFIL
De las aulas al Gobierno
Winfried Kretschmann
Nació el 17 de mayo de 1948 en Spaichingen, una ciudad del Suroeste de Alemania. Fue líder de agrupaciones universitarias maoístas en su juventud y también profesor de ética.
Desde finales del año 2000 se convirtió en el primer político verde que forma parte del Comité Central de los Católicos Alemanes, grupos asesor de la Conferencia Episcopal, además pertenece al consejo diocesano del Arzobispado de Friburgo.
Winfried Kretschmann es miembro del ala realista de los verdes, católico practicante, de valores conservadores, y admirado por su capacidad oratoria, pero también por su serenidad, fiabilidad y tranquilidad en todas las circunstancias.
Además se convirtió en el líder del grupo parlamentario ecopacifista en la Cámara regional de Stuttgart (capital del Estado de Baden Wurttenberg), desde donde consiguió duplicar los resultados de su partido en relación a las elecciones anteriores, así como convertirlo en segunda fuerza y arrebatarle el poder a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.
Kretschmann ganó popularidad el pasado año, cuando encabezó una protesta contra la construcción de una nueva estación de ferrocarril en Stuttgart. Los ciudadanos estaban disconformes y lo demostraron creciendo la intención del voto de los Verdes en 30 por ciento. Pese a todo, Winfried les pidió a sus correligionarios mantener los pies en el suelo, “aunque parezca que levitamos”.
También ganó adeptos con sus discursos enfocados en debates de posicionamiento moral que van desde los riesgos de la investigación genética a la educación de religión islámica en los colegios, o la cuestión de si las mujeres musulmanas pueden o no dar clase con un pañuelo en la cabeza.
Tras conocer su triunfo, Kretschmann dijo que cambiará la política y asumirá el prometido camino de la sociedad ciudadana. “Creo en los milagros en política”.