Internacional
El problema son los ''lobbies'', no los homosexuales: el Papa
En tono conciliador, aboga por los sacerdotes con esta tendencia; pide que sean perdonados y sus pecados olvidados
CIUDAD DEL VATICANO (30/JUL/2013).- “Si un gay busca el Señor ¿Quién soy yo para juzgar a los gay?”, cuestionó ayer el Papa Francisco al hacer un llamado a no marginar ni discriminar a las personas con orientaciones sexuales hacia el mismo sexo. “Lo dice también el Catecismo”, argumentó el Pontífice.
Esa fue la declaración polémica, durante una entrevista que le realizaron los periodistas que viajaron con él en el avión desde Río de Janeiro hasta Roma, como conclusión de la visita apostólica que cumplió la semana pasada a Brasil con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Justo el sábado, un día antes de terminar su peregrinaje por la nación más grande de Sudamérica, frente a los cientos de miles de católicos congregados en las playas de Copacabana se registró una protesta a favor del casamiento homosexual y el aborto legal, que los medios de comunicación cubrieron con gran despliegue.
Entre varios temas, el líder católico se refirió al llamado “lobby homosexual” que él mismo reconoció su existencia en el Vaticano, hace algunas semanas en un encuentro privado con religiosos de América Latina. Cabe recordar que el 11 de junio pasado la cúpula de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos difundió en el sitio reflexionyliberacion.cl, el siguiente texto: “Se habla del ‘lobby gay’, y es verdad, está ahí... hay que ver qué podemos hacer...”, atribuyendo las declaraciones al Obispo de Roma.
Sobre el espinoso tema, señaló el Pontífice: “Se escribe tanto del lobby gay en la Santa Sede, pero aún no tengo una carpeta con la identidad de quien sería parte. El problema es hacer lobby de cualquier tendencia: lobby política, lobby masónica y también lobby gay”.
Sostuvo que el problema para la Iglesia no es la tendencia, ya que los homosexuales “son hermanos”. Estableció que cuando “uno se encuentra perdido así debe ser ayudado” e insistió “se debe distinguir si es una persona de bien”.
El Catecismo de la Iglesia Católica señala: “La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura, que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso. Un número apreciable de hombres y mujeres presenta tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
Sobre este tema, su predecesor, el Papa Benedicto XVI, firmó un documento en 2005 según el cual los hombres con profundas tendencias homosexuales no deberían ser sacerdotes. Francisco se mostró mucho más conciliador al insistir que los sacerdotes homosexuales deberían ser perdonados y sus pecados olvidados.
RESPUESTA
Tras niños robados en Argentina
La Iglesia comprometió su ayuda en la búsqueda de hijos de desaparecidos robados durante la dictadura argentina (entre 1976 y 1983), luego del pedido que hicieron al Papa las Abuelas de Plaza de Mayo. El 24 de abril en la Plaza de San Pedro Francisco les dijo : “cuenten conmigo”.
• REACCIONAN A POSTURA VATICANA
Colectivos ven más tolerancia en el Pontífice
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Las palabras del Papa Francisco, quien dijo que él no era nadie para juzgar a los homosexuales, tuvieron reacciones distintas en el mundo.
Las “declaraciones del papa sobre los homosexuales, aunque en gran medida simbólicas, son un gran paso en la dirección correcta”, informó Catholics United, una organización católica progresista estadounidense, muy crítica de la jerarquía
César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, dijo que en las “declaraciones del Papa se puede advertir una disminución de la intensidad en el enfrentamiento que ha tenido históricamente el Vaticano con respecto a las personas homosexuales”.
“Da un poco de esperanza sobre un eventual cambio de posición de la Iglesia Católica. (...) Esperamos un poco más de apertura hacia nuestras diferencias”, comentó Marco Castillo, activista por los derechos homosexuales y líder del Movimiento Diversidad en Costa Rica.
“Un destello de luz en la oscuridad”, definió el colectivo homosexual uruguayo Ovejas Negras, la postura del Papa.
LA VOZ DEL EXPERTO
La doctrina de la Iglesia no cambia
Santiago Martínez Sáez (escritor, teólogo e investigador por la Universidad Panamericana)
El discurso del Papa Francisco no cambia la doctrina de la Iglesia. Dice lo de siempre, que la homosexualidad es una inclinación que mientras no se lleve a la práctica no es pecado. Que tenemos los derechos humanos y los del evangelio como mandamientos.
Un homosexual no tiene la tendencia sexual común. Se le llama así cuando se realiza conscientemente contra la naturaleza. Hoy está científicamente demostrado que es curable, en el sentido de controlar o dominar la tendencia. Toda persona tiene una dignidad natural y una sobrenatural, al ser creado a imagen y voluntad de Dios.
Hay que respetar a estas personas que luchan, tienen un trato normal y comulgan todos los días, que deben controlarse. Que respeten la dignidad humana y la dignidad del otro. Hay que hacer que la persona se respete a sí misma. Muchas veces podrá caer y tropezar, pero nadie está vetado del amor de Dios.
Lo importante es que no se puede tolerar una especie de dictadura de las minorías. En Estados Unidos, los homosexuales no alcanzan 3% de la población. No se puede hacer que un grupo de personas dicte las normas de conducta a las mayorías.
En el Vaticano trabajan como cuatro mil personas. En un bosque la mayoría de los árboles están sanos, pero no todos. Lo que la gente pedía lo hizo Benedicto XVI; un documento de cómo hay que actuar frente a una persona que se sospecha es homosexual: tolerancia cero. Cuando tienes un enfermo hay que curarlo. Como tienes un número tan pequeño, no vale hacer de una minoría un drama. Se ha deformado la realidad. Hay que buscar la verdad.
Esa fue la declaración polémica, durante una entrevista que le realizaron los periodistas que viajaron con él en el avión desde Río de Janeiro hasta Roma, como conclusión de la visita apostólica que cumplió la semana pasada a Brasil con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Justo el sábado, un día antes de terminar su peregrinaje por la nación más grande de Sudamérica, frente a los cientos de miles de católicos congregados en las playas de Copacabana se registró una protesta a favor del casamiento homosexual y el aborto legal, que los medios de comunicación cubrieron con gran despliegue.
Entre varios temas, el líder católico se refirió al llamado “lobby homosexual” que él mismo reconoció su existencia en el Vaticano, hace algunas semanas en un encuentro privado con religiosos de América Latina. Cabe recordar que el 11 de junio pasado la cúpula de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos difundió en el sitio reflexionyliberacion.cl, el siguiente texto: “Se habla del ‘lobby gay’, y es verdad, está ahí... hay que ver qué podemos hacer...”, atribuyendo las declaraciones al Obispo de Roma.
Sobre el espinoso tema, señaló el Pontífice: “Se escribe tanto del lobby gay en la Santa Sede, pero aún no tengo una carpeta con la identidad de quien sería parte. El problema es hacer lobby de cualquier tendencia: lobby política, lobby masónica y también lobby gay”.
Sostuvo que el problema para la Iglesia no es la tendencia, ya que los homosexuales “son hermanos”. Estableció que cuando “uno se encuentra perdido así debe ser ayudado” e insistió “se debe distinguir si es una persona de bien”.
El Catecismo de la Iglesia Católica señala: “La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura, que los presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’. Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso. Un número apreciable de hombres y mujeres presenta tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
Sobre este tema, su predecesor, el Papa Benedicto XVI, firmó un documento en 2005 según el cual los hombres con profundas tendencias homosexuales no deberían ser sacerdotes. Francisco se mostró mucho más conciliador al insistir que los sacerdotes homosexuales deberían ser perdonados y sus pecados olvidados.
RESPUESTA
Tras niños robados en Argentina
La Iglesia comprometió su ayuda en la búsqueda de hijos de desaparecidos robados durante la dictadura argentina (entre 1976 y 1983), luego del pedido que hicieron al Papa las Abuelas de Plaza de Mayo. El 24 de abril en la Plaza de San Pedro Francisco les dijo : “cuenten conmigo”.
• REACCIONAN A POSTURA VATICANA
Colectivos ven más tolerancia en el Pontífice
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Las palabras del Papa Francisco, quien dijo que él no era nadie para juzgar a los homosexuales, tuvieron reacciones distintas en el mundo.
Las “declaraciones del papa sobre los homosexuales, aunque en gran medida simbólicas, son un gran paso en la dirección correcta”, informó Catholics United, una organización católica progresista estadounidense, muy crítica de la jerarquía
César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, dijo que en las “declaraciones del Papa se puede advertir una disminución de la intensidad en el enfrentamiento que ha tenido históricamente el Vaticano con respecto a las personas homosexuales”.
“Da un poco de esperanza sobre un eventual cambio de posición de la Iglesia Católica. (...) Esperamos un poco más de apertura hacia nuestras diferencias”, comentó Marco Castillo, activista por los derechos homosexuales y líder del Movimiento Diversidad en Costa Rica.
“Un destello de luz en la oscuridad”, definió el colectivo homosexual uruguayo Ovejas Negras, la postura del Papa.
LA VOZ DEL EXPERTO
La doctrina de la Iglesia no cambia
Santiago Martínez Sáez (escritor, teólogo e investigador por la Universidad Panamericana)
El discurso del Papa Francisco no cambia la doctrina de la Iglesia. Dice lo de siempre, que la homosexualidad es una inclinación que mientras no se lleve a la práctica no es pecado. Que tenemos los derechos humanos y los del evangelio como mandamientos.
Un homosexual no tiene la tendencia sexual común. Se le llama así cuando se realiza conscientemente contra la naturaleza. Hoy está científicamente demostrado que es curable, en el sentido de controlar o dominar la tendencia. Toda persona tiene una dignidad natural y una sobrenatural, al ser creado a imagen y voluntad de Dios.
Hay que respetar a estas personas que luchan, tienen un trato normal y comulgan todos los días, que deben controlarse. Que respeten la dignidad humana y la dignidad del otro. Hay que hacer que la persona se respete a sí misma. Muchas veces podrá caer y tropezar, pero nadie está vetado del amor de Dios.
Lo importante es que no se puede tolerar una especie de dictadura de las minorías. En Estados Unidos, los homosexuales no alcanzan 3% de la población. No se puede hacer que un grupo de personas dicte las normas de conducta a las mayorías.
En el Vaticano trabajan como cuatro mil personas. En un bosque la mayoría de los árboles están sanos, pero no todos. Lo que la gente pedía lo hizo Benedicto XVI; un documento de cómo hay que actuar frente a una persona que se sospecha es homosexual: tolerancia cero. Cuando tienes un enfermo hay que curarlo. Como tienes un número tan pequeño, no vale hacer de una minoría un drama. Se ha deformado la realidad. Hay que buscar la verdad.