Internacional
El ejército egipcio ''no se callará'' ante problemas
Aseguran que no se quedarán tranquilos ante los insultos a las Fuerzas Armadas
EL CAIRO, EGIPTO (23/JUN/2013).- Las Fuerzas Armadas de Egipto declararon este domingo que no se quedarán calladas si el país se desliza hacia un conflicto difícil de controlar.
La declaración llega en medio de las crecientes tensiones entre partidarios y detractores del presidente egipcio, Mohamed Mursi.
En un acto cultural organizado por el Ejército, el comandante jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa egipcio, Abdel Fatah el Sisi, indicó que han evitado intervenir en la batalla política, según declaraciones difundidas por la agencia estatal de noticias Mena.
"Ahora la responsabilidad nacional y moral de las Fuerzas Armadas les obliga a interferir para prohibir que Egipto se deslice hacia el túnel del conflicto, los choques internos, la criminalidad, la discordia sectaria o el derrumbe de las instituciones del estado", advirtió Abdel Fatah.
El Sisi señaló que Egipto se encuentra en un estado de gran división, cuya continuidad supone un peligro para la seguridad del país, por lo que urgió a la reconciliación nacional.
Ante las protestas convocadas el próximo 30 de junio para exigir la renuncia de Mursi y elecciones presidenciales anticipadas, el ministro de Defensa consideró que todavía hay margen para llegar a un acuerdo entre las fuerzas políticas.
También argumentó que el Ejército ha trabajado con neutralidad total y se ha alejado de la política desde que Mursi asumiera el poder el 30 de junio de 2012.
"Asumimos la responsabilidad de proteger la voluntad del pueblo egipcio y no vamos a permitir cualquier agresión contra ella", sostuvo El Sisi, para quien la relación entre el Ejército y el pueblo es eterna.
Asimismo, rechazó que vayan a mantenerse callados frente a los insultos a las Fuerzas Armadas.
El viernes, decenas de miles de islamistas apoyaron a Mursi en una manifestación en El Cairo, en respuesta a los llamamientos de la oposición para que renuncie, cuando se aproxima el primer aniversario de su ascenso al poder.
En la última semana, se han registrados disturbios en distintos puntos del país por el polémico nombramiento de diecisiete nuevos gobernadores de provincias por parte de Mursi, algunos vinculados a los Hermanos Musulmanes.
El sábado, estallaron choques entre manifestantes y miembros del partido salafista de Al Nur frente a la sede del grupo en la ciudad de Mahala, unos 95 kilómetros al norte de El Cairo, donde un menor resultó gravemente herido.
La declaración llega en medio de las crecientes tensiones entre partidarios y detractores del presidente egipcio, Mohamed Mursi.
En un acto cultural organizado por el Ejército, el comandante jefe de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa egipcio, Abdel Fatah el Sisi, indicó que han evitado intervenir en la batalla política, según declaraciones difundidas por la agencia estatal de noticias Mena.
"Ahora la responsabilidad nacional y moral de las Fuerzas Armadas les obliga a interferir para prohibir que Egipto se deslice hacia el túnel del conflicto, los choques internos, la criminalidad, la discordia sectaria o el derrumbe de las instituciones del estado", advirtió Abdel Fatah.
El Sisi señaló que Egipto se encuentra en un estado de gran división, cuya continuidad supone un peligro para la seguridad del país, por lo que urgió a la reconciliación nacional.
Ante las protestas convocadas el próximo 30 de junio para exigir la renuncia de Mursi y elecciones presidenciales anticipadas, el ministro de Defensa consideró que todavía hay margen para llegar a un acuerdo entre las fuerzas políticas.
También argumentó que el Ejército ha trabajado con neutralidad total y se ha alejado de la política desde que Mursi asumiera el poder el 30 de junio de 2012.
"Asumimos la responsabilidad de proteger la voluntad del pueblo egipcio y no vamos a permitir cualquier agresión contra ella", sostuvo El Sisi, para quien la relación entre el Ejército y el pueblo es eterna.
Asimismo, rechazó que vayan a mantenerse callados frente a los insultos a las Fuerzas Armadas.
El viernes, decenas de miles de islamistas apoyaron a Mursi en una manifestación en El Cairo, en respuesta a los llamamientos de la oposición para que renuncie, cuando se aproxima el primer aniversario de su ascenso al poder.
En la última semana, se han registrados disturbios en distintos puntos del país por el polémico nombramiento de diecisiete nuevos gobernadores de provincias por parte de Mursi, algunos vinculados a los Hermanos Musulmanes.
El sábado, estallaron choques entre manifestantes y miembros del partido salafista de Al Nur frente a la sede del grupo en la ciudad de Mahala, unos 95 kilómetros al norte de El Cairo, donde un menor resultó gravemente herido.