Internacional

El caso de la carne de caballo, un escándalo de dimensiones europeas

El origen de la carne ha sido rastreado hasta mataderos en Rumania, la empresas afectadas ya planean demandas contra los responsables

PARÍS, FRANCIA (09/FEB/2013).- El descubrimiento de carne de caballo en lasañas  supuestamente elaboradas únicamente con carne de vacuno cuestiona una cadena  agroalimentaria muy compleja y tomó este sábado una dimensión europea en forma  de escándalo en Reino Unido, recurso a la justicia en Francia, mataderos  señalados en Rumania, investigaciones y amenazas de sanciones.  

A mediodía, el grupo agroalimentario sueco Findus anunció, a través de su  filial en Francia, que presentará una demanda contra persona desconocida,  después del descubrimiento de carne de caballo en sus productos que debían  estar elaborados solo con carne de vaca.  

"Fuimos engañados", declaró France Matthieu Lambeaux, director general de  Findus en un comunicado.  

"Hay dos víctimas en este caso: Findus y el consumidor. Presentaremos una  demanda contra persona desconocida el lunes", añadió.  

El descubrimiento de carne equina en lasañas y hamburguesas supuestamente elaboradas con  carne de vacuno provocó un escándalo en Reino Unido, donde los caballos son muy  respetados y el consumo de su carne es un tabú, y supuso la retirada el viernes  de los platos implicados en Francia, país de donde procedía la carne, y en  Suecia.

Por su parte, Spanghero, el importador de carne establecido en el suroeste  de Francia también anunció que demandará a su propio proveedor rumano.  

"Compramos carne de vacuno 'origen Europa' y la revendimos. Si se trataba  de caballo, nos querellaremos contra el proveedor rumano", declaró Barthélémy Aguerre, presidente de Spanghero, contactado por teléfono.

El presidente de Spanghero no proporcionó el nombre del proveedor rumano,  ya que aseguró que no lo tenía en esos momentos.  

El viernes por la noche, otro actor de esta compleja y larga cadena  agroalimentaria, la empresa francesa Comigel, especializada en platos cogelados  y que también suministra desde 2011 "lasañas de vacuno" a Findus, indicó que la  carne implicada en este escándalo procedía de Rumanía, via Spanghero.  

Las lasañas afectadas se preparaban en Luxemburgo en una filial de Comigel.  

Este fraude de la carne de caballo podría datar "del mes de agosto de  2012", añadió Findus desde Londres, citando una carta de su proveedor francés  Comigel.  

La empresa insistió en el hecho de que no estaba "al corriente el año  pasado del problema de contaminación con carne equina".

Por su parte, Rumanía comenzó a defenderse este sábado.  

"Estoy seguro de que el importador (francés) sabía que no era vaca, ya que  el caballo tiene un sabor, un color y una textura particulares", indicó a la  AFP Sorin Minea, presidente de la asociación Romalimenta, que agrupa a los  empresarios rumanos de la alimentación.  

Según Minea, en Rumanía existen tres mataderos que sacrifican a caballos y  exportan la carne hacia países de la Unión Europea, especialmente hacia Francia  e Italia.  

"Es una operación legal que se hace según las normas en vigor", subrayó.  

El recurso a la carne equina se debe probablemente a razones económicas. El  caballo "es menos caro que la vaca", explicó Sorin Minea.  

Por su parte, el ministerio rumano de Agricultura indicó que estaba  realizando una investigación sobre este caso.  

En Francia, la dirección de la lucha contra el fraude, que depende del  ministerio de Economía, indicó que también abrió una investigación para  identificar el origen del "engaño".  

"Todo engaño constituye un fraude que daña la confianza depositada en el  conjunto de la industria y debe ser severamente sancionado", afirmó el ministro  francés de Agricultura, Stéphane Le Foll.

El ministro británico de Medio Ambiente, Owen Paterson, celebrará este  sábado una reunión de urgencia con las autoridades sanitarias y los minoristas.  

El ministro exigió obtener resultados de aquí "a finales de la semana que  viene". También se propone abordar la delicada cuestión de la trazabilidad de  los productos, en el corazón de este escándalo. 

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