Internacional

Assange, detenido con fines de extradición

La Policía británica custodia al dueño de WikiLeaks, que debe responder a cargos por abuso sexual que ventila la justicia sueca

Assange, detenido con fines de extradición
LONDRES, INGLATERRA (08/DIC/2010).- El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, puesto bajo custodia judicial en Londres tras entregarse él mismo a la Policía, debe responder por denuncias en Suecia de delitos de abuso sexual, violación y coacción. En total, pesan cuatro cargos contra él a raíz de las relaciones sexuales que mantuvo con dos mujeres.

El actual “máximo” enemigo del Gobierno estadounidense permanecerá en prisión preventiva en Reino Unido hasta el martes 14, por orden de un tribunal londinense. El juez Howard Riddle del tribunal de Magistrados de Westminster rechazó su petición de la defensa para que concediera la libertad bajo fianza a Assange.

Con aspecto tranquilo y pálido, el acusado aseguró ante el tribunal que luchará contra su extradición a Suecia, ya que, según ha indicado también su abogado, Mark Stephens, teme que desde ahí pueda ser entregado a Estados Unidos, donde algunos políticos de ese país han llegado a pedir su ejecución.

Los problemas de Assange con la justicia sueca comenzaron el 20 de agosto, cuando una fiscal de guardia emitió la primera orden de captura por sospecha de violación. La decisión fue revocada 24 horas más tarde por la fiscal jefe, que redujo el caso a un delito menor de acoso. La fiscal superior, Marianne Ny, decidió asumir y reabrir la investigación por violación, que culminó el pasado 18 de noviembre con una nueva orden de ingreso en prisión preventiva contra él y otra orden de captura internacional.

La fiscal Gemma Lindfield, representante legal de las autoridades suecas en este proceso, especificó ante el tribunal de Westminster los cargos.

Lindfield precisó ante el juez Riddle que una mujer identificada como “Miss A”. había acusado a Assange de “coerción ilegal” en la noche del 14 de agosto. La mujer argumentó que Julian había utilizado el peso de su cuerpo para inmovilizarla con intención sexual.

El segundo cargo mantiene que Assange “acosó sexualmente” a la misma “Miss A.” al practicar el sexo con ella sin protección en contra de su “deseo expreso” de que utilizara un preservativo.

El tercer cargo que se le imputa es que, el 18 de agosto, el sospechoso “acosó deliberadamente” a la misma persona “de una manera dirigida a violar su integridad sexual”.

El cuarto y último cargo se refiere a una segunda mujer, identificada como “Miss W.”, que le acusa de haber mantenido relaciones sexuales con ella sin preservativo y mientras ella dormía, en el domicilio de ésta en Estocolmo.

En las leyes suecas, un delito sexual incluye actos que ofenden la integridad de una persona, ya sea mediante el desnudo, con palabras u otra forma.

En prisión, Assange tendrá condiciones más suaves con respecto a otros prisioneros. No tendrá que llevar uniforme carcelario y podrá recibir más visitas y tener acceso a llamadas telefónicas. En la mayoría de los casos en los que un sospechoso está bajo custodia, la extradición debe resolverse en un periodo legal de 21 días.

ANÁLISIS

Los clones

Orestes E. Díaz Rodríguez


Wikileaks ha dado jaque al rey, exponiendo secretos de su modus operandi que no resisten la luz pública. A cuentagotas se van entregando las filtraciones creando un desconcierto mayor. El rey no sabe cuál intimidad verá reflejada mañana en la prensa. Él, que manejaba el mundo a su antojo, no sabe qué crisis deberá enfrentar mañana. Lo grave es que desconoce a ciencia cierta hasta dónde hurgaron en sus confidencias. Su entorno está aturdido. Incapaz de responder con coherencia a la tormenta.

Cuando se anunciaron las primeras revelaciones sobre una guerra en un lugar remoto, súbditos del monarca pidieron a los “inconformes” que no publicaran los documentos. Fue una petición rara. Los monarcas mandan. La solicitud real no fue escuchada, a cambio recibieron sólo una condena. El monarca deploraba la decisión de dar a conocer los documentos. ¡Pero no actuó hostilmente! ¿De qué naturaleza eran entonces sus dudas? El “campeón” de la libertad de expresión se abstuvo de actuar contra ella.

La relación cambió radicalmente cuando llegó la nueva ola repleta de cotilleos diplomáticos. Si algo entusiasma al rey es actualizar constantemente el perfil de enemigos y aliados. Cuando se dirige a alguien le gusta ver hasta las vísceras. No trabaja con sorpresas, sino con certezas.

Esta vez hizo saber su condición. Un Gobierno poderoso en circunstancias que considera lesivas no lo detienen menudeces retóricas. Para eso echa mano de otros conceptos “metafísicos”: Secreto de Estado y Seguridad Nacional. El sitio rebelde fue “bombardeado” sin contemplaciones. Se le exigió a los “territorios” amigos cerrarle las puertas, si su pretensión fuese reubicarse. Apareció una demanda penal contra el cabecilla que suelen cargar todos los “incómodos”. ¡La luna de miel con el público debe cesar! El líder rebelde es un potencial violador. La Policía internacional emitió una orden de captura. El rey dejó atrás sus escrúpulos. Fue a la guerra.

¿Sobrevivirán los rebeldes? El “cabecilla” va a caer. Es cuestión de tiempo. Demasiados recursos se vuelcan en su contra. El rey ha invocado la Santa Alianza y ella le responde. No les gusta por supuesto el cotilleo de la corona, pero mucho menos que alguien decida exponerlos al público.

¿Sobrevivirá el concepto? Esa es otra cosa. Un concepto es algo muy difícil de herir o encerrar. No es retórica. Es metafísica.

Mtro. Orestes E. Díaz Rodríguez, UDG
www.orestesenrique.wordpress.com

Temas

Sigue navegando