Internacional
Abogados de EU luchan contra ley de inmigración de Alabama
Los conservadores se han quejado de que el Gobierno de Obama ha fracasado en reducir lo suficiente el flujo de inmigrantes ilegales hacia el país
BIRMINGHAM, ESTADOS UNIDOS (24/AGO/2011).- Abogados del Gobierno de Obama pidieron el miércoles a un juez federal que bloquee temporalmente la ley de inmigración de Alabama, considerada como la medida más dura del estado contra la inmigración ilegal en el país.
La ley, que entraría en vigor el 1 de septiembre, exige a la policía que detenga a personas sospechosas de permanecer de forma ilegal en Estados Unidos si esas personas no pueden presentar la documentación adecuada cuando se las detiene por cualquier razón.
La ley también convierte en delito transportar o albergar a sabiendas a un inmigrante ilegal, y requiere que las escuelas públicas determinen, al revisar certificados de nacimiento o declaraciones juradas, el estatus de residencia legal de los estudiantes al momento de la inscripción.
El Gobierno sostiene que la Constitución de Estados Unidos prohíbe a los estados adoptar medidas de inmigración que entren en conflicto con las leyes federales. Se estima que hay 11 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos.
"Es importante que el país hablé con una sola voz y esa voz pertenece a las ramas ejecutivas y al Departamento de Seguridad Nacional", dijo el fiscal general adjunto de Estados Unidos, William Orrick.
Georgia, Utah e Indiana también están defendiendo nuevas leyes de inmigración en una corte federal. El Gobierno de Obama exigió con éxito el bloqueo de la dura ley de Arizona el año pasado y los tribunales han puesto las leyes en Georgia, Utah e Indiana en suspenso.
Cecillia Wang, directora del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes ACLU, dijo que las leyes conceden a las autoridades estatales y locales derechos de gran alcance para "hallar, detener, castigar y expulsar" a personas sospechosas de ser inmigrantes ilegales.
Los conservadores se han quejado de que el Gobierno de Obama ha fracasado en reducir lo suficiente el flujo de inmigrantes ilegales hacia el país. Los intentos de reformar la política federal de inmigración no han avanzado en el Congreso de Estados Unidos.
El patrocinador del proyecto de ley sobre inmigración, el Senador del Estado de Alabama, Scott Beason, un republicano, dijo que el gobierno federal se negó a ayudar al estado con su creciente población de inmigrantes ilegales, forzando a la acción.
"Hemos pedido ayuda, pero el gobierno federal no está haciendo nada al respecto. No está siguiendo lo que dicen sus leyes", dijo.
La ley, que entraría en vigor el 1 de septiembre, exige a la policía que detenga a personas sospechosas de permanecer de forma ilegal en Estados Unidos si esas personas no pueden presentar la documentación adecuada cuando se las detiene por cualquier razón.
La ley también convierte en delito transportar o albergar a sabiendas a un inmigrante ilegal, y requiere que las escuelas públicas determinen, al revisar certificados de nacimiento o declaraciones juradas, el estatus de residencia legal de los estudiantes al momento de la inscripción.
El Gobierno sostiene que la Constitución de Estados Unidos prohíbe a los estados adoptar medidas de inmigración que entren en conflicto con las leyes federales. Se estima que hay 11 millones de inmigrantes ilegales en Estados Unidos.
"Es importante que el país hablé con una sola voz y esa voz pertenece a las ramas ejecutivas y al Departamento de Seguridad Nacional", dijo el fiscal general adjunto de Estados Unidos, William Orrick.
Georgia, Utah e Indiana también están defendiendo nuevas leyes de inmigración en una corte federal. El Gobierno de Obama exigió con éxito el bloqueo de la dura ley de Arizona el año pasado y los tribunales han puesto las leyes en Georgia, Utah e Indiana en suspenso.
Cecillia Wang, directora del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes ACLU, dijo que las leyes conceden a las autoridades estatales y locales derechos de gran alcance para "hallar, detener, castigar y expulsar" a personas sospechosas de ser inmigrantes ilegales.
Los conservadores se han quejado de que el Gobierno de Obama ha fracasado en reducir lo suficiente el flujo de inmigrantes ilegales hacia el país. Los intentos de reformar la política federal de inmigración no han avanzado en el Congreso de Estados Unidos.
El patrocinador del proyecto de ley sobre inmigración, el Senador del Estado de Alabama, Scott Beason, un republicano, dijo que el gobierno federal se negó a ayudar al estado con su creciente población de inmigrantes ilegales, forzando a la acción.
"Hemos pedido ayuda, pero el gobierno federal no está haciendo nada al respecto. No está siguiendo lo que dicen sus leyes", dijo.