Entretenimiento
Vamos al cine
El cisne negro
Nina –Natalie Portman, con 30 años y originaria de Jerusalén- es el personaje central, actriz y bailarina, sensual y astuta; agraciada con facultades y rodeada de sobreprotección que paradójicamente la convierten en víctima de su destino hacia el estrellato en la singular interpretación del cisne.
La perturbadora historia de Nina es la lucha entre su indiscutible talento y su frigidez que le impiden la conversión del Cisne negro en la pureza del Cisne blanco, a pesar del esforzado intento del director artístico -Vincent Cassel- y su madre-.
La lucha interna de la protagonista, apoyada por las secuencias de la danza, dan un ritmo excelente al drama de auto acoso mental que sufre la joven, no exenta de la envidia por su predecesora y la codicia de otra aspirante a ocupar su sitio; pero más que en lo real en la bien intencionada protección de su madre y su también bien intencionado afán del director.
Darren Aronofsky asume con responsabilidad la dirección del drama controvertido que plantea esta pieza consagrada del ballet, interpretada por Natalie Portman, tras varios años de disciplinado estudio. Por lo dicho y mucho más, la conducción del reparto y edición justifican ampliamente sus cinco nominaciones al premio de la Academia: el Oscar.
La concurrencia a ver El cisne negro es mayoritaria joven y adulto, quienes en los pasillos califican “fuertes” algunas secuencias que describen esa lucha interna del personaje en su propósito de extraer de su interior el tormento que le impide la conversión del “negro” al “blanco”, como es la trama original del cuento.
Dios nos guarde de la discordia
Síguenos en