Entretenimiento
Un tapatío en Al Jazeera
Juan Pablo Rojas es el autor del documental Over the Wheel, que se centra en el movimiento de GDL en Bici
GUADALAJARA, JALISCO (01/FEB/2013).- Esta semana el nombre de Guadalajara le dio la vuelta al mundo, luego de transmitirse en cadena internacional qatarí Al Jazeera, el documental Over the Wheel que narra las iniciativas de ciclistas urbanos y que enfatiza los problemas de movilidad en la ciudad específicamente lo grave de la mala calidad del aire que se respira.
Con una mano en el manubrio y la otra en la cámara, el director, Juan Pablo Rojas, y un intrépido equipo de fotógrafos, sonidistas y productora estuvieron durante cuatro meses siguiendo al grupo ciclista GDL en Bici, y obtuvieron vistas insólitas del paisaje ciclista de la ciudad.
En 25 minutos, el documental expone el problema de salud pública que se vive en Guadalajara al conjugar la cifra desmedida del parque vehicular, la contaminación de la ciudad y los peligros mortales que enfrentan aquellos que ven en la bicicleta una alternativa de movilidad.
La propuesta de Juan Pablo Rojas (Guadalajara 1982), a la convocatoria de Al Jazeera, fue seleccionada en febrero 2011, mientras se encontraba en Santiago de Chile cursando sus últimos meses de maestría en guión. Tras un riguroso proceso en Montevideo, la televisora escogió el planteamiento que Rojas hizo sobre la problemática ciclista tapatía para la primera serie de seis documentales en el programa de Viewfinder que pretende “dar a conocer al mundo las problemáticas del impacto de los cambios globales a nivel local”.
En su página de internet, la televisora manifiesta su interés en construir una red de cineastas locales en América Latina que puedan contar historias de sus regiones. El formato de estos documentales se caracteriza en que un personaje es el que plantea la problemática. Los otros temas seleccionados fueron el problema de los migrantes africanos en Brasil, una mujer que construye casas con Basura en Bolivia, un par de argentinos que recorren América Latina dando clases de astronomía en una pequeña comunidad en México, entre otros.
—¿En qué consistía la convocatoria y qué te hizo elegir el movimiento ciclista local?
—Al Jazeera quería historias humanas narradas por un personaje con activo, con presencia y que de alguna manera la historia tuviera conexión con audiencias en otros países, historias universales pero contadas localmente. El movimiento ciclista en Guadalajara es potente en la medida que son ciudadanos organizados que quieren hacer algo, que lo hacen por convicción, para mí es un tema del cual hay que hablar, me parece muy universal, en cualquier parte del mundo, es el poder de la ciudadanía el que puede mejorar la ciudad.
—¿Cuál fue tu impresión al trabajar con la televisora Al Jazeera?
—Son muy profesionales con ideas súper claras de lo que tienen. Y con muchas ganas de emprender; este es un proyecto nuevo para ellos. Desde el proceso de selección, Al Jazeera trajo a gente con mucha experiencia para trabajar los proyectos. Cómo el que después fue productor ejecutivo de Over the Wheel, Rodrigo Vázquez, un cineasta muy experimentado. Con él revisaba la historia, la reescribía, veíamos como la podíamos hacer mejor. Había que estar rebotando las cosas con él todo el tiempo, enriqueciendo la historia, viéndolo desde otro punto de vista. Eso hace que todo el tiempo te estés exigiendo y que desde que estés grabando uno se cuestiona, muchas veces a mí me pasó que por la emoción me iba a filmar cualquier cosa que pasaba en la ciudad y Rodrigo siempre me decía: “Pero a ver ¿cómo vamos a incluir esto en el documental?”
—¿Cómo fue haber armado un documental con Al Jazeera sobre el tema ciclista?
—Lo más fácil en un documental es abordar el tema desde un montón de personajes y perspectivas, desde qué opina el gobierno, qué opinan los ciclistas. Después llegas a la mesa de edición y lo organizas como mejor te convenga y en este caso fue más complicado por que el punto de vista debía ser desde un personaje, había que contar todo desde él y llegar a todos los lugares a donde ibas desde él, eso lo hizo muy desafiante. Tuve mucha suerte, conté con el apoyo de gente muy valiosa, pasaron muchos eventos en GDLENBICI en el tiempo de rodaje que me hicieron poder armar la historia.
—¿Cómo afectó eso tu proceso creativo?
—Me convenció el proceso, mientras más uno se detenga a analizar su proyecto, menos tengas prisa por salir a filmar y pasas más tiempo en el papel, escribiéndolo, reescribiéndolo, el resultado será mejor, eso es algo que ya traigo en la cabeza al 100. Las cámaras son baratas. Las computadoras, ya medianamente casi con cualquier computadora puedes editar, lo más fácil que hay es salir a la calle a filmar, ahora el meollo del asunto audiovisual se va a los contenidos, para hacerlos potentes. Mi punto de vista narrativo y artístico está integro, si seguí su línea editorial, pero ya basándome en esa línea editorial, todo se hizo más interesante.
—Ya lleva varios días el documental circulando en televisoras en distintas partes del mundo así como en Internet, ¿Cuáles han sido las respuestas?
—Hay gente de otras partes del mundo que se ha visto muy conmovida por el documental. Por ejemplo, recibimos un mensaje en Twiter de una persona en Indonesia diciendo que la parte de la bici blanca, le resultó súper emotivo; GDLENBICI recibió mensajes de solidaridad de Estados Unidos. Y es eso, más que hablar de cómo se hizo el documental, me interesa que haya gente que se sensibilice, que considere la bici, que se cuestione sobre las repercusiones sociales y ambientales que tiene la vida que está llevando.
PARA SABER
La bici en la ciudad
En 2011, el Copenhagenize Index del 2011 catalogó a Guadalajara como la onceava ciudad en el mundo en su lista de Bycicle Friendly Cities (Ciudades Amistosas con la Bicicleta), no por su infraestructura sino por el activismo e iniciativas que los grupos ciclistas han llevado a cabo en la ciudad. Entre los torneos de bici-polo que cada vez atraen a más jugadores de otras ciudades en el mundo que practican este deporte, los congresos internacionales sobre movilidad que se han organizado en la ciudad en los últimos años y los viajeros ciclistas que recorren el mundo y que llegan a los “warm-showers” de Guadalajara, la ciudad gana visibilidad internacional gracias a este medio de transporte.
EL INFORMADOR / MARGARITA MARÍN
Con una mano en el manubrio y la otra en la cámara, el director, Juan Pablo Rojas, y un intrépido equipo de fotógrafos, sonidistas y productora estuvieron durante cuatro meses siguiendo al grupo ciclista GDL en Bici, y obtuvieron vistas insólitas del paisaje ciclista de la ciudad.
En 25 minutos, el documental expone el problema de salud pública que se vive en Guadalajara al conjugar la cifra desmedida del parque vehicular, la contaminación de la ciudad y los peligros mortales que enfrentan aquellos que ven en la bicicleta una alternativa de movilidad.
La propuesta de Juan Pablo Rojas (Guadalajara 1982), a la convocatoria de Al Jazeera, fue seleccionada en febrero 2011, mientras se encontraba en Santiago de Chile cursando sus últimos meses de maestría en guión. Tras un riguroso proceso en Montevideo, la televisora escogió el planteamiento que Rojas hizo sobre la problemática ciclista tapatía para la primera serie de seis documentales en el programa de Viewfinder que pretende “dar a conocer al mundo las problemáticas del impacto de los cambios globales a nivel local”.
En su página de internet, la televisora manifiesta su interés en construir una red de cineastas locales en América Latina que puedan contar historias de sus regiones. El formato de estos documentales se caracteriza en que un personaje es el que plantea la problemática. Los otros temas seleccionados fueron el problema de los migrantes africanos en Brasil, una mujer que construye casas con Basura en Bolivia, un par de argentinos que recorren América Latina dando clases de astronomía en una pequeña comunidad en México, entre otros.
—¿En qué consistía la convocatoria y qué te hizo elegir el movimiento ciclista local?
—Al Jazeera quería historias humanas narradas por un personaje con activo, con presencia y que de alguna manera la historia tuviera conexión con audiencias en otros países, historias universales pero contadas localmente. El movimiento ciclista en Guadalajara es potente en la medida que son ciudadanos organizados que quieren hacer algo, que lo hacen por convicción, para mí es un tema del cual hay que hablar, me parece muy universal, en cualquier parte del mundo, es el poder de la ciudadanía el que puede mejorar la ciudad.
—¿Cuál fue tu impresión al trabajar con la televisora Al Jazeera?
—Son muy profesionales con ideas súper claras de lo que tienen. Y con muchas ganas de emprender; este es un proyecto nuevo para ellos. Desde el proceso de selección, Al Jazeera trajo a gente con mucha experiencia para trabajar los proyectos. Cómo el que después fue productor ejecutivo de Over the Wheel, Rodrigo Vázquez, un cineasta muy experimentado. Con él revisaba la historia, la reescribía, veíamos como la podíamos hacer mejor. Había que estar rebotando las cosas con él todo el tiempo, enriqueciendo la historia, viéndolo desde otro punto de vista. Eso hace que todo el tiempo te estés exigiendo y que desde que estés grabando uno se cuestiona, muchas veces a mí me pasó que por la emoción me iba a filmar cualquier cosa que pasaba en la ciudad y Rodrigo siempre me decía: “Pero a ver ¿cómo vamos a incluir esto en el documental?”
—¿Cómo fue haber armado un documental con Al Jazeera sobre el tema ciclista?
—Lo más fácil en un documental es abordar el tema desde un montón de personajes y perspectivas, desde qué opina el gobierno, qué opinan los ciclistas. Después llegas a la mesa de edición y lo organizas como mejor te convenga y en este caso fue más complicado por que el punto de vista debía ser desde un personaje, había que contar todo desde él y llegar a todos los lugares a donde ibas desde él, eso lo hizo muy desafiante. Tuve mucha suerte, conté con el apoyo de gente muy valiosa, pasaron muchos eventos en GDLENBICI en el tiempo de rodaje que me hicieron poder armar la historia.
—¿Cómo afectó eso tu proceso creativo?
—Me convenció el proceso, mientras más uno se detenga a analizar su proyecto, menos tengas prisa por salir a filmar y pasas más tiempo en el papel, escribiéndolo, reescribiéndolo, el resultado será mejor, eso es algo que ya traigo en la cabeza al 100. Las cámaras son baratas. Las computadoras, ya medianamente casi con cualquier computadora puedes editar, lo más fácil que hay es salir a la calle a filmar, ahora el meollo del asunto audiovisual se va a los contenidos, para hacerlos potentes. Mi punto de vista narrativo y artístico está integro, si seguí su línea editorial, pero ya basándome en esa línea editorial, todo se hizo más interesante.
—Ya lleva varios días el documental circulando en televisoras en distintas partes del mundo así como en Internet, ¿Cuáles han sido las respuestas?
—Hay gente de otras partes del mundo que se ha visto muy conmovida por el documental. Por ejemplo, recibimos un mensaje en Twiter de una persona en Indonesia diciendo que la parte de la bici blanca, le resultó súper emotivo; GDLENBICI recibió mensajes de solidaridad de Estados Unidos. Y es eso, más que hablar de cómo se hizo el documental, me interesa que haya gente que se sensibilice, que considere la bici, que se cuestione sobre las repercusiones sociales y ambientales que tiene la vida que está llevando.
PARA SABER
La bici en la ciudad
En 2011, el Copenhagenize Index del 2011 catalogó a Guadalajara como la onceava ciudad en el mundo en su lista de Bycicle Friendly Cities (Ciudades Amistosas con la Bicicleta), no por su infraestructura sino por el activismo e iniciativas que los grupos ciclistas han llevado a cabo en la ciudad. Entre los torneos de bici-polo que cada vez atraen a más jugadores de otras ciudades en el mundo que practican este deporte, los congresos internacionales sobre movilidad que se han organizado en la ciudad en los últimos años y los viajeros ciclistas que recorren el mundo y que llegan a los “warm-showers” de Guadalajara, la ciudad gana visibilidad internacional gracias a este medio de transporte.
EL INFORMADOR / MARGARITA MARÍN