Entretenimiento
Ricardo Margaleff prefiere la comedia de situación
El actor es parte del elenco de ''Llena de amor'', no desea ser galán de telenovela, sino ganarse el título de comediante
GUADALAJARA, JALISCO (09/JUN/2010).- “Hacer reír es sumamente complicado”, reconoce el actor Ricardo Margaleff, quien desde el pasado mes de mayo figura en el elenco de la telenovela Llena de amor al lado de Valentino Lanús y Armando Araiza, en la versión mexicana de la propuesta venezolana Mi gorda bella. Problema que ahora vive en carne propia dicha producción que a un mes de transmisiones reporta la mitad del rating que registró durante varios meses Hasta que el dinero nos separe, una historia donde los tintes cómicos eran la sazón que mantenía al público atento al desarrollo de los personajes.
Y aunque está conciente de que “los ratings suben y bajan, y lo importante es ofrecer un producto de calidad”, también es cierto que posicionarse no es tan fácil como pudiera parecer. Sin embargo Margaleff no sufre ni se acongoja, y mientras graba los capítulos de Llena de amor, que se rumora recortarán, el actor continúa con sus proyectos, y mantiene en cartelera su espectáculo Ruidos, vatos y locos, que él escribió y en el que comparte escena con Arturo Posada y Emmanuel Lira en el Mascabrothers Show Center de la Ciudad de México.
De su interés por formarse como comediante, del posible regreso de la Barra de Comedia de Televisa y de la credibilidad en el medio, es que el actor, que ha formado parte de los elencos de Al diablo con los guapos, Una familia de diez, Hermanos y Detectives y ahora Llena de amor, habla en exclusiva con este diario.
Alto, galán y fuerte, igual a protagonista
“Cada persona debe aprovechar los dotes que tiene”, reflexiona Ricardo ante la pregunta de cómo es que los papeles con tintes cómicos han llegado a sus manos. “Recuerdo que desde que empecé en esta carrera, incluso desde que estaba en teatro, recurría mucho a la comedia, y al momento de decidir por dónde andar, pensé que de 100 actores jóvenes 98 quieren ser protagonistas de telenovelas y en esta carrera si no eres alto, galán y fuerte entonces son pocas las posibilidades de hacerte de un protagónico”.
El temor a ser encasillado en Margaleff no existe, pues asegura que es la formación actoral la que lo sustenta, y lo mismo disfruta hacer melodramas que provocar la risa en el público. “He hecho tragicomedia y melodrama, y uno de los personajes más sobresalientes que tuve hace unos años fue el de Morgan en la telenovela Al diablo con los guapos, fue poco después que llegó mi papel en Una familia de diez, donde interpreté a Plutarco, y ambos personajes eran cómicos, por eso creo que la gente me ubica más como actor de comedia”.
Credibilidad en ambos géneros
Ricardo confiesa que fue gracias a Jorge Ortiz de Pinedo que decidió apostar por hacer reír, y asegura estar conciente que resulta sumamente difícil alcanzar credibilidad tanto en el drama como en la comedia, y es él quien expone un ejemplo de la complejidad de la situación. “Sé que son muy pocos los que consiguen la credibilidad en ambos géneros
pero un día escuché a Arath de la Torre, cuando estaba en La hora pico, responder a la pregunta sobre cuándo regresaría a las telenovelas y él contestó: ‘no, yo estoy muy bien haciendo comedia’, incluso en tono de broma comentó: ‘yo me quedo donde el calcetín esté dando’, y tiene razón, porque él es muy bueno en comedia, es un buen actor y esas virtudes se deben aprovechar”.
Muy versátil y creativo
“Escribo y dirijo, además estoy escribiendo un programa de televisión de mi espectáculo Ruidos, vatos y locos, estamos a punto de grabarlo, si me lo permite la producción de la novela (Llena de amor), pues dicen que regresará la Barra de Comedia de Televisa, pero nadie ha confirmado nada”, afirma el también guionista teatral, al tiempo que asegura que “me gusta el stand up comedy, un género diferente al del albur, porque aunque es algo que se da mucho en Estados Unidos y que se puede adaptar a nuestro contexto, el programa no sería de sckecthes, más bien de comedia de situación, porque la gente está un poco cansada del drama en la televisión, y del drama real que muchas veces es más crudo que el que se observa en las telenovelas”.
EL INFORMADOR/ Altagracia Lizardo Medina
“Nunca me he considerado un comediante, porque no he hecho lo suficiente para nombrarme así, más bien soy un actor que disfruta mucho de la comedia”, Ricardo Margaleff, actor
¿QUIÉN ES EL?
Incursionó en la actuación a los nueve años. Corazones al límite, Piel de otoño y Al diablo con los guapos son las telenovelas en las que ha trabajado. Una familia de diez, actuada y producida por Jorge Ortiz de Pinedo -que se transmite los sábados por el Canal de las Estrellas- lo dio conocer como actor de comedia, mientras que Llena de amor, al lado de Valentino Lanús es el proyecto que lo mantiene al aire.
Y aunque está conciente de que “los ratings suben y bajan, y lo importante es ofrecer un producto de calidad”, también es cierto que posicionarse no es tan fácil como pudiera parecer. Sin embargo Margaleff no sufre ni se acongoja, y mientras graba los capítulos de Llena de amor, que se rumora recortarán, el actor continúa con sus proyectos, y mantiene en cartelera su espectáculo Ruidos, vatos y locos, que él escribió y en el que comparte escena con Arturo Posada y Emmanuel Lira en el Mascabrothers Show Center de la Ciudad de México.
De su interés por formarse como comediante, del posible regreso de la Barra de Comedia de Televisa y de la credibilidad en el medio, es que el actor, que ha formado parte de los elencos de Al diablo con los guapos, Una familia de diez, Hermanos y Detectives y ahora Llena de amor, habla en exclusiva con este diario.
Alto, galán y fuerte, igual a protagonista
“Cada persona debe aprovechar los dotes que tiene”, reflexiona Ricardo ante la pregunta de cómo es que los papeles con tintes cómicos han llegado a sus manos. “Recuerdo que desde que empecé en esta carrera, incluso desde que estaba en teatro, recurría mucho a la comedia, y al momento de decidir por dónde andar, pensé que de 100 actores jóvenes 98 quieren ser protagonistas de telenovelas y en esta carrera si no eres alto, galán y fuerte entonces son pocas las posibilidades de hacerte de un protagónico”.
El temor a ser encasillado en Margaleff no existe, pues asegura que es la formación actoral la que lo sustenta, y lo mismo disfruta hacer melodramas que provocar la risa en el público. “He hecho tragicomedia y melodrama, y uno de los personajes más sobresalientes que tuve hace unos años fue el de Morgan en la telenovela Al diablo con los guapos, fue poco después que llegó mi papel en Una familia de diez, donde interpreté a Plutarco, y ambos personajes eran cómicos, por eso creo que la gente me ubica más como actor de comedia”.
Credibilidad en ambos géneros
Ricardo confiesa que fue gracias a Jorge Ortiz de Pinedo que decidió apostar por hacer reír, y asegura estar conciente que resulta sumamente difícil alcanzar credibilidad tanto en el drama como en la comedia, y es él quien expone un ejemplo de la complejidad de la situación. “Sé que son muy pocos los que consiguen la credibilidad en ambos géneros
pero un día escuché a Arath de la Torre, cuando estaba en La hora pico, responder a la pregunta sobre cuándo regresaría a las telenovelas y él contestó: ‘no, yo estoy muy bien haciendo comedia’, incluso en tono de broma comentó: ‘yo me quedo donde el calcetín esté dando’, y tiene razón, porque él es muy bueno en comedia, es un buen actor y esas virtudes se deben aprovechar”.
Muy versátil y creativo
“Escribo y dirijo, además estoy escribiendo un programa de televisión de mi espectáculo Ruidos, vatos y locos, estamos a punto de grabarlo, si me lo permite la producción de la novela (Llena de amor), pues dicen que regresará la Barra de Comedia de Televisa, pero nadie ha confirmado nada”, afirma el también guionista teatral, al tiempo que asegura que “me gusta el stand up comedy, un género diferente al del albur, porque aunque es algo que se da mucho en Estados Unidos y que se puede adaptar a nuestro contexto, el programa no sería de sckecthes, más bien de comedia de situación, porque la gente está un poco cansada del drama en la televisión, y del drama real que muchas veces es más crudo que el que se observa en las telenovelas”.
EL INFORMADOR/ Altagracia Lizardo Medina
“Nunca me he considerado un comediante, porque no he hecho lo suficiente para nombrarme así, más bien soy un actor que disfruta mucho de la comedia”, Ricardo Margaleff, actor
¿QUIÉN ES EL?
Incursionó en la actuación a los nueve años. Corazones al límite, Piel de otoño y Al diablo con los guapos son las telenovelas en las que ha trabajado. Una familia de diez, actuada y producida por Jorge Ortiz de Pinedo -que se transmite los sábados por el Canal de las Estrellas- lo dio conocer como actor de comedia, mientras que Llena de amor, al lado de Valentino Lanús es el proyecto que lo mantiene al aire.