Reaprende a ver el cine con 'Resucitando a Hassan'
El cineasta Carlo Guillermo Proto compite por el mejor largometraje documental
GUADALAJARA, JALISCO (14/MAR/2017).- El cineasta chileno-canadiense Carlo Guillermo Proto presentó en el FICG su documental “Resucitando a Hassan”, con el cual compite en la sección para mejor Largometraje Iberoamericano Documental, y en el que retrata la vida de una familia de invidentes que se dedican a cantar en el metro de Montreal. Sobre el origen de este proyecto, el director platicó en entrevista que los conoció al verlos cantar en el metro: “Tienen una voz increíble, maravillosa. Cantan como ángeles, es ridículo, nunca había escuchado a una persona cantar así. Me quedé impactado, perdí un metro, otro metro, viéndolos cantar”.
Carlo Guillermo sospechó que había una historia detrás de ellos: “Me les acerqué y comenzamos a hablar. Colaboramos en un cortometraje que hice en la escuela. Me comentaron que debía hacer un largo con esta familia, pero hubo problemas. Hice mi primer largometraje, “El Huaso”; cuando lo terminé y empecé a girar con esa película me llamó el papá”. El padre de la familia le solicitaba volver a trabajar, para contar la historia de la muerte de uno de los hijos.
Para el cineasta, trabajar con tres actores invidentes fue muy diferente: “Tiene sus ventajas, pero también dificultades. Como son ciegos es difícil moverse con ellos. Solos se mueven bien, pero cuando tienen un equipo de sonido, cámaras y todo, es muy complicado. Como son ciegos, generalmente en los documentales pedimos que no miren a la cámara, también en ficción: pero ellos pueden estar en dirección a la cámara sin problema, nos podemos acercar más”. Además, tuvo que replantear la definición del cine para transmitírselas: “Les expliqué el cine de manera física. Para enseñarles cómo se mueve la cámara estuvimos en una habitación: les pedí que escucharan mi voz mientras caminaba, para mostrarles cómo se mueve visualmente la cámara. Recreamos una manera de ver el cine, que a ellos nadie se los dice”. Ello representó también un nuevo aprendizaje para él mismo: “Es ver que el cine tiene maneras distintas. Fue muy enriquecedor en ese sentido. Hace pensar de una manera distinta, hay que contar el cuento de una manera diferente. Ellos viven en un mundo donde toda la gente puede ver, son la minoría, y el cine es para esa gente. Por eso trabajamos mucho el sonido en 5.1, tiene muchas capas”.
Además, la ciudad donde se sitúa la historia (Montreal) puede ver reflejada el simbolismo de cómo nos acercamos a las personas: “Es un clima muy fuerte, es una ciudad que puede ser fea, si uno la ve por detrás: muy industrial, con la nieve como barro… Pero la primera vez que cae la nieve es increíble, es como un sueño. Simbólicamente así es la familia: uno lo mira por afuera y puede tener una idea negativa, pero si nos acercamos vemos la riqueza increíble, una vida y una energía increíble”.