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Música, sonido... ¡y acción!

La pianista musicalizó en vivo la película 'Ramona', protagonizada por Dolores del Río, como parte de las primeras actividades del FICG

GUADALAJARA, JALISCO (07/MAR/2016).- El cine no se trata de imágenes únicamente, también la música interviene como un elemento que intensifica los sentimientos plasmados en la pantalla a través de personajes y escenarios que cautivan al espectador. Es por ello que la pianista Deborah Silberer regresa cada año al Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) para demostrar como es que las notas musicales se transforman en un protagonista más, en especial cuando se trata de una película muda como la de “Ramona”, filme que fuera protagonizado por Dolores del Río en 1928 bajo la dirección de Edwin Carewe y que la pianista —nacida en Bucarest, Rumania—, musicalizó en vivo como parte de las primeras actividades del encuentro cinéfilo.

La pianista destaca que musicalizar una película requiere de una investigación previa para conocer con exactitud la intensión que las notas sonoras deben tener para enriquecer los diálogos y propósitos de los personajes y situaciones, pero en esta ocasión representó un reto particular ya que no había tenido oportunidad de ver el filme de Dolores del Río, por lo que hacer latir al piano en vivo durante la proyección representó la oportunidad de demostrar el porqué es considerada una de las mejores compositoras del medio.

“Esto es un poco inhabitual, casi siempre tengo la posibilidad de ver las películas antes pero ahora no fue así, creo que salió muy bien. Recurro mucho a la parte de la memoria, de lo que ya ha quedado registrado en mi cerebro de otras experiencias, pero me encanta estos retos, poner a prueba mi habilidad. Fue una buena experiencia”.

Rompe esquemas

Deborah Silberer puntualiza que constantemente lucha contra el estigma de ser encasillada como una música especializada en películas mudas, por lo que el FICG también le significa una plataforma para dar a conocer proyectos paralelos y que espera poder traer a Guadalajara en un futuro próximo, como la colaboración que actualmente prepara con la ingeniera de sonido belga, Christine Verschorren, para el espectáculo “Ginisberries”.

“Soy un músico totalmente redondo, quiero ser parte del mundo de los vivos, no solamente de películas mudas. El próximo proyecto está pensando en un formato más de electroacústica, Verschorren es una artista del sonido, el piano va a seguir pero sus entradas van a estar corrompidas, el piano de transforma en un híbrido raro en el escenario, en sus sonidos y eso me fascina. Esto es un universo muy personal”.

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