Entretenimiento
Maná ofrece concierto lleno de matices
Lluvia al corazón, Eres mi religión, Labios compartidos y En el muelle de San Blas, fueron algunas de las piezas que sonaron en el encuentro
MONTERREY, NUEVO LEÓN (24/OCT/2011).- Después de tres años de no presentarse en Monterrey, Maná volvió a esta ciudad donde deleitó a 11 mil personas con un espectáculo lleno matices.
Durante el concierto en un centro de espectáculos, la agrupación admitió extrañar al público regio.
Lluvia al corazón, Oye mi amor, Manda una señal, Eres mi religión, Labios compartidos y En el muelle de San Blas, fueron algunas de las piezas que sonaron en el encuentro.
En medio de cortinas blancas que ascendían y descendían, juegos pirotécnicos y hasta fuego, además de su música, con un legado de más de 20 años, Maná demostró que su gira Drama y luz seguirá sorprendiendo al resto de América Latina.
En medio de un juego sencillo de luces, alrededor de ocho violinistas se adueñaron del tono principal de la canción Vuela libre paloma, la cual Fher dedicó a su madre.
A medio show, dentro de la Arena Monterrey, la agrupación trajo al escenario a Adrián, un chico de 14 años, para echarse un palomazo con el grupo.
Además, se abrió un espacio de bohemias, en el que el público tuvo la oportunidad de interactuar más de cerca con el grupo, dado a que Maná apareció en una “isla” en medio de la arena, para que los asistentes pudieran disfrutar de canciones como Si no te hubieras ido y Vivir sin aire.
El baterista de la banda, Alex González, tuvo la oportunidad de brindar un espacio excepcional, en el que demostró su talento musical, pues dejó ver que no sólo sentado se puede tocar, sino también parado arriba de su silla y de espaldas a la batería.
Y así, con talento joven y en medio de un show lleno de sorpresas, una de las admiradoras también tuvo la oportunidad de cantar al lado de la agrupación, que al final se despidió haciendo una reverencia al público.
Durante el concierto en un centro de espectáculos, la agrupación admitió extrañar al público regio.
Lluvia al corazón, Oye mi amor, Manda una señal, Eres mi religión, Labios compartidos y En el muelle de San Blas, fueron algunas de las piezas que sonaron en el encuentro.
En medio de cortinas blancas que ascendían y descendían, juegos pirotécnicos y hasta fuego, además de su música, con un legado de más de 20 años, Maná demostró que su gira Drama y luz seguirá sorprendiendo al resto de América Latina.
En medio de un juego sencillo de luces, alrededor de ocho violinistas se adueñaron del tono principal de la canción Vuela libre paloma, la cual Fher dedicó a su madre.
A medio show, dentro de la Arena Monterrey, la agrupación trajo al escenario a Adrián, un chico de 14 años, para echarse un palomazo con el grupo.
Además, se abrió un espacio de bohemias, en el que el público tuvo la oportunidad de interactuar más de cerca con el grupo, dado a que Maná apareció en una “isla” en medio de la arena, para que los asistentes pudieran disfrutar de canciones como Si no te hubieras ido y Vivir sin aire.
El baterista de la banda, Alex González, tuvo la oportunidad de brindar un espacio excepcional, en el que demostró su talento musical, pues dejó ver que no sólo sentado se puede tocar, sino también parado arriba de su silla y de espaldas a la batería.
Y así, con talento joven y en medio de un show lleno de sorpresas, una de las admiradoras también tuvo la oportunidad de cantar al lado de la agrupación, que al final se despidió haciendo una reverencia al público.