Entretenimiento
Jorge Álvarez alcanza la libertad creativa
Un día nació una canción y no tenía yo letra, entonces le hablé a José Fors, amigo mío, le dije 'tengo una melodía, ¿le quieres poner letra?' Me dijo 'claro que sí', se la mandé, nunca la escuché hasta que llegó al estudio a grabarla
INFORMADOR-GUADALAJARA - JALISCO - (02/NOV/2011).- Dejó de escuchar otras voces para obedecer a su creatividad, se quitó prejuicios y permitió que fluyera el arte mismo
por medio de él, de Jorge Álvarez, y el resultado de esta independencia musical podrá escucharse el próximo viernes en un primer (y por el momento único) concierto en la Alianza Francesa de Guadalajara, y de esa manera hará oficial su nueva producción: No lugar.
El artista visual y músico comenzó a gestar su álbum de manera involuntaria, y al concretar su idea pidió a una decena y media de artistas locales que colaboraran en ciertas piezas que concebía y ellos musicalizaban o le daban letra y voz.
"Otra cosa que se me ocurrió es que yo no quería cantar todas las canciones y que no todas fueran cantadas. Un día nació una canción y no tenía yo letra, entonces le hablé a José Fors, amigo mío, le dije 'tengo una melodía, ¿le quieres poner letra?' Me dijo 'claro que sí', se la mandé, nunca la escuché hasta que llegó al estudio a grabarla y como es José de perfeccionista a la primera le salió, escuchar su voz y la letra fue impresionante", recuerda el también conocido como "Coco" Álvarez.
Luego de que vio el resultado de su música con José Fors invitó a los guitarristas Javier Martín del Campo y Juan Pedro Vachez, los bateristas Daniel Kitroser y Pierre Chaurand, el teclista Servando Ayala, el saxofonista José Luis Guerrero, a Ernesto Pérez en el bajo y Carlos Vilches en el contrabajo. Así como al flautista de la OFJ Cuauhtémoc García, y las voces de Inés Vachez y Vera Concilion.
"Respeté mucho su creatividad y yo estoy satisfecho con los resultados, me solté, manejé un pedacito del camino y lo solté y luego lo volví a encontrar con ellos más adelante", explica sobre el proceso con los músicos, quienes al imprimir su estilo dejan como resultado piezas muy distintas entre sí, pero según su gestor, con una columna vertebral compartida.
"En lo común es que fueron espontáneas, sin tratar de aferrarme a un estilo, a un mensaje, siento que cada canción se creó a sí misma y yo fui como la antena receptora, yo estuve ahí para captar el momento".
Espacio de transición
El peculiar nombre de la placa obedece a la reflexión que escuchó de una actriz que hablaba de un 'no lugar' como un espacio de transición y de paz, en el que Álvarez se sintió profundamente identificado y decidió titular así su placa, pues retrata un lapso de ficción.
"Una canción te puede llevar a las calles de Camboya con una guitarra viciando por sí sola con campanas tibetanas que le puse encima, eso es un 'no lugar' porque es imposible juntar todo eso, oírlo en un lugar está cañón", comenta.
Con esta nueva e inusitada entrega musical "siento que me estoy soltando, de la ciudad, de mi país, de mis conceptos, de mis prejuicios, eso me dio la primera pauta, no me dio un compromiso a ver si pega, me dio muchísima libertad (...) es como sorprenderme de mis propios hallazgos".
Las piezas de No lugar en conjunto suenan a Jorge Álvarez, ese es el género según le dijo el mezclador del disco Tuti Perales, y así como tocó las fibras más entrañables de "Coco" es como desea que sea recibida por sus escuchas.
"Me encantaría que vayan con la mente abierta, que puedan escuchar una pieza con los ojos cerrados sin esperar demasiado y que estén abiertos a las posibilidades como yo lo hice en el disco. No tenemos siempre que ir esperando algo preconcebido sino darnos siempre la chance del asombro" y es a lo que invita a vivir en su concierto, donde estarán a la venta las únicas 100 copias de No Lugar, por el momento.
FICHA
Jorge Álvarez presenta No Lugar, con músicos invitados / 4 de noviembre 20:00 horas / Alianza Francesa de Guadalajara (López Cotilla 1199) / 100 pesos
FRASE:
"Siento que cada canción se creó a sí misma y yo fui como la antena receptora, yo estuve ahí para captar el momento", Jorge Álvarez, artista.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
El artista visual y músico comenzó a gestar su álbum de manera involuntaria, y al concretar su idea pidió a una decena y media de artistas locales que colaboraran en ciertas piezas que concebía y ellos musicalizaban o le daban letra y voz.
"Otra cosa que se me ocurrió es que yo no quería cantar todas las canciones y que no todas fueran cantadas. Un día nació una canción y no tenía yo letra, entonces le hablé a José Fors, amigo mío, le dije 'tengo una melodía, ¿le quieres poner letra?' Me dijo 'claro que sí', se la mandé, nunca la escuché hasta que llegó al estudio a grabarla y como es José de perfeccionista a la primera le salió, escuchar su voz y la letra fue impresionante", recuerda el también conocido como "Coco" Álvarez.
Luego de que vio el resultado de su música con José Fors invitó a los guitarristas Javier Martín del Campo y Juan Pedro Vachez, los bateristas Daniel Kitroser y Pierre Chaurand, el teclista Servando Ayala, el saxofonista José Luis Guerrero, a Ernesto Pérez en el bajo y Carlos Vilches en el contrabajo. Así como al flautista de la OFJ Cuauhtémoc García, y las voces de Inés Vachez y Vera Concilion.
"Respeté mucho su creatividad y yo estoy satisfecho con los resultados, me solté, manejé un pedacito del camino y lo solté y luego lo volví a encontrar con ellos más adelante", explica sobre el proceso con los músicos, quienes al imprimir su estilo dejan como resultado piezas muy distintas entre sí, pero según su gestor, con una columna vertebral compartida.
"En lo común es que fueron espontáneas, sin tratar de aferrarme a un estilo, a un mensaje, siento que cada canción se creó a sí misma y yo fui como la antena receptora, yo estuve ahí para captar el momento".
Espacio de transición
El peculiar nombre de la placa obedece a la reflexión que escuchó de una actriz que hablaba de un 'no lugar' como un espacio de transición y de paz, en el que Álvarez se sintió profundamente identificado y decidió titular así su placa, pues retrata un lapso de ficción.
"Una canción te puede llevar a las calles de Camboya con una guitarra viciando por sí sola con campanas tibetanas que le puse encima, eso es un 'no lugar' porque es imposible juntar todo eso, oírlo en un lugar está cañón", comenta.
Con esta nueva e inusitada entrega musical "siento que me estoy soltando, de la ciudad, de mi país, de mis conceptos, de mis prejuicios, eso me dio la primera pauta, no me dio un compromiso a ver si pega, me dio muchísima libertad (...) es como sorprenderme de mis propios hallazgos".
Las piezas de No lugar en conjunto suenan a Jorge Álvarez, ese es el género según le dijo el mezclador del disco Tuti Perales, y así como tocó las fibras más entrañables de "Coco" es como desea que sea recibida por sus escuchas.
"Me encantaría que vayan con la mente abierta, que puedan escuchar una pieza con los ojos cerrados sin esperar demasiado y que estén abiertos a las posibilidades como yo lo hice en el disco. No tenemos siempre que ir esperando algo preconcebido sino darnos siempre la chance del asombro" y es a lo que invita a vivir en su concierto, donde estarán a la venta las únicas 100 copias de No Lugar, por el momento.
FICHA
Jorge Álvarez presenta No Lugar, con músicos invitados / 4 de noviembre 20:00 horas / Alianza Francesa de Guadalajara (López Cotilla 1199) / 100 pesos
FRASE:
"Siento que cada canción se creó a sí misma y yo fui como la antena receptora, yo estuve ahí para captar el momento", Jorge Álvarez, artista.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ