Entretenimiento
Inmadurez social y la pérdida de la inocencia
La adolescencia como desventaja es la premisa de Vaho, una cinta que también refleja la identidad de un sector de la sociedad
MORELIA, MICHOACÁN.- Un suceso los enfrenta a la realidad de manera abrupta. José, Felipe y Andrés comparten aventuras y habitan en el mismo barrio: Iztapalapa, en la Ciudad de México, un sitio con costumbres arraigadas que sirve como marco para contar la historia que el director Alejandro Gerber plasma en la pantalla durante 115 minutos. Vaho lleva por nombre la película que compite en la sección de largometraje mexicano en la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, cuya jornada culmina el próximo 11 de octubre.
La actriz Martha Aura (Arráncame la vida y El libro de piedra), aunque no lleva el rol principal, asegura estar agradecida por la oportunidad de trabajar en un filme donde se muestra un poco de las raíces de nuestro país, incluidas algunas de sus problemáticas, esto al margen de la historia de tres adolescentes que deben enfrentar la culpa por haber provocado el linchamiento de un hombre. “No es la primera vez que trabajo con Alejandro Gerber, y esta ocasión es especial. Me gustó la película, y aunque no llevo el rol protagónico me pareció importante trabajar con un elenco tan talentoso”, afirmó emocionada Martha Aura, quien lo mismo ha hecho televisión que cine.
Las bases de la historia
El rodaje de Vaho, según afirma el realizador, les tomó ocho semanas de trabajo en algunos puntos importantes del barrio de Iztapalapa, incluyendo el sitio donde cada año se lleva a cabo la Pasión de Cristo por parte de los habitantes del lugar, situación que incluye la trama, al igual que escasez de agua que allá se padece.
La historia tiene tres ideas motoras. La primera se refiere al enfrentamiento con la madurez. La segunda aborda lo que significa la pérdida de la inocencia, “y la tercera se refiere a nuestra inmadurez social”, afirma el director egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.
También confiesa Gerber que para conformar el elenco realizó un casting atípico, pues en lugar de convocar a actores, primero definió los personajes y después visitó cuantos talleres actorales pudo. Una vez que los identificó, los citó para trabajar en los papeles y dio libre paso a la improvisación. “Quisimos encontrar a los personajes, que fueran lo más reales posibles. Trabajamos mucho. Ensayamos una y otra vez durante dos meses para así establecer un ambiente de confianza. Realmente fue un proceso largo de ensayos”.
Los primeros pasos
Aldo Estuardo, Francisco Godínez y Roberto Mares llevan los roles principales en una película que cuenta cinco historias, resultado de un guión que tomó cerca de cinco años en concluirse. “Empecé en 2005 a escribir el guión, y aunque tenía claras las estructuras narrativas, tuvieron que pasar dos años y medio de trabajo de escritura para concluir con lo que ahora tenemos, fueron varios tratamientos”, comenta Gerber, al tiempo que asegura que Vaho busca distribución en México, puesto que después que la cinta visite el festival Rotterdam en enero, emprenderá un recorrido por Estados Unidos y Canadá, gracias a una iniciativa de The Global Film Initiative, una promotora cultural que vio en Vaho un claro interés por difundir parte de las raíces mexicanas .
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina
La actriz Martha Aura (Arráncame la vida y El libro de piedra), aunque no lleva el rol principal, asegura estar agradecida por la oportunidad de trabajar en un filme donde se muestra un poco de las raíces de nuestro país, incluidas algunas de sus problemáticas, esto al margen de la historia de tres adolescentes que deben enfrentar la culpa por haber provocado el linchamiento de un hombre. “No es la primera vez que trabajo con Alejandro Gerber, y esta ocasión es especial. Me gustó la película, y aunque no llevo el rol protagónico me pareció importante trabajar con un elenco tan talentoso”, afirmó emocionada Martha Aura, quien lo mismo ha hecho televisión que cine.
Las bases de la historia
El rodaje de Vaho, según afirma el realizador, les tomó ocho semanas de trabajo en algunos puntos importantes del barrio de Iztapalapa, incluyendo el sitio donde cada año se lleva a cabo la Pasión de Cristo por parte de los habitantes del lugar, situación que incluye la trama, al igual que escasez de agua que allá se padece.
La historia tiene tres ideas motoras. La primera se refiere al enfrentamiento con la madurez. La segunda aborda lo que significa la pérdida de la inocencia, “y la tercera se refiere a nuestra inmadurez social”, afirma el director egresado del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.
También confiesa Gerber que para conformar el elenco realizó un casting atípico, pues en lugar de convocar a actores, primero definió los personajes y después visitó cuantos talleres actorales pudo. Una vez que los identificó, los citó para trabajar en los papeles y dio libre paso a la improvisación. “Quisimos encontrar a los personajes, que fueran lo más reales posibles. Trabajamos mucho. Ensayamos una y otra vez durante dos meses para así establecer un ambiente de confianza. Realmente fue un proceso largo de ensayos”.
Los primeros pasos
Aldo Estuardo, Francisco Godínez y Roberto Mares llevan los roles principales en una película que cuenta cinco historias, resultado de un guión que tomó cerca de cinco años en concluirse. “Empecé en 2005 a escribir el guión, y aunque tenía claras las estructuras narrativas, tuvieron que pasar dos años y medio de trabajo de escritura para concluir con lo que ahora tenemos, fueron varios tratamientos”, comenta Gerber, al tiempo que asegura que Vaho busca distribución en México, puesto que después que la cinta visite el festival Rotterdam en enero, emprenderá un recorrido por Estados Unidos y Canadá, gracias a una iniciativa de The Global Film Initiative, una promotora cultural que vio en Vaho un claro interés por difundir parte de las raíces mexicanas .
EL INFORMADOR / Altagracia Lizardo Medina