Entretenimiento
El agridulce adiós de un mariachi
El ex director musical del Mariachi Vargas de Tecalitlán recibió un homenaje póstumo en el Teatro Degollado en el que participaron diversas personalidades musicales
GUADALAJARA, JALISCO (26/ABR/2016).- Lágrimas sí, pero también aplausos, sonrisas y mucho canto. Así se despidió a José Martínez, ex director musical del Mariachi Vargas de Tecalitlán, en el Teatro Degollado. El recinto abrió sus puertas para rendirle homenaje a uno de los impulsores más destacados de la música vernácula en México, luego de que el pasado sábado falleciera por complicaciones de salud.
“Pepe”, como era conocido en el gremio mariachero, fue recordado emotivamente, entre anécdotas y canciones, por docenas de mariachis que acudieron a decirle adiós al que también fuera fundador de orquestas como el Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán. Y es que un hueco como el que deja José Martínez será complicado de llenar en la música que nos identifica alrededor del mundo.
La peculiar ceremonia de cuerpo presente albergó no sólo a sus hijos: Rosario, Pepe, Javier y Felipe, y su esposa Ángela, también amigos y músicos que compartieron la genialidad compositora e instrumental de “Pepe” Martínez, pues el público también tuvo la oportunidad de sumarse a la despedida a la par que los mariachis entonaban las canciones más preciadas del también llamado “maestro del mariachi”.
Despedida llena de melancolía, como los buenos boleros rancheros, y de alegría, que se escuchó gracias a los sones.
Con fortaleza y voz inquebrantable, su hijo “Pepe” se mantuvo al pie del escenario memorando las enseñanzas de su padre, del aprendizaje y amor por la música regional que impregnó a lo largo de 40 años frente a las nuevas generaciones, del orgullo que representaba para él ser uno de los voceadores internacionales de este legado mexicano.
El Teatro Degollado lució llenó, colorido por las flores que adornaron el recinto, con el espíritu de fiesta, tal como lo hubiera querido Pepe Martínez, explicó su hijo al destacar las virtudes de su padre frente a la agrupación y de los homenajes que posteriormente vendrán para que el trabajo escénico, lírico y musical de su padre no quede en el olvido.
“Lo despedimos con su música. Él hubiera estado contentísimo con esta respuesta y más que nada que es en su casa, en el Teatro Degollado. Quizá más adelante hagamos otro homenaje aquí mismo, vamos a planearlo bien”, explicó Pepe Martínez, al destacar que en el Encuentro Internacional de Mariachi seguramente se dedicará un par de días en honor a la memoria de su padre.
Por su parte, Myriam Vachez, secretaria de Cultura Jalisco, dedicó palabras a la trayectoria de Pepe Martínez expresando la insuperable pérdida que su partida significa para la comunidad artística jalisciense y el reto que los sectores culturales tendrán para seguir difundiendo el amor por el mariachi como lo hizo en vida “el maestro”.
“Pepe fue formador y director de una gran generación, muy exigente con la calidad, hizo que nos sintiéramos orgullosos del Mariachi Vargas, de nuestra música. Pepe fue un embajador, defendió a esta música digna de tocarse en grandes escenarios. Estamos tristes pero sabemos que dejó sembrada esta semilla y sus sucesores seguirán dándonos mucho orgullo”.
Tras dos horas y media de música al interior del Teatro Degollado, mudo testigo de la despedida de uno de los iconos de la música regional, el cuerpo de don Pepe Martínez fue trasladado a la Catedral de Guadalajara, siguiendo la tradición de cargar el féretro por su familiares y amigos, quienes no dudaron en entonar diversas canciones acompañados del mariachi, mientras el cortejo fúnebre avanzaba a lo largo de la Plaza Liberación y a la vez que recibía aplausos y porras por parte de los asistentes.
“Pepe”, como era conocido en el gremio mariachero, fue recordado emotivamente, entre anécdotas y canciones, por docenas de mariachis que acudieron a decirle adiós al que también fuera fundador de orquestas como el Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán. Y es que un hueco como el que deja José Martínez será complicado de llenar en la música que nos identifica alrededor del mundo.
La peculiar ceremonia de cuerpo presente albergó no sólo a sus hijos: Rosario, Pepe, Javier y Felipe, y su esposa Ángela, también amigos y músicos que compartieron la genialidad compositora e instrumental de “Pepe” Martínez, pues el público también tuvo la oportunidad de sumarse a la despedida a la par que los mariachis entonaban las canciones más preciadas del también llamado “maestro del mariachi”.
Despedida llena de melancolía, como los buenos boleros rancheros, y de alegría, que se escuchó gracias a los sones.
Con fortaleza y voz inquebrantable, su hijo “Pepe” se mantuvo al pie del escenario memorando las enseñanzas de su padre, del aprendizaje y amor por la música regional que impregnó a lo largo de 40 años frente a las nuevas generaciones, del orgullo que representaba para él ser uno de los voceadores internacionales de este legado mexicano.
El Teatro Degollado lució llenó, colorido por las flores que adornaron el recinto, con el espíritu de fiesta, tal como lo hubiera querido Pepe Martínez, explicó su hijo al destacar las virtudes de su padre frente a la agrupación y de los homenajes que posteriormente vendrán para que el trabajo escénico, lírico y musical de su padre no quede en el olvido.
“Lo despedimos con su música. Él hubiera estado contentísimo con esta respuesta y más que nada que es en su casa, en el Teatro Degollado. Quizá más adelante hagamos otro homenaje aquí mismo, vamos a planearlo bien”, explicó Pepe Martínez, al destacar que en el Encuentro Internacional de Mariachi seguramente se dedicará un par de días en honor a la memoria de su padre.
Por su parte, Myriam Vachez, secretaria de Cultura Jalisco, dedicó palabras a la trayectoria de Pepe Martínez expresando la insuperable pérdida que su partida significa para la comunidad artística jalisciense y el reto que los sectores culturales tendrán para seguir difundiendo el amor por el mariachi como lo hizo en vida “el maestro”.
“Pepe fue formador y director de una gran generación, muy exigente con la calidad, hizo que nos sintiéramos orgullosos del Mariachi Vargas, de nuestra música. Pepe fue un embajador, defendió a esta música digna de tocarse en grandes escenarios. Estamos tristes pero sabemos que dejó sembrada esta semilla y sus sucesores seguirán dándonos mucho orgullo”.
Tras dos horas y media de música al interior del Teatro Degollado, mudo testigo de la despedida de uno de los iconos de la música regional, el cuerpo de don Pepe Martínez fue trasladado a la Catedral de Guadalajara, siguiendo la tradición de cargar el féretro por su familiares y amigos, quienes no dudaron en entonar diversas canciones acompañados del mariachi, mientras el cortejo fúnebre avanzaba a lo largo de la Plaza Liberación y a la vez que recibía aplausos y porras por parte de los asistentes.