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Con sed de sangre

‘Noche eterna’ es la nueva serie, donde Juan Manuel Bernal y Andrés Palacios se convierten en vampiros

MÉXICO.- Los vampiros están por llegar a la Ciudad de México y vienen con mucha sed... Está el que desea el poder a toda costa ( Juan Manuel Bernal) y la que busca venganza hacia los humanos (Andrea Noli).

Pero también el buena onda (Andrés Palacios) y, por supuesto, la doctora que busca una cura (Marimar Vega).

Todos ellos forman parte de la serie Noche eterna, producción original de Televisión Azteca, que iniciará transmisiones el mes próximo.

“Son vampiros modernos, son vampiros que usan celulares y coche. Ven la tele, el único problema es que cuando empieza a amanecer se tienen que guardar y eso es lo que mi personaje (Ariel) no acepta”, explica Bernal.

La serie fue rodada durante mes y medio en llamados nocturnos, bajo la dirección del cineasta Enrique Arroyo, ferviente fan de esos seres.

“Finalmente tiene tono de melodrama, porque hay buenos y malos, pero buscamos otro tono. Hay peleas entre vampiros, vuelan, hay muchas escenas de acción.

“Cuando son vampiros sabes que son seres que sufren y deben dejar lo que aman por ser como son, eso es lo que ha gustado siempre”, explica Arroyo.

El personaje de Andrés Palacios es un ejemplo de esta idea: “Me llamo Darío, un vampiro que al final se reivindica, quizá por ello es tan entrañable. Creo que la serie tiene la misma esencia de las telenovelas, la única diferencia es la duración”.

Para caracterizar a los vampiros se les debió poner pupilentes traídos de Estados Unidos que mostraran su ira. También colmillos de distintos tipos, pues dependiendo del personaje, las encías eran más visibles.

Y como en cualquier producción de terror, los integrantes de ésta tuvieron que pasar por sucesos raros, como meterse a unos pasillos en un hospital viejo, y las lámparas se apagaban sin explicación.

Andrea Noli debió descender a una fosa real de metro y medio de profundidad, en el Panteón de Dolores.

“Es como si te metiera en una tina de agua helada: el primer paso es el más difícil. Lo intenté varias veces hasta que conseguí acostarme en la tumba. Cerraron la tumba y en un momento alcancé a ver un poquito de luz mientras desde afuera le pegaban a la caja. Fue aterrador pero lo conseguí”, relata.

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