Economía

Salarios, insuficientes para comprar lo más necesario

Las dificultades económicas obligan a que las amas de casa trabajen para ayudar a sus esposos en el gasto del hogar

GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2014).- Comprar lo mínimo necesario para que coma una familia urbana de cuatro personas, cuesta cinco mil 60 pesos, en el promedio actual de México, pero si a esto se le suma la canasta básica no alimentaria, que incluye gastos de transporte público, educación y salud, el monto se va hasta 10 mil 345 pesos.

En contraste, según el salario promedio con el que los patrones registran a sus trabajadores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, el ingreso medio en Jalisco es de ocho mil 401 pesos por mes.

Pero estas canastas apenas incluyen, por ejemplo, 155 gramos diarios de tortilla, seis de pasta para sopa, 103 de diferentes carnes, o un gasto promedio de dos pesos diarios en productos de limpieza de la casa y 0.20 centavos en artículos de esparcimiento.

Ante esta diferencia entre el gasto mínimo y los salarios, es más común tanto que ambos padres de familia trabajen y busquen una segunda o hasta tercera fuente de ingresos, señala Alicia Tinoco, profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México.

“Los trabajadores, muchos de ellos en la situación más difícil y precaria, tienen que doblarse o triplicarse; entonces tienen más que un rol, ya no son una clase en sí: es obrero, pero también es vendedor ambulante, empleado en una empresa informal, o vendedor por catálogo”, explica la doctora en Ciencias Sociales y coordinadora del libro “El trabajo en las sociedades actuales. Condiciones y ambientes laborales, salud y vida cotidiana”.

“Además, la mayor parte de los trabajadores en esa situación de precariedad tienen que sumar a más integrantes de la casa para completar lo básico de la economía”.

Y es que, agrega Ignacio Román Morales, investigador en el Departamento Economía, Administración y Finanzas del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), incluso cuando se habla de productos alimentarios y no alimentarios tan básicos como esos, simplemente el ingreso de uno de los integrantes de la familia no es suficiente: “Si relacionas no solo el consumo alimentario sino el consumo no alimentario, tienes que ganar cerca de dos ingresos para poder consumir una canasta básica”.

“Las condiciones estructurales de las características del empleo, del ingreso y de la distribución están siendo cada vez más raquíticas para una mayor cantidad de gente. Estamos teniendo un país con mayores problemas de polarización y, casi en consecuencia, de riesgos de estallidos de cualquier tipo”.

Para Martín Romero Morett, jefe del Departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara, todo esto es consecuencia el rezago de varios lustros en el crecimiento del país.

“Este país necesitaría crecer en un millón 200 mil empleos por año, pero hay años en los que se alcanzan apenas 400 mil (...) Se van a emplear en lo que sea, en lo que haya, en lo que se pueda: cuidar banquetas, vender en los tianguis… o, de plano, en la delincuencia y el narcotráfico porque la economía no está ofreciendo un empleo ni oportunidad de estudiar”.

FRASES

"
Varios de los trabajadores tienen que doblar o triplicar (labores): es obrero, pero también es vendedor ambulante, también empleado en una empresa informal, también vendedor por catálogo… "

Alicia Tinoco,
investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México.

"No creo que el aumento al salario mínimo signifique algo positivo para los empleados (como lo propone el PAN, por ejemplo) sino algo negativo porque algunos empresarios podrían subir precios, además de que muchas cosas están atadas al salario mínimo. Como lo son los pagos a créditos "

Martín Romero Morett,
académico de la UdeG.

PERIODO 2010-2012
Estados con más crecimiento de la pobreza


Pobreza extrema

Estado Porcentaje

Colima 63.9%

Nayarit 49.6%

Quintana Roo 39.5%

Nuevo León 36.1%

Distrito Federal 13.9%

Jalisco 13.7%

Pobreza

Nayarit 20%

Quintana Roo 19.4%

Nuevo León 13.9%

Jalisco 10.3%

México 9.2%

FUENTE: Coneval.

CAPACITACIÓN
Antes que más sueldo, más productividad: Coparmex


Antes de hablar de un aumento en los sueldos se debe buscar la manera de que las empresas sean más productivas, recomienda José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Jalisco. Esto es, que produzcan más con los mismos recursos, por ello los trabajadores deben estar más capacitados.

“Hay un México de empresas medianas y grandes que es muy productivo, y esa productividad los lleva a ser competitivos no sólo en Jalisco sino internacionalmente. Esas empresas aportan una productividad muy importantes en Jalisco y el país”.

Por otra parte, “las micro y pequeñas empresas son poco productivas y hay que ayudarlas a ser mejores, apostarle a sus colaboradores a crecer”.

Pero es el “tercer México”, que es el informal, el que está restando la productividad al país, por lo que el Gobierno debe buscar medidas más adecuadas para invitar a la formalidad a quienes operan fuera de ella.

“Si queremos aminorar la informalidad, lo que tenemos que hacer es llevar a los negocios de la informalidad a que pasen a ser empresas”.

VOCES
Sin oportunidades


Como carpintero, su marido gana lo suficiente para cubrir las necesidades básicas, pero sólo cuando hay empleo. El problema es que desde hace siete meses que los encargos no llegan con la frecuencia necesaria.

Así, el pasado viernes María de los Ángeles se fue a las oficinas del Servicio Nacional del Empleo para ver si hay alguna oportunidad.

María se fue al Centro de Guadalajara sólo con lo del pasaje y salió no muy convencida de lo que le dijeron: que en Canadá podría haber una oportunidad para alguien de las habilidades y conocimientos de su marido.

María no entiende algunos programas sociales, como los que regalan televisiones ante el próximo apagón analógico: “Ahora también vi en el Auditorio Benito Juárez que les están regalando muchas pantallas a todos. Yo les digo: ‘Yo, con que me regalaran una despensa ahorita sería feliz’”.

María de los Ángeles Aguilar, (ama de casa).

Todavía el año pasado, la gente que paseaba por el Centro tapatío le pedía que le bolearan los zapatos. Ahora, por cada 10 que lo hacían sólo llegan cuatro.

“La gente ahorita económicamente ya no está bien, últimamente las cosas están más caras, ya gana uno menos, la cuestión económica está bajando más. Ya mejor mucha gente prefiere comprar su grasa, su crema y bolearse en su casa”.

Por ello, para recuperar un poco de lo perdido, José Luis colocó una mesita con dulces al lado de su silla para tratar de llevar lo suficiente de dinero para él, su esposa y sus tres hijos: “Tanto la mujer como el hombre ya deben trabajar para que, más o menos, ahí nos la pasemos. Si no, no la hacemos en cuestión económica”.

José Luis Pérez, (aseador de calzado).

En pobreza, 53 de cada 100 mexicanos

En México, las cifras más recientes del Coneval muestran que en 2012 estaban en condición de pobreza 53 de cada 100 mexicanos, mientras que 20 de cada 100 lo estaban en pobreza extrema. Por eso, las autoridades han decidido focalizar los programas sociales a los sectores con mayor necesidad.

“Pensar en una política de desarrollo social que no implique el desarrollo del ingreso es insuficiente”, responde Enrique Minor, director de Planeación y Normatividad de la Política de Evaluación del Coneval.

De la misma forma, Román Morales, académico del ITESO, afirma que, como se están llevando a cabo, estos programas acarrean importantes riesgos.

“Si no hay una capacidad adecuada, estable, digna, de generación de empleo, de acceso a la tierra, de acceso al crédito para los micro y pequeños productores; si no tienes una política de defensa del micro y pequeño productor o del comercializador frente a las empresa gigantes, por mucho que hagas políticas focalizadas, el problema de fondo no lo estás atacando. Estos núcleos se convierten tan extremadamente dependientes de esas transferencias que son muy fácilmente ‘coptables’ para actividades políticas perversas”.

LA VOZ DEL EXPERTO
Políticas equivocadas incrementan precios

Jorge Arzate
(investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México).

Que la canasta básica alimentaria y no alimentaria se aleje cada vez más de muchos mexicanos tiene que ver con años de política económica y social equivocadas, considera Jorge Arzate, profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México. Expresa que hay una mala distribución no solamente del ingreso sino de las oportunidades en México, además con el desmantelamiento de lo que pudo ser un estado de bienestar.

“Vemos que ya no hay un sistema de pensiones, que se privatizó; el sistema educativo tiene graves problemas, igual que el sistema de salud. Hay un enorme desequilibrio regional en el país y, ciertamente, en los últimos años, más bien desde la crisis del capitalismo de 2008, la población ha perdido capacidad de compra. También la reforma hacendaria le ha pegado; en conjunto con el alza de las gasolinas, el alza de los alimentos… es una espiral de acciones, de procesos que tienen como resultado la ampliación de la vulnerabilidad de la población a gran escala”.

Aunque hay un incremento de las políticas compensatorias, como Prospera (antes, Oportunidades), la Cruzada Nacional contra el Hambre y más apoyos del Sistema Nacional de Becas, aún quedan severas dudas de si realmente estas políticas podrán detener los procesos de precarización.

Además, aunque es complicado por sus varias décadas de inercia, parte de la solución sí pasa por un aumento en los ingresos de los mexicanos, incluyendo al salario mínimo.

“El salario mínimo a nivel mundial, sobre todo en los países capitalistas avanzados, es un salario que sirve para vivir dignamente, pero en nuestro país el salario mínimo se contuvo desde hace más de dos décadas y el resultado es que, el que tenemos, es ridículo y no sirve para vivir. El salario mínimo es un acto de justicia social fundamental en todas las sociedades y es un acto de justicia redistributiva”.

Abren el debate sobre el salario mínimo

La viabilidad de aumentar el salario mínimo fue uno de los debates que propusieron los actores políticos este año. El Partido Acción Nacional (PAN) pidió una consulta popular sobre este tema en 2015, pero en octubre pasado la propuesta fue rechazada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Argumentó que el tema se relaciona con los ingresos y gastos del Estado, un asunto prohibido por la propia Constitución para este tipo de consultas.

Por otra parte, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, no quita el dedo del renglón y el 5 de diciembre presentó su propuesta de aumento de este ingreso a la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, con la que pretende llegue a los 82 pesos diarios a partir del próximo año.

El director de Planeación y Normatividad de la Política de Evaluación del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Enrique Minor, indica que estas propuestas merecen un análisis más profundo al que actualmente se le da, pues subirlo sólo para cubrir las líneas de bienestar no sería suficiente.

Señala que es cierto, como señala el sector empresarial, que un aumento en el salario tiene que acompañarse de una mayor productividad pero tampoco es tan sencillo como indican los patrones, porque no pueden exigir mayor productividad un trabajador al que no capacitan o no le dan las herramientas necesarias para que produzca más.

“Tú no puedes pedirle mayor productividad a un taller o a un trabajador que no cuenta con las herramientas”.

Martín Romero Morett, académico de la UdeG, subraya que aunque un aumento en el ingreso de los trabajadores es urgente, la manera en la que se propone subir el mínimo le parece hasta demagógica, es decir, que sólo pretende ganar el apoyo popular mediante promesas y halagos.

“No creo que ese aumento signifique algo positivo para los trabajadores. Algunos empresarios podrían subir precios, además de que muchas cosas están atadas al salario mínimo (como los pagos a créditos, por ejemplo). En esa materia, cada empresa debería ser consciente y, de acuerdo con su situación, aumentar el salario de sus trabajadores”.

LA CIFRA

5,060 pesos al mes, recursos que se necesitan para comprar lo mínimo necesario para que coma una familia urbana (cuatro personas).

10,345 pesos al mes, recursos necesarios para pagar alimentos, transporte público, educación y salud para una familia urbana (cuatro personas).

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