Economía
Rechazan que la especulación financiera cause altos precios en alimentos
Gerardo Cruz Vasconcelos, señaló, que los precios internacionales de los granos permanecerán altos en la medida en que la demanda continúe desbordando la oferta.
MÉXICO.- La disminución en los inventarios mundiales de granos resta crédito a la hipótesis de que la especulación impulsada por la inversión financiera en los commodities es la causante de los elevados precios, afirmó el IMEF.
El integrante del Comité Técnico Nacional de Estudios Económicos del organismo, Gerardo Cruz Vasconcelos, expuso que el débil crecimiento de la oferta de granos y los extraordinarios aumentos en la demanda propician que los inventarios de cereales hayan caído a sus niveles más bajos desde 1980.
Todo indica, señaló, que los precios internacionales de los granos permanecerán altos "en la medida en que la demanda continúe desbordando la oferta".
Indicó que de las dos crisis que afectan a la economía global, la crediticia y la alimentaria, la segunda es la más preocupante porque los elevados precios de los alimentos lesionan a los más pobres, quienes destinan 75 por ciento de su ingreso a este rubro.
Los elevados precios de estos commodities han sido propiciados por los fuertes aumentos en el ingreso per cápita en China, India y otros países emergentes que elevaron la demanda de alimentos, sobre todo animales, detalló.
El especialista del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) planteó que al destinarse una mayor superficie a estos productos se reduce el área cultivada de otros, como los cereales para consumo humano.
A través del estudio "Los precios de los commodities", consideró que la producción subsidiada de biocombustibles por parte de Estados Unidos ha disparado la demanda de maíz y ciertas oleaginosas.
Señaló que de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de que los biocombustibles sólo representan 1.5 por ciento de la oferta total de combustibles líquidos, su elaboración ha requerido casi la mitad del aumento en el consumo de los principales granos alimentarios en 2006-2007.
De esta forma, agregó, diversas fuerzas han eslabonado los precios de los energéticos, las materias primas industriales y los granos, destacando el rápido crecimiento económico de los países emergentes, las restricciones de oferta de diversos energéticos, la debilidad del dólar y las presiones inflacionarias globales.
El integrante del Comité Técnico Nacional de Estudios Económicos del organismo, Gerardo Cruz Vasconcelos, expuso que el débil crecimiento de la oferta de granos y los extraordinarios aumentos en la demanda propician que los inventarios de cereales hayan caído a sus niveles más bajos desde 1980.
Todo indica, señaló, que los precios internacionales de los granos permanecerán altos "en la medida en que la demanda continúe desbordando la oferta".
Indicó que de las dos crisis que afectan a la economía global, la crediticia y la alimentaria, la segunda es la más preocupante porque los elevados precios de los alimentos lesionan a los más pobres, quienes destinan 75 por ciento de su ingreso a este rubro.
Los elevados precios de estos commodities han sido propiciados por los fuertes aumentos en el ingreso per cápita en China, India y otros países emergentes que elevaron la demanda de alimentos, sobre todo animales, detalló.
El especialista del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) planteó que al destinarse una mayor superficie a estos productos se reduce el área cultivada de otros, como los cereales para consumo humano.
A través del estudio "Los precios de los commodities", consideró que la producción subsidiada de biocombustibles por parte de Estados Unidos ha disparado la demanda de maíz y ciertas oleaginosas.
Señaló que de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de que los biocombustibles sólo representan 1.5 por ciento de la oferta total de combustibles líquidos, su elaboración ha requerido casi la mitad del aumento en el consumo de los principales granos alimentarios en 2006-2007.
De esta forma, agregó, diversas fuerzas han eslabonado los precios de los energéticos, las materias primas industriales y los granos, destacando el rápido crecimiento económico de los países emergentes, las restricciones de oferta de diversos energéticos, la debilidad del dólar y las presiones inflacionarias globales.