Economía
Inconformidad ante plan de estímulo; es imperfecto, dice Obama
El senado convocó una sesión vespertina para debatir acuerdo entre los republicanos moderados y la Casa Blanca
WASHINGTON.- Barack Obama y los republicanos en el Senado se enfrentaron agriamente el sábado por su colosal e histórico plan de recuperación económica, trazado por el presidente, luego de que los estados y las escuelas perdieron decenas de miles de millones de dólares, eliminados del proyecto en un acuerdo de última hora alcanzado la noche anterior.
La medida, que contempla 827.000 millones de dólares como estímulo para la economía, está camino a su aprobación en el Senado el martes, a pesar de la oposición firme de los republicanos y la decepción de algunos demócratas, entre ellos el propio Obama, quien calificó el plan de imperfecto. El siguiente paso ahora lo constituyen las negociaciones entre la Cámara de Representantes y el Senado, que mantienen un desacuerdo sobre los fondos para financiar descuentos a los impuestos y los programas de educación y ayuda para los gobiernos locales.
"No podemos permitirnos el tener al enemigo perfecto de lo absolutamente necesario'', dijo Obama en su discurso semanal por radio e internet, en un tono pragmático que no solía ser escuchado por sus seguidores liberales durante la campaña.
Sin embargo, el popular mandatario, que ha visto a seis de cada 10 electores aprobar su desempeño hasta ahora, aprovechó para recordar a los republicanos que fueron los demócratas, no ellos, quienes resultaron victoriosos en las elecciones de noviembre.
Horas después, el Senado convocó a una poco acostumbrada sesión vespertina, para debatir en torno al acuerdo entre los republicanos moderados y la Casa Blanca logrado el viernes. Fue un inusitado ejemplo de cooperación encaminado a lograr la aprobación del plan, sumando unos cuantos votos republicanos a los de la mayoría demócrata.
El acuerdo con el grupo republicano encabezado por Susan Collins, la Casa Blanca y sus aliados en el Senado elimina unos 108.000 millones de dólares del plan de Obama, incluyendo recortes en proyectos que con seguridad le darían impulso a la economía, como los 40.000 millones de dólares en ayuda a los gobiernos estatales para educación y otros programas.
Sin embargo, retiene elementos que posiblemente no tendrían un gran impacto, como los 650 millones para ayudar a la gente sin televisión por cable a recibir señales digitales en sus televisores análogicos o los 1.000 millones destinados a resolver algunos problemas del censo para el 2010.
Uno de los recortes más difíciles de aceptar para la presidencia y sus aliados lo fueron los 40.000 millones de dólares en ayuda a los estados, dinero que de acuerdo con los economistas representa una forma relativamente eficiente de animar la economía al prevenir despidos, suspensiones en los servicios o alzas de impuestos.
"Reduce el número de conceptos estimulantes, como la ayuda fiscal a los estados... y los sustituye principalmente con algunos amplios descuentos a los impuestos que no tienen mucha efectividad como estímulos'', dijo Bob Greenstein, fundador del Centro de Prioridades en el Presupuesto y Políticas, de corte liberal. "Así que nuestro resultado neto es un plan que rinde menos''.
Independientemente de todos los recortes, el plan mantiene la idea esencial de Obama, estructurada para resolver la peor recesión en varias generaciones al combinar cientos de miles de millones de dólares en inversión a fin de alentar las compras por parte del sector público, con descuentos a los impuestos diseñados para incrementar el consumo de los particulares.
Las negociaciones dejaron en el paquete 70.000 millones para abordar la cuestión del llamado impuesto mínimo alternativo, con el cual se busca evitar que las familias se vean afectadas por incrementos hacendarios que promedien alrededor de 2.300 dólares. El problema de todas formas iba a ser abordado en el curso del año y los economistas del Congreso han señalado que el hacerlo ahora tiene un impacto sorprendentemente pequeño en la economía.
Aunque apoyan de manera pública el plan, funcionarios de la Casa Blanca y los principales dirigentes demócratas han expresado su decepción ante los recortes acordados, entre ellos casi 20.000 millones de dólares para la construcción y reparación de escuelas, así como de instalaciones universitarias. Con esos fondos, pudieron haberse generado muchos empleos en el área de la construcción.
La medida, que contempla 827.000 millones de dólares como estímulo para la economía, está camino a su aprobación en el Senado el martes, a pesar de la oposición firme de los republicanos y la decepción de algunos demócratas, entre ellos el propio Obama, quien calificó el plan de imperfecto. El siguiente paso ahora lo constituyen las negociaciones entre la Cámara de Representantes y el Senado, que mantienen un desacuerdo sobre los fondos para financiar descuentos a los impuestos y los programas de educación y ayuda para los gobiernos locales.
"No podemos permitirnos el tener al enemigo perfecto de lo absolutamente necesario'', dijo Obama en su discurso semanal por radio e internet, en un tono pragmático que no solía ser escuchado por sus seguidores liberales durante la campaña.
Sin embargo, el popular mandatario, que ha visto a seis de cada 10 electores aprobar su desempeño hasta ahora, aprovechó para recordar a los republicanos que fueron los demócratas, no ellos, quienes resultaron victoriosos en las elecciones de noviembre.
Horas después, el Senado convocó a una poco acostumbrada sesión vespertina, para debatir en torno al acuerdo entre los republicanos moderados y la Casa Blanca logrado el viernes. Fue un inusitado ejemplo de cooperación encaminado a lograr la aprobación del plan, sumando unos cuantos votos republicanos a los de la mayoría demócrata.
El acuerdo con el grupo republicano encabezado por Susan Collins, la Casa Blanca y sus aliados en el Senado elimina unos 108.000 millones de dólares del plan de Obama, incluyendo recortes en proyectos que con seguridad le darían impulso a la economía, como los 40.000 millones de dólares en ayuda a los gobiernos estatales para educación y otros programas.
Sin embargo, retiene elementos que posiblemente no tendrían un gran impacto, como los 650 millones para ayudar a la gente sin televisión por cable a recibir señales digitales en sus televisores análogicos o los 1.000 millones destinados a resolver algunos problemas del censo para el 2010.
Uno de los recortes más difíciles de aceptar para la presidencia y sus aliados lo fueron los 40.000 millones de dólares en ayuda a los estados, dinero que de acuerdo con los economistas representa una forma relativamente eficiente de animar la economía al prevenir despidos, suspensiones en los servicios o alzas de impuestos.
"Reduce el número de conceptos estimulantes, como la ayuda fiscal a los estados... y los sustituye principalmente con algunos amplios descuentos a los impuestos que no tienen mucha efectividad como estímulos'', dijo Bob Greenstein, fundador del Centro de Prioridades en el Presupuesto y Políticas, de corte liberal. "Así que nuestro resultado neto es un plan que rinde menos''.
Independientemente de todos los recortes, el plan mantiene la idea esencial de Obama, estructurada para resolver la peor recesión en varias generaciones al combinar cientos de miles de millones de dólares en inversión a fin de alentar las compras por parte del sector público, con descuentos a los impuestos diseñados para incrementar el consumo de los particulares.
Las negociaciones dejaron en el paquete 70.000 millones para abordar la cuestión del llamado impuesto mínimo alternativo, con el cual se busca evitar que las familias se vean afectadas por incrementos hacendarios que promedien alrededor de 2.300 dólares. El problema de todas formas iba a ser abordado en el curso del año y los economistas del Congreso han señalado que el hacerlo ahora tiene un impacto sorprendentemente pequeño en la economía.
Aunque apoyan de manera pública el plan, funcionarios de la Casa Blanca y los principales dirigentes demócratas han expresado su decepción ante los recortes acordados, entre ellos casi 20.000 millones de dólares para la construcción y reparación de escuelas, así como de instalaciones universitarias. Con esos fondos, pudieron haberse generado muchos empleos en el área de la construcción.