Economía
Grecia, bajo presión por nuevo plan de recortes
El gobierno griego se verá en apuros ante el cierre de paquetes de recortes bianual
ATENAS, GRECIA (09/SEP/2012).- La "troika" de acreedores internacionales de Grecia (UE, FMI y BCE) presionará al gobierno griego para que cierre un paquete de recortes bianual y cumpla así una condición indispensable para seguir recibiendo asistencia financiera.
Los inspectores de las cuentas griegas enviados por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional iniciaron el viernes una serie de encuentros entre bastidores en Atenas y habrán de examinar cuidadosamente documentos confeccionados por el ministro de Finanzas Yannis Sturnaras durante una reunión este domingo a las 13H00 GMT.
Se trata de intentar precisar las medidas económicas que permitan recortar 11 mil 500 millones de euros en 2013 y 2014, a cambio de un rescate financiero, pero el gobierno tiene dificultades para lograrlo, ya que estas medidas, que conllevarán nuevos sacrificios para la población, provocan desacuerdos dentro de la coalición gubernamental formada en junio.
Para intentar superar esos desacuerdos, el primer ministro conservador Antonis Samaras se reunirá a las 16H00 GMT con sus aliados, el socialista Evangelos Venizelos y el dirigente de izquierda moderada Fotis Kuvelis.
Para los medios de comunicación griegos, la troika reclama cambios en el anteproyecto griego que prevé nuevos recortes en los sueldos del sector público, una reducción de los gastos sociales y de salud y nuevas disminuciones de pensiones.
Así, según estos medios, la troika considera que aún faltan recortes por unos dos mil millones de euros, por lo cual desea que se despidan funcionarios, algo que Atenas se niega a hacer.
Los socios y acreedores también presionan para que se reprima más el fraude fiscal, se aceleren las privatizaciones y se siga liberalizando el mercado laboral.
"La clave es que el gobierno restablezca su credibilidad (...) e implemente las necesarias reformas estructurales", indicó por su parte el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, en una entrevista publicada el domingo por el semanario To Vima.
Samaras recordó el sábado que la zona euro y el FMI supeditan la asistencia financiera a las medidas adoptadas por el país y se fijó como prioridad obtener "un informe positivo" de la troika sobre los esfuerzos para sanear el erario público.
El gobierno espera obtener dicho informe en octubre, cuando presente su nuevo plan al parlamento, lo cual le brindaría más argumentos para lograr que se tome en consideración su pedido de alargar el plazo dos años más, o sea hasta 2016, para implementar el ajuste presupuestario.
En este contexto, la jefa de gobierno de Alemania, Angela Merkel, parece más dispuesta que antes a aceptar que se adapte el programa griego, según el semanario alemán Spiegel. El ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, quien viajará a Atenas el jueves, también parece dispuesto a aceptarlo.
Por su parte, más de 12 mil manifestantes salieron a las calles este sábado por la noche en Salónica (norte) para protestar contra las nuevas medidas de austeridad reclamadas a Grecia.
Los manifestantes denunciaron la intensificación de la austeridad, tras más de dos años de recortes que hicieron caer el nivel de vida un 35%, según reconoció el propio gobierno, e hicieron estallar el índice de desempleo, que afecta a casi un cuarto de la población activa.
"Muy pronto la inmensa mayoría del pueblo griego va a reaccionar", lanzó Alexis Tsipras, jefe de Syriza, principal partido de la oposición (izquierda radical), que goza de buenos índices de aprobación, según los sondeos, frente al gobierno de coalición.
Los inspectores de las cuentas griegas enviados por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional iniciaron el viernes una serie de encuentros entre bastidores en Atenas y habrán de examinar cuidadosamente documentos confeccionados por el ministro de Finanzas Yannis Sturnaras durante una reunión este domingo a las 13H00 GMT.
Se trata de intentar precisar las medidas económicas que permitan recortar 11 mil 500 millones de euros en 2013 y 2014, a cambio de un rescate financiero, pero el gobierno tiene dificultades para lograrlo, ya que estas medidas, que conllevarán nuevos sacrificios para la población, provocan desacuerdos dentro de la coalición gubernamental formada en junio.
Para intentar superar esos desacuerdos, el primer ministro conservador Antonis Samaras se reunirá a las 16H00 GMT con sus aliados, el socialista Evangelos Venizelos y el dirigente de izquierda moderada Fotis Kuvelis.
Para los medios de comunicación griegos, la troika reclama cambios en el anteproyecto griego que prevé nuevos recortes en los sueldos del sector público, una reducción de los gastos sociales y de salud y nuevas disminuciones de pensiones.
Así, según estos medios, la troika considera que aún faltan recortes por unos dos mil millones de euros, por lo cual desea que se despidan funcionarios, algo que Atenas se niega a hacer.
Los socios y acreedores también presionan para que se reprima más el fraude fiscal, se aceleren las privatizaciones y se siga liberalizando el mercado laboral.
"La clave es que el gobierno restablezca su credibilidad (...) e implemente las necesarias reformas estructurales", indicó por su parte el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, en una entrevista publicada el domingo por el semanario To Vima.
Samaras recordó el sábado que la zona euro y el FMI supeditan la asistencia financiera a las medidas adoptadas por el país y se fijó como prioridad obtener "un informe positivo" de la troika sobre los esfuerzos para sanear el erario público.
El gobierno espera obtener dicho informe en octubre, cuando presente su nuevo plan al parlamento, lo cual le brindaría más argumentos para lograr que se tome en consideración su pedido de alargar el plazo dos años más, o sea hasta 2016, para implementar el ajuste presupuestario.
En este contexto, la jefa de gobierno de Alemania, Angela Merkel, parece más dispuesta que antes a aceptar que se adapte el programa griego, según el semanario alemán Spiegel. El ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, quien viajará a Atenas el jueves, también parece dispuesto a aceptarlo.
Por su parte, más de 12 mil manifestantes salieron a las calles este sábado por la noche en Salónica (norte) para protestar contra las nuevas medidas de austeridad reclamadas a Grecia.
Los manifestantes denunciaron la intensificación de la austeridad, tras más de dos años de recortes que hicieron caer el nivel de vida un 35%, según reconoció el propio gobierno, e hicieron estallar el índice de desempleo, que afecta a casi un cuarto de la población activa.
"Muy pronto la inmensa mayoría del pueblo griego va a reaccionar", lanzó Alexis Tsipras, jefe de Syriza, principal partido de la oposición (izquierda radical), que goza de buenos índices de aprobación, según los sondeos, frente al gobierno de coalición.