Economía
Fracasa lista de 150 precios congelados
El consumidor tiene una mayor restricción de su gasto, debido a la elevada inflación de alimentos
DISTRITO FEDERAL, MÉXICO.- La lista de los 150 productos que elaboró la Confederación de Cámaras Industriales (
Concamin) y que Felipe Calderón, presidente de México, anunció en junio pasado, no sirvió prácticamente de nada.
Los precios de los productos que conforman la canasta básica de consumo (que mide Banco de México) crecieron 6.55% en julio, el nivel más alto desde enero de 2005.
En la primera quincena de agosto, los precios de los alimentos procesados crecieron 9.5% y los alimentos en su conjunto (procesados y no procesados) aumentaron 9.28%. Sirvió de algo la lista de los 150 productos congelados?
No, comenta Carlos Cotos, director general de la agencia investigadora del consumo masivo LatinPanel México; "es como querer ponerle puertas al campo", dijo.
El especialista consideró que existen dos factores clave en el fracaso de la lista: el primero es que es difícil monitorear los precios desde que salen del proveedor y comienzan la ruta por la cadena que termina en el consumidor final.
El segundo punto en contra es que una lista de 150 productos no acota el problema, porque el universo es de más de 2 mil productos. "Creo que sí es importante para las familias que puedan acceder a esas condiciones, pero finalmente el impacto que puedes tener a la hora de controlar el impacto del consumo masivo de un país es bastante marginal", en opinión de Cotos.
Alejandro Calvillo, director general de El Poder del Consumidor, comentó que la lista se parece más a la promoción de ciertos productos procesados, que a una verdadera ayuda al consumidor final. "No estaba incluida la leche; tampoco fueron tomados en cuenta el pollo, los granos; entonces parecía más una lista de productos de ciertas empresas", comentó.
A decir de Calvillo, los mercados ahora colocan el precio de cuartos de kilogramo, porque anunciar el precio del kilo refleja el alto costo de los alimentos. El directivo consideró que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no cuenta con los medios para hacer una verificación integral de los precios, además de no contar con los medios informativos para orientar el consumo.
La lectura es que el consumidor sigue preocupado por factores como la elevada inflación de alimentos e incertidumbre sobre el rumbo de la economía, lo cual se ha traducido en una mayor restricción de su gasto, sobre todo a rubros discrecionales, aseguran los especialistas.
Los precios de los productos que conforman la canasta básica de consumo (que mide Banco de México) crecieron 6.55% en julio, el nivel más alto desde enero de 2005.
En la primera quincena de agosto, los precios de los alimentos procesados crecieron 9.5% y los alimentos en su conjunto (procesados y no procesados) aumentaron 9.28%. Sirvió de algo la lista de los 150 productos congelados?
No, comenta Carlos Cotos, director general de la agencia investigadora del consumo masivo LatinPanel México; "es como querer ponerle puertas al campo", dijo.
El especialista consideró que existen dos factores clave en el fracaso de la lista: el primero es que es difícil monitorear los precios desde que salen del proveedor y comienzan la ruta por la cadena que termina en el consumidor final.
El segundo punto en contra es que una lista de 150 productos no acota el problema, porque el universo es de más de 2 mil productos. "Creo que sí es importante para las familias que puedan acceder a esas condiciones, pero finalmente el impacto que puedes tener a la hora de controlar el impacto del consumo masivo de un país es bastante marginal", en opinión de Cotos.
Alejandro Calvillo, director general de El Poder del Consumidor, comentó que la lista se parece más a la promoción de ciertos productos procesados, que a una verdadera ayuda al consumidor final. "No estaba incluida la leche; tampoco fueron tomados en cuenta el pollo, los granos; entonces parecía más una lista de productos de ciertas empresas", comentó.
A decir de Calvillo, los mercados ahora colocan el precio de cuartos de kilogramo, porque anunciar el precio del kilo refleja el alto costo de los alimentos. El directivo consideró que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no cuenta con los medios para hacer una verificación integral de los precios, además de no contar con los medios informativos para orientar el consumo.
La lectura es que el consumidor sigue preocupado por factores como la elevada inflación de alimentos e incertidumbre sobre el rumbo de la economía, lo cual se ha traducido en una mayor restricción de su gasto, sobre todo a rubros discrecionales, aseguran los especialistas.