Economía
China reitera no cederá a presión externa para apreciar yuan
Francia, India, Brasil y Estados Unidos han expresado repetidamente quejas contra la llamada 'guerra de divisas' que podría marcar la agenda de la próxima cumbre del G-20
PARÍS, FRANCIA (17/FEB/2011).- El gobernador del banco central de
China, Zhou Xiaochuan, dijo el jueves que será Beijing quien decida el ritmo de la apreciación del yuan, sin tener en consideración las presiones de otros países.
En la víspera de una reunión de los ministros de Finanzas del G-20 en París, India y Brasil se han unido a Estados Unidos a la hora de expresar sus preocupaciones sobre el bajo valor de la moneda china.
"La presión externa nunca ha sido un factor importante a considerar y nunca hemos prestado demasiado atención a ello", dijo Zhou antes de la reunión.
"Dependemos más de nada de nuestro criterio (...) para ajustar el yuan de forma independiente", agregó. "Desde nuestro punto de vista, para la sanidad de nuestros sistema financiero necesitamos reformarlo para hacerlo más flexible", sostuvo.
Las quejas de India y de Brasil son incómodas para Beijing, que ya está acostumbrado a enfrentar las críticas de Estados Unidos sobre su tipo de cambio, pero que se ha perfilado como un aliado natural de los países emergentes.
En respuesta a la presión internacional, China siempre ha prometido que su moneda será más flexible, pero no ha dado un marco de tiempo para hacerlo.
En la víspera de una reunión de los ministros de Finanzas del G-20 en París, India y Brasil se han unido a Estados Unidos a la hora de expresar sus preocupaciones sobre el bajo valor de la moneda china.
"La presión externa nunca ha sido un factor importante a considerar y nunca hemos prestado demasiado atención a ello", dijo Zhou antes de la reunión.
"Dependemos más de nada de nuestro criterio (...) para ajustar el yuan de forma independiente", agregó. "Desde nuestro punto de vista, para la sanidad de nuestros sistema financiero necesitamos reformarlo para hacerlo más flexible", sostuvo.
Las quejas de India y de Brasil son incómodas para Beijing, que ya está acostumbrado a enfrentar las críticas de Estados Unidos sobre su tipo de cambio, pero que se ha perfilado como un aliado natural de los países emergentes.
En respuesta a la presión internacional, China siempre ha prometido que su moneda será más flexible, pero no ha dado un marco de tiempo para hacerlo.