Deportes
Williams jugó con cinco lesiones
La campeona del Abierto de Australia dijo que Justine Henin parecía que llevaba cinco años jugando sin parar
MELBOURNE, AUSTRALIA.- La bicampeona del Abierto de Australia, Serena Williams, reveló después de la final del Abierto de Australia, disputada con Justine Henin, que había jugado con al menos cinco lesiones, a la vez que dijo de la belga Justine Henin que parecía que llevaba cinco años jugando sin parar.
“Bien, ¿Por dónde empezamos?, ¿Cuánto tiempo tenemos?”, bromeó Serena a la hora de descubrir lo que ha ocultado durante todo el torneo.
“Me lesioné el muslo en Sydney y estaba destrozada por eso, no obstante, cuando me lo vendan bien me siento mucho mejor. Luego, en la tercera ronda me torcí el tobillo; y me caí luego contra Victoria Azarenka y me lesioné la muñeca”, relató.
“Y entre medias, los dedos de mis pies me empezaron a molestar. Y también en Sydney me hice algo en la pierna, desde luego, llevo los tobillos vendados por precaución”, dijo.
"Fue un duro partido, mental y físicamente. Sentí cómo las dos estábamos ahí fuera intentando probar algo, y creo que ambas lo hicimos al final”, manifestó Serena, que al mirar el trofeo, admitió que sentía una relación de “amor y odio”.
“Intento saborear el momento y es muy especial, porque he sido capaz de empatar con Billie Jean King. Esta victoria está dentro, muy dentro de mi corazón”, expresó.
De Henin, comentó que llegaría lejos inmediatamente, luego de su regreso. “Siento que he jugado contra una rival que lleva en el circuito cinco años sin parar”.
No esconde su tristeza
Por su parte, la tenista belga, ex número uno del mundo, ante la derrota, no ocultó su tristeza al mencionar que fue un amargo final para un cuento de hadas.
“Por supuesto estoy decepcionada, porque se pierde la final de un “Grand Slam” y porque tuve algunas oportunidades que no pude tomar”, expuso Henin.
“Pero este sentimiento de decepción no puede vencer a todas las cosas que he hecho en las últimas semanas, que son más de las que podía esperar. Sólo tengo que recordar eso”, agregó.
La siete veces ganadora de torneos de “Grand Slam” llegó a Melbourne como una invitada, y en su segundo campeonato tras 18 meses de retiro.
A pesar de que era calificada como una jugadora peligrosa, pocos apostaban por la belga de 27 años.
“Yo no sabía realmente qué esperar. Estaba lista para vivir, como dije, lo mejor y lo peor”, sostuvo.
“Tenía curiosidad sobre cuál era mi nivel y cómo me sentiría dentro y fuera de la cancha. Sentí que tomé la decisión correcta”.
“Bien, ¿Por dónde empezamos?, ¿Cuánto tiempo tenemos?”, bromeó Serena a la hora de descubrir lo que ha ocultado durante todo el torneo.
“Me lesioné el muslo en Sydney y estaba destrozada por eso, no obstante, cuando me lo vendan bien me siento mucho mejor. Luego, en la tercera ronda me torcí el tobillo; y me caí luego contra Victoria Azarenka y me lesioné la muñeca”, relató.
“Y entre medias, los dedos de mis pies me empezaron a molestar. Y también en Sydney me hice algo en la pierna, desde luego, llevo los tobillos vendados por precaución”, dijo.
"Fue un duro partido, mental y físicamente. Sentí cómo las dos estábamos ahí fuera intentando probar algo, y creo que ambas lo hicimos al final”, manifestó Serena, que al mirar el trofeo, admitió que sentía una relación de “amor y odio”.
“Intento saborear el momento y es muy especial, porque he sido capaz de empatar con Billie Jean King. Esta victoria está dentro, muy dentro de mi corazón”, expresó.
De Henin, comentó que llegaría lejos inmediatamente, luego de su regreso. “Siento que he jugado contra una rival que lleva en el circuito cinco años sin parar”.
No esconde su tristeza
Por su parte, la tenista belga, ex número uno del mundo, ante la derrota, no ocultó su tristeza al mencionar que fue un amargo final para un cuento de hadas.
“Por supuesto estoy decepcionada, porque se pierde la final de un “Grand Slam” y porque tuve algunas oportunidades que no pude tomar”, expuso Henin.
“Pero este sentimiento de decepción no puede vencer a todas las cosas que he hecho en las últimas semanas, que son más de las que podía esperar. Sólo tengo que recordar eso”, agregó.
La siete veces ganadora de torneos de “Grand Slam” llegó a Melbourne como una invitada, y en su segundo campeonato tras 18 meses de retiro.
A pesar de que era calificada como una jugadora peligrosa, pocos apostaban por la belga de 27 años.
“Yo no sabía realmente qué esperar. Estaba lista para vivir, como dije, lo mejor y lo peor”, sostuvo.
“Tenía curiosidad sobre cuál era mi nivel y cómo me sentiría dentro y fuera de la cancha. Sentí que tomé la decisión correcta”.