Deportes

PGA busca llenar el vacío dejado por Wood

La incertidumbre sobre su regreso y acerca de las consecuencias que tendrá su comportamiento ha dejado al golf con una necesidad urgente

FLORIDA, E.U.- La ovación repentina, a tres hoyos de donde estaba Rory McIlroy fue tan estruendosa que le hizo mirar hacia el lugar del que provenía.

Sin duda, alguien había embocado un birdie. La aclamación duró tanto que, al parecer, había miles de personas emitiéndola. McIlroy dedujo rápidamente, junto con todos los demás que estaban en el tercer green del Doral Golf Resort, que semejante reacción sólo podía ser causada por un jugador.

"Debe haber sido Ernie", dijo irónicamente con una sonrisa y un guiño.

El golfista norirlandés recuerda que ese día, Ernie Els estaba jugando con Tiger Woods. Luego vino otro rugido del público, que pareció la réplica sísmica del primero. McIlroy meneó la cabeza y siguió caminando hacia el lugar donde debía hacer su tiro de salida.

"Definitivamente, fue Ernie", dijo McIlroy, con una amplia sonrisa, sabiendo que no engañaba a nadie con su deducción.

Hay ovaciones para un birdie normal y hay otras que se reservan para Woods.
El golf es más ruidoso cuando Woods juega, ya sea en Miami o en Melbourne, en San Diego o en Shanghai.

Habrá más silencio ahora que el superastro ha decidido retirarse por tiempo "indefinido", en busca de salvar su matrimonio tras un escándalo sexual que ha puesto al golf en las primeras planas de todos los diarios del planeta, sin que se esté disputando ningún torneo importante.
Nadie sabe cuándo regresará Woods a la Gira Estadounidense de la PGA. De hecho, ni el propio Woods puede saberlo.

No es la primera vez que el golf se queda sin su atracción principal. Woods debió ausentarse durante ocho meses, después de ganar el U.S. Open del 2008, para recuperarse de una cirugía de rodilla. Se perdió los dos meses que antecedieron ese torneo por otra cirugía de rodilla, de carácter menor, y se perdió dos meses del 2006, tras la muerte de su padre.

"Nadie puede ocupar el lugar de Tiger Woods", dijo Stewart Cink. "El resto de nosotros tendremos que dar un mejor espectáculo".

La incertidumbre sobre su regreso y acerca de las consecuencias que tendrá su comportamiento ha dejado al golf con una necesidad urgente de encontrar a alguien que pueda llenar ese hueco.

"Hay muchas superestrellas globales en ascenso para reemplazarlo", dijo Gaeme McDowell, quien sustituyó a Woods en el Chevron World Challenge hace dos semanas, y finalizó segundo. "Pero nadie está listo todavía para ocupar ese lugar. Necesitamos que esté aquí durante otros cuatro o cinco años".

Incluso ese tiempo parecería insuficiente.

Temas

Sigue navegando