Deportes
Ni morbo, ni goles
El Querétaro de Cardozo y el Tigres de Ferretti quedan a deber en el partido de ida de semifinales
QUERÉTARO (02/DIC/2011).- Los Tigres rescataron anoche un empate 0-0 de la cancha del Querétaro y tomaron una ligera ventaja en su serie por las semifinales de la Liguilla del Apertura 2011.
El equipo de Ricardo Ferreti planteó un esquema defensivo en la casa de los Gallos Blancos, y ahora le basta empatar como local el próximo domingo para avanzar al partido por el título, que no conquistan desde la temporada 1981-82.
Tigres avanzaría con la igualada porque fue tercero en la clasificación general que es el criterio de desempate.
Querétaro, que juega las primeras semifinales de su historia, requiere ganar por cualquier marcador para avanzar a la final.
Los Gallos Blancos tomaron la manija del partido desde el arranque, pero no fueron capaces de generar peligro y los Tigres realizaron su primer disparo al arco a los 23 minutos, cuando el chileno Héctor Mancilla sacó un tiro que fue desviado por el portero Liborio Sánchez.
Querétaro cerró el primer tiempo con dos oportunidades de gol, una del uruguayo Carlos Bueno y otra de Adolfo Bautista, pero no las pudieron definir.
Segundo tiempo
En el segundo tiempo, Marcos Jiménez realizó un tiro desde fuera del área a los 51 minutos, que pasó muy cerca de la portería de Enrique Palos.
Jorge Torres Nilo tuvo otro tiro peligroso por los Tigres a los 66’, pero Sánchez, quien fue el héroe de Querétaro en los cuartos de final ante Chivas, detuvo el disparo.
Sobre los últimos minutos del encuentro, fieles al estilo “Tuca”, los visitantes se replegaron por completo y no le dejaron espacios a los Gallos Blancos, que tuvieron una última oportunidad a los minuto 90 con un disparo de Sergio Ponce.
Ni hola
Era como un espejo. José Cardozo en un rincón del área y Ricardo Ferretti en el otro. No se volteron a ver, permanecieron estoicos y cumplieron con la consigna que el pique exige: no se saludaron, ni siquiera el intento por hacerlo. En eso son iguales ambos técnicos.
La promesa se convirtió en realidad. Ninguno de los dos olvida la polémica que empezó en 2004 y que revivió como pimienta para la serie de semifinal entre Querétaro y Tigres. La presunta amenaza de muerte del paraguayo al brasileño cuando estaban en Toluca, y los respectivos dimes y diretes entre la semana, provocaron una suerte de indiferencia que bien puede significar el rencor añejo. Ambos dijeron que sus equipos hablarían ayer en el partido, pero no lo hicieron, quizás lo dejaron para el próximo domingo en el Estadio Universitario.
El equipo de Ricardo Ferreti planteó un esquema defensivo en la casa de los Gallos Blancos, y ahora le basta empatar como local el próximo domingo para avanzar al partido por el título, que no conquistan desde la temporada 1981-82.
Tigres avanzaría con la igualada porque fue tercero en la clasificación general que es el criterio de desempate.
Querétaro, que juega las primeras semifinales de su historia, requiere ganar por cualquier marcador para avanzar a la final.
Los Gallos Blancos tomaron la manija del partido desde el arranque, pero no fueron capaces de generar peligro y los Tigres realizaron su primer disparo al arco a los 23 minutos, cuando el chileno Héctor Mancilla sacó un tiro que fue desviado por el portero Liborio Sánchez.
Querétaro cerró el primer tiempo con dos oportunidades de gol, una del uruguayo Carlos Bueno y otra de Adolfo Bautista, pero no las pudieron definir.
Segundo tiempo
En el segundo tiempo, Marcos Jiménez realizó un tiro desde fuera del área a los 51 minutos, que pasó muy cerca de la portería de Enrique Palos.
Jorge Torres Nilo tuvo otro tiro peligroso por los Tigres a los 66’, pero Sánchez, quien fue el héroe de Querétaro en los cuartos de final ante Chivas, detuvo el disparo.
Sobre los últimos minutos del encuentro, fieles al estilo “Tuca”, los visitantes se replegaron por completo y no le dejaron espacios a los Gallos Blancos, que tuvieron una última oportunidad a los minuto 90 con un disparo de Sergio Ponce.
Ni hola
Era como un espejo. José Cardozo en un rincón del área y Ricardo Ferretti en el otro. No se volteron a ver, permanecieron estoicos y cumplieron con la consigna que el pique exige: no se saludaron, ni siquiera el intento por hacerlo. En eso son iguales ambos técnicos.
La promesa se convirtió en realidad. Ninguno de los dos olvida la polémica que empezó en 2004 y que revivió como pimienta para la serie de semifinal entre Querétaro y Tigres. La presunta amenaza de muerte del paraguayo al brasileño cuando estaban en Toluca, y los respectivos dimes y diretes entre la semana, provocaron una suerte de indiferencia que bien puede significar el rencor añejo. Ambos dijeron que sus equipos hablarían ayer en el partido, pero no lo hicieron, quizás lo dejaron para el próximo domingo en el Estadio Universitario.