Deportes
LeBron controla a Cleveland
James llega con el Heat y vencen a los Cavs 118-90
CLEVELAND, OHIO, (03/DIC/2010).- Se adaptó a los abucheos; sonrió ante los cánticos burlones; digirió toda la negatividad que pudo tener Cleveland. LeBron James no se desconcertó con nada. Trajo su talento de vuelta a casa y recordó a todos, incluso a quienes lo repudian.
De regreso como villano a su estado natal y a la ciudad a la que desdeñó a mediados de año, James anotó 38 puntos, 24 en una actuación virtuosa en el tercer período, para guiar al Heat de Miami a un triunfo el jueves, convirtiendo el hostil recibimiento de vuelta a casa en otro momento vergonzoso para los Cavaliers. El Heat venció 118 - 90 a Cavaliers.
Al medio tiempo, James era quien se estaba divirtiendo. Para el cuarto período, miraba desde la banca mientras los aficionados de los Cavs salían al frío para un desilusionado regreso a sus viviendas.
Esta no fue la venganza que le esperaron asestar durante cinco meses.
James simplemente no lo permitiría.
''Conozco esta cancha. He realizado muchos tiros en esta cancha'', comentó el súper astro.
Al igual que lo hizo tantas veces durante siete temporadas para los Cavaliers, el dos veces consecutivas Jugador Más Valioso de la liga hizo todo lo que quiso en la cancha.
En el tercer cuarto acertó 10 de 12 tiros, encestó desde todos los ángulos y se mofó de la banca de Cleveland después de acertar desde la línea base un tiro que parecía imposible.
Con guardias de seguridad formando una barricada humana para proteger la entrada, James ingresó desde el túnel realizando saltos hacia la cancha en medio una atmósfera electrizante en la Quicken Loans Arena, mientras más de 20 mil aficionados, los mismos que alguna vez lo adoraron, le volcaron su furia.
Fue perturbador, pero afortunadamente no violento. Sólo por si acaso, Moondog, la mascota de los Cavs, portó un chaleco antibalas.
Siendo abucheado en cada ocasión que tocó el balón, James anotó 14 puntos en la primera mitad mientras el Heat armaba una ventaja de 59, y amenazó con convertir el juego sumamente esperado en una explosión ofensiva.
Miami superó a Cleveland por 36 en el tercer período para ampliar la ventaja a 95, lo que motivó que el entrenador en jefe del Heat Erik Spoelstra sacara de la cancha a su súper astro. James pasó los últimos 12 minutos como espectador, mirando el tablero de anotaciones y, en las tribunas, muchos rostros familiares.
De regreso como villano a su estado natal y a la ciudad a la que desdeñó a mediados de año, James anotó 38 puntos, 24 en una actuación virtuosa en el tercer período, para guiar al Heat de Miami a un triunfo el jueves, convirtiendo el hostil recibimiento de vuelta a casa en otro momento vergonzoso para los Cavaliers. El Heat venció 118 - 90 a Cavaliers.
Al medio tiempo, James era quien se estaba divirtiendo. Para el cuarto período, miraba desde la banca mientras los aficionados de los Cavs salían al frío para un desilusionado regreso a sus viviendas.
Esta no fue la venganza que le esperaron asestar durante cinco meses.
James simplemente no lo permitiría.
''Conozco esta cancha. He realizado muchos tiros en esta cancha'', comentó el súper astro.
Al igual que lo hizo tantas veces durante siete temporadas para los Cavaliers, el dos veces consecutivas Jugador Más Valioso de la liga hizo todo lo que quiso en la cancha.
En el tercer cuarto acertó 10 de 12 tiros, encestó desde todos los ángulos y se mofó de la banca de Cleveland después de acertar desde la línea base un tiro que parecía imposible.
Con guardias de seguridad formando una barricada humana para proteger la entrada, James ingresó desde el túnel realizando saltos hacia la cancha en medio una atmósfera electrizante en la Quicken Loans Arena, mientras más de 20 mil aficionados, los mismos que alguna vez lo adoraron, le volcaron su furia.
Fue perturbador, pero afortunadamente no violento. Sólo por si acaso, Moondog, la mascota de los Cavs, portó un chaleco antibalas.
Siendo abucheado en cada ocasión que tocó el balón, James anotó 14 puntos en la primera mitad mientras el Heat armaba una ventaja de 59, y amenazó con convertir el juego sumamente esperado en una explosión ofensiva.
Miami superó a Cleveland por 36 en el tercer período para ampliar la ventaja a 95, lo que motivó que el entrenador en jefe del Heat Erik Spoelstra sacara de la cancha a su súper astro. James pasó los últimos 12 minutos como espectador, mirando el tablero de anotaciones y, en las tribunas, muchos rostros familiares.