Deportes
Lamentan decorados panamericanos
Escultores critican que autoridades municipales hayan colocado piezas alusivas a la justa deportiva, en lugar de atender el proyecto artístico que presentaron hace un año, y más barato
GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2011).- La comunidad escultórica tapatía, a través de las voces de Dolores Ortiz Minique, Agustín Alfaro y David Agredano, externan su molestia ante la colocación de lo que el Ayuntamiento de Guadalajara ha designado como mobiliario urbano, sobre el camellón de la avenida Lázaro Cárdenas con motivo de los Juegos Panamericanos.
Su queja va más allá del hecho de que fue hasta últimas fechas cuando el Ayuntamiento corrigió el apelativo de esculturas para nombrarlas como mobiliario urbano, si bien este concepto refiere en todos los diccionarios al equipamiento para uso de los ciudadanos (bancas, marquesinas, basureros, buzones, bolardos, parabuses, cabinas telefónicas, entre otros, mas no objetos decorativos). “Las especificaciones con las que están hechas no cumplen con las de una escultura, son bastidores recubiertos con un una figura recortada en la parte superior”, explica en entrevista Agustín Alfaro, a lo que Dolores Ortiz añade: “No hay volumen en éstas y no cumplen siquiera con los factores de seguridad para permanecer íntegras al paso del tiempo”.
La mayor queja de los escultores es el hecho de que hace un año ellos presentaron al Ayuntamiento de Guadalajara un proyecto para realizar un corredor escultórico “como el que se hizo en las Olimpiadas del 68 para que hubiera un registro histórico de los Juegos Panamericanos”. Al paso del tiempo y lejos de que “no hubo una licitación entre los profesionales de la escultura” lo que apareció sobre la avenida Lázaro Cárdenas es “una escenografía”, califica David Agredano.
Con documentos en mano, los escultores apuntan que el presupuesto para las ocho piezas instaladas es de cinco millones 104 mil pesos, lo cual da un total de 638 mil pesos por cada una. “Si Guadalajara tuviera ese presupuesto y lo hubiera concursado entre profesionales, habríamos hecho piezas de cuatro hasta cinco metros en bronce con diseño escultórico, habríamos hecho herencia para la ciudad”, sostiene Alfaro.
Arte en el Metropolitano
A su vez, Ortiz Minique advierte: “No son esculturas, pero las están cobrando como tal, nosotros conocemos de materiales, hemos trabajado dentro y fuera del país, tenemos esculturas monumentales en otras partes y cuando los gobiernos nos lo han pedido, hemos regalado el trabajo. De hecho estamos haciendo piezas para el Gobierno del Estado en el Parque Metropolitano, por las que estamos recibiendo solamente 20 mil pesos para el material”.
Este último proyecto –en el que participan Estanislao Contreras, Javier Malo, Ulises Sánchez, Clara Alcántara, Rubén Orozco y los entrevistados-, se logró en coordinación con la Secretaría de Cultura de Jalisco y había sido originalmente planteado para instalarse en la parte inferior del Puente Atirantado. “Pero no sé qué pasó, nos dijeron que no se podrían poner ahí y se mandaron al Metropolitano”.
Así las cosas, al enterarse de las piezas que se colocarían en el camellón de Lázaro Cárdenas, el grupo de escultores tocó la puerta al Ayuntamiento de Guadalajara hace unas semanas para ser atendidos por el Director de Administración, Francisco Ayón. “Él insistió en dos argumentos –explica Alfaro-, que el presupuesto llegó demasiado tarde y por eso se le dio el paquete completo del proyecto a una constructora y que él y la regidora de cultura, Irma Cano, no habían tenido nada que ver en el asunto”.
Entonces, a la pregunta de quién tomó esa serie de decisiones, Dolores Ortiz responde: “Es lo que queremos saber porque esto es patrimonio cultural que debe ser manejado por Secretaría de Cultura, estatal o municipal. Pero si Patrimonio Cultural no sabe lo que se está haciendo, ¿entonces quién?”. Agredano por su parte, señala: “Ellos (los munícipes) hablan de transparencia, eso es lo que estamos pidiendo, transparencia sobre la no licitación de estas piezas y sus costos porque son diseños publicitarios no otra cosa”.
Nadie sabe, nadie supo
Entrevistado al respecto, Francisco Ayón, director de Administración del Ayuntamiento tapatío que por designación del presidente municipal, Jorge Aristóteles Sandoval, fungió como su suplente en la Comisión de Adjudicación de Obra Pública, explica: “Esta obra de la avenida Lázaro Cárdenas se adjudica por esta Comisión, y Obras Públicas determina que exista mobiliario urbano en el camellón que, es donde los artistas locales están viendo la problemática”.
Al preguntarle si el cambio de palabras, de escultura por mobiliario, fue hecho a partir de la queja de los artistas plásticos, Ayón sostiene que “la gente de Obras Públicas siempre nos hizo saber que era mobiliario urbano, porque el término de escultura yo lo entiendo como el trabajo de una persona en específico, como la creación de un arte”.
En tanto que respecto al costo de las piezas instaladas por 600 mil pesos cada una, señala que “quien puede tener una visión global es Obras Públicas (ya que) en lo que nosotros estamos trabajando es hacia dónde vamos y hacia dónde queremos ir con estas cuestiones de patrimonio cultural, ya que los reglamentos son muy ambiguos y por eso se están revisando”.
Luego de la visita que le hicieran los escultores y ante lo que él mismo califica como una “desavenencia entre puntos de vista divergentes”, Ayón apunta a que debe haber “un punto de acuerdo en el cabildo, porque el cabildo es, simple y sencillamente, personas que los ciudadanos mismos elegimos para que nos representaran”.
Ana Guerrerosantos
Proyecto con buena acogida
Socializan esculturas para el Parque Morelos
Por fin tienen un destino: las ocho esculturas ganadoras de la convocatoria del Jardín Escultórico Bicentenario se instalarán en el Parque Morelos, como parte del proyecto de renovación integral de este espacio ubicado en el Centro Histórico de Guadalajara.
Ante algunos vecinos a los que citaron para presentarles el proyecto, la secretaria de Cultura tapatía, Myriam Vachez, explicó ayer que cada escultura ocupará únicamente tres metros cuadrados y “no impactará realmente en el espacio. Son esculturas contemporáneas que, además de ser bonitas, pueden utilizarse, son para interactuar con ellas. En la ganadora, por ejemplo, los niños pueden meterse y jugar en ella”.
Los vecinos que acudieron a la cita del Ayuntamiento de Guadalajara aceptaron gustosos el proyecto.
Los artistas seleccionados son: Saúl Hernández, Balo Pulido, Mario Adrián Reynoso, Javier Malo, Alfredo López Casanova, Marco Antonio Hernández Santoyo, Ulises Sánchez Morfín y Víctor Mora. En total, la convocatoria recibió 42 trabajos.
La instalación de las esculturas será de lo primero que se realizará como parte de este proyecto. Para el proyecto se destinó un millón de pesos por parte de la Secretaría de Cultura de Guadalajara, cifra a la que se sumaron 300 mil pesos de la Comisión Conmemorativa del Bicentenario de Jalisco.
''Si para la comunidad escultórica tuvieran ese presupuesto, se harían diseños originales en bronce con los mismos metros'', Agustín Alfaro, escultor.
Su queja va más allá del hecho de que fue hasta últimas fechas cuando el Ayuntamiento corrigió el apelativo de esculturas para nombrarlas como mobiliario urbano, si bien este concepto refiere en todos los diccionarios al equipamiento para uso de los ciudadanos (bancas, marquesinas, basureros, buzones, bolardos, parabuses, cabinas telefónicas, entre otros, mas no objetos decorativos). “Las especificaciones con las que están hechas no cumplen con las de una escultura, son bastidores recubiertos con un una figura recortada en la parte superior”, explica en entrevista Agustín Alfaro, a lo que Dolores Ortiz añade: “No hay volumen en éstas y no cumplen siquiera con los factores de seguridad para permanecer íntegras al paso del tiempo”.
La mayor queja de los escultores es el hecho de que hace un año ellos presentaron al Ayuntamiento de Guadalajara un proyecto para realizar un corredor escultórico “como el que se hizo en las Olimpiadas del 68 para que hubiera un registro histórico de los Juegos Panamericanos”. Al paso del tiempo y lejos de que “no hubo una licitación entre los profesionales de la escultura” lo que apareció sobre la avenida Lázaro Cárdenas es “una escenografía”, califica David Agredano.
Con documentos en mano, los escultores apuntan que el presupuesto para las ocho piezas instaladas es de cinco millones 104 mil pesos, lo cual da un total de 638 mil pesos por cada una. “Si Guadalajara tuviera ese presupuesto y lo hubiera concursado entre profesionales, habríamos hecho piezas de cuatro hasta cinco metros en bronce con diseño escultórico, habríamos hecho herencia para la ciudad”, sostiene Alfaro.
Arte en el Metropolitano
A su vez, Ortiz Minique advierte: “No son esculturas, pero las están cobrando como tal, nosotros conocemos de materiales, hemos trabajado dentro y fuera del país, tenemos esculturas monumentales en otras partes y cuando los gobiernos nos lo han pedido, hemos regalado el trabajo. De hecho estamos haciendo piezas para el Gobierno del Estado en el Parque Metropolitano, por las que estamos recibiendo solamente 20 mil pesos para el material”.
Este último proyecto –en el que participan Estanislao Contreras, Javier Malo, Ulises Sánchez, Clara Alcántara, Rubén Orozco y los entrevistados-, se logró en coordinación con la Secretaría de Cultura de Jalisco y había sido originalmente planteado para instalarse en la parte inferior del Puente Atirantado. “Pero no sé qué pasó, nos dijeron que no se podrían poner ahí y se mandaron al Metropolitano”.
Así las cosas, al enterarse de las piezas que se colocarían en el camellón de Lázaro Cárdenas, el grupo de escultores tocó la puerta al Ayuntamiento de Guadalajara hace unas semanas para ser atendidos por el Director de Administración, Francisco Ayón. “Él insistió en dos argumentos –explica Alfaro-, que el presupuesto llegó demasiado tarde y por eso se le dio el paquete completo del proyecto a una constructora y que él y la regidora de cultura, Irma Cano, no habían tenido nada que ver en el asunto”.
Entonces, a la pregunta de quién tomó esa serie de decisiones, Dolores Ortiz responde: “Es lo que queremos saber porque esto es patrimonio cultural que debe ser manejado por Secretaría de Cultura, estatal o municipal. Pero si Patrimonio Cultural no sabe lo que se está haciendo, ¿entonces quién?”. Agredano por su parte, señala: “Ellos (los munícipes) hablan de transparencia, eso es lo que estamos pidiendo, transparencia sobre la no licitación de estas piezas y sus costos porque son diseños publicitarios no otra cosa”.
Nadie sabe, nadie supo
Entrevistado al respecto, Francisco Ayón, director de Administración del Ayuntamiento tapatío que por designación del presidente municipal, Jorge Aristóteles Sandoval, fungió como su suplente en la Comisión de Adjudicación de Obra Pública, explica: “Esta obra de la avenida Lázaro Cárdenas se adjudica por esta Comisión, y Obras Públicas determina que exista mobiliario urbano en el camellón que, es donde los artistas locales están viendo la problemática”.
Al preguntarle si el cambio de palabras, de escultura por mobiliario, fue hecho a partir de la queja de los artistas plásticos, Ayón sostiene que “la gente de Obras Públicas siempre nos hizo saber que era mobiliario urbano, porque el término de escultura yo lo entiendo como el trabajo de una persona en específico, como la creación de un arte”.
En tanto que respecto al costo de las piezas instaladas por 600 mil pesos cada una, señala que “quien puede tener una visión global es Obras Públicas (ya que) en lo que nosotros estamos trabajando es hacia dónde vamos y hacia dónde queremos ir con estas cuestiones de patrimonio cultural, ya que los reglamentos son muy ambiguos y por eso se están revisando”.
Luego de la visita que le hicieran los escultores y ante lo que él mismo califica como una “desavenencia entre puntos de vista divergentes”, Ayón apunta a que debe haber “un punto de acuerdo en el cabildo, porque el cabildo es, simple y sencillamente, personas que los ciudadanos mismos elegimos para que nos representaran”.
Ana Guerrerosantos
Proyecto con buena acogida
Socializan esculturas para el Parque Morelos
Por fin tienen un destino: las ocho esculturas ganadoras de la convocatoria del Jardín Escultórico Bicentenario se instalarán en el Parque Morelos, como parte del proyecto de renovación integral de este espacio ubicado en el Centro Histórico de Guadalajara.
Ante algunos vecinos a los que citaron para presentarles el proyecto, la secretaria de Cultura tapatía, Myriam Vachez, explicó ayer que cada escultura ocupará únicamente tres metros cuadrados y “no impactará realmente en el espacio. Son esculturas contemporáneas que, además de ser bonitas, pueden utilizarse, son para interactuar con ellas. En la ganadora, por ejemplo, los niños pueden meterse y jugar en ella”.
Los vecinos que acudieron a la cita del Ayuntamiento de Guadalajara aceptaron gustosos el proyecto.
Los artistas seleccionados son: Saúl Hernández, Balo Pulido, Mario Adrián Reynoso, Javier Malo, Alfredo López Casanova, Marco Antonio Hernández Santoyo, Ulises Sánchez Morfín y Víctor Mora. En total, la convocatoria recibió 42 trabajos.
La instalación de las esculturas será de lo primero que se realizará como parte de este proyecto. Para el proyecto se destinó un millón de pesos por parte de la Secretaría de Cultura de Guadalajara, cifra a la que se sumaron 300 mil pesos de la Comisión Conmemorativa del Bicentenario de Jalisco.
''Si para la comunidad escultórica tuvieran ese presupuesto, se harían diseños originales en bronce con los mismos metros'', Agustín Alfaro, escultor.