Deportes
La afición le queda mal al Tri
No hubo gran afluencia de mexicanos para ir a apoyar al equipo de ''Chepo'' de la Torre
CIUDAD DE MÉXICO (12/SEP/2012).- Velada escarlata en Santa Úrsula, al menos fuera del campo. No es el rojo de la bandera que en su centro presume la sagrada imagen del águila devorando a una serpiente. Es el tono de la fe costarricense que acude al Estadio Azteca.
La multitud no acude a la cita, no como se esperaba. Al monstruo de 100 mil cabezas le faltan muchas, por lo que su rugido no intimida como en otras ocasiones… Hasta llega a ser superado por los casi cinco mil centroamericanos que no dejan de gritar en la cabecera sur del inmueble.
Sui géneris estampa para un encuentro de eliminatoria mundialista. El Tricolor, de José Manuel de la Torre, camina firme rumbo a Brasil 2014, demasiado para un pueblo acostumbrado a los retos. Ganar de forma sencilla no está en su ADN.
Queda comprobado con la regular entrada, apenas superior a las 50 mil personas. Hasta los futbolistas del “Chepo” se sorprenden cuando salen a calentar. La noche se torna más gélida con los enormes huecos en el gigante de concreto.
Doloroso para ellos y los revendedores, a quienes se les queda casi toda la mercancía. Esta vez no suben demasiado los precios. Las entradas menos caras, con valor de 170 pesos en taquillas, son ofrecidas en 250. Logran comercializar unas cuantas. La mayoría de los aficionados que acuden al inmueble se percatan de que no habrá tumultos y evitan el mercado negro.
Faltan pocos días para el 15 de septiembre, pero sólo unos cuantos gritos acompañaron a los seleccionados en su camino al lienzo verde.
La multitud no acude a la cita, no como se esperaba. Al monstruo de 100 mil cabezas le faltan muchas, por lo que su rugido no intimida como en otras ocasiones… Hasta llega a ser superado por los casi cinco mil centroamericanos que no dejan de gritar en la cabecera sur del inmueble.
Sui géneris estampa para un encuentro de eliminatoria mundialista. El Tricolor, de José Manuel de la Torre, camina firme rumbo a Brasil 2014, demasiado para un pueblo acostumbrado a los retos. Ganar de forma sencilla no está en su ADN.
Queda comprobado con la regular entrada, apenas superior a las 50 mil personas. Hasta los futbolistas del “Chepo” se sorprenden cuando salen a calentar. La noche se torna más gélida con los enormes huecos en el gigante de concreto.
Doloroso para ellos y los revendedores, a quienes se les queda casi toda la mercancía. Esta vez no suben demasiado los precios. Las entradas menos caras, con valor de 170 pesos en taquillas, son ofrecidas en 250. Logran comercializar unas cuantas. La mayoría de los aficionados que acuden al inmueble se percatan de que no habrá tumultos y evitan el mercado negro.
Faltan pocos días para el 15 de septiembre, pero sólo unos cuantos gritos acompañaron a los seleccionados en su camino al lienzo verde.