Deportes
El Himno, otra vez
Iván García y Germán Sánchez coronaron con un oro el trabajo conjunto de años
GUADALAJARA, JALISCO (29/OCT/2011).- La dupla tapatía se prepara para tirar su primer clavado. Se miran en la plataforma buscando la perfecta sincronización. Iván cuenta: uno, dos, tres. Y se lanzan. Para cuando salen del agua, escuchan el estallido de júbilo de los asistentes, que presagia una noche inolvidable.
Es decir, otra. Es la tercera noche de los clavados en Juegos Panamericanos y, con Iván García y Germán Sánchez, de nuevo dorada: seis de seis pruebas han sido para México.
El viernes de los clavadistas tapatíos comienza con un desempeño incierto, superados durante tres rondas por los cubanos Ernesto Aguirre y Antonio Guerra. Pero en su cuarta ejecución demuestran su sincronía en la piscina y con su salto de mayor dificultad, de dos y media vueltas al frente con tres giros en escuadra (5156-B), se ganan el respeto de los jueces, la ovación de los aficionados y la cima de la competencia. Y no los dejan ir.
La silbatina y los gritos retumban por el escenario; después, silencio absoluto, para que se concentren en su siguiente ejecución, la última de seis rondas. Saben que necesitan un tiro perfecto para asegurar la posición de honor, se miran y saltan… 102.12: la nota más alta de su carrera.
Gritos. ¡Sí se pudo! En la cima del podio, al frente de miles de gargantas, dos tapatíos cantan. En el Centro Acuático del Parque Metropolitano se escucha el Himno Nacional mexicano.
Otra vez.
Laura, casi perfecta
En la segunda prueba de la noche, el trampolín de tres metros para mujeres, las mexicanas eran Paola Espinosa y Laura Sánchez en su debut. La primera advirtió varias veces antes de Panamericanos que ésta no era su prueba —y compensó lo de curarse en salud con los oros del miércoles y jueves—, pero la segunda tenía más posibilidades.
Sólo que el día arrancó difícil y Laura estaba como segunda. Cassidy X. Krug, de Estados Unidos, parecía consolidar la primera posición, pero Laura tenía dos secretos: su penúltimo salto, dos y media vueltas en posición B —80.60 puntos, una alta calificación—, y al último uno especialmente difícil: dos y media vueltas con un giro, ejecutado casi al a perfección. El primero la colocó como líder; el segundo obró el milagro y consiguió 374.6 puntos: a 1.95 puntos de Krug, plata, y a 18.4 de Paola, que se agenció el bronce, confesó, de manera inesperada y con poca preparación.
FRASE
''Estoy feliz por el resultado y terminar de esta manera una temporada tan larga y pesada; esto me motiva para los 10 meses que hacen falta para los Juegos Olímpicos ''
Laura Sánchez, clavadista.
Es decir, otra. Es la tercera noche de los clavados en Juegos Panamericanos y, con Iván García y Germán Sánchez, de nuevo dorada: seis de seis pruebas han sido para México.
El viernes de los clavadistas tapatíos comienza con un desempeño incierto, superados durante tres rondas por los cubanos Ernesto Aguirre y Antonio Guerra. Pero en su cuarta ejecución demuestran su sincronía en la piscina y con su salto de mayor dificultad, de dos y media vueltas al frente con tres giros en escuadra (5156-B), se ganan el respeto de los jueces, la ovación de los aficionados y la cima de la competencia. Y no los dejan ir.
La silbatina y los gritos retumban por el escenario; después, silencio absoluto, para que se concentren en su siguiente ejecución, la última de seis rondas. Saben que necesitan un tiro perfecto para asegurar la posición de honor, se miran y saltan… 102.12: la nota más alta de su carrera.
Gritos. ¡Sí se pudo! En la cima del podio, al frente de miles de gargantas, dos tapatíos cantan. En el Centro Acuático del Parque Metropolitano se escucha el Himno Nacional mexicano.
Otra vez.
Laura, casi perfecta
En la segunda prueba de la noche, el trampolín de tres metros para mujeres, las mexicanas eran Paola Espinosa y Laura Sánchez en su debut. La primera advirtió varias veces antes de Panamericanos que ésta no era su prueba —y compensó lo de curarse en salud con los oros del miércoles y jueves—, pero la segunda tenía más posibilidades.
Sólo que el día arrancó difícil y Laura estaba como segunda. Cassidy X. Krug, de Estados Unidos, parecía consolidar la primera posición, pero Laura tenía dos secretos: su penúltimo salto, dos y media vueltas en posición B —80.60 puntos, una alta calificación—, y al último uno especialmente difícil: dos y media vueltas con un giro, ejecutado casi al a perfección. El primero la colocó como líder; el segundo obró el milagro y consiguió 374.6 puntos: a 1.95 puntos de Krug, plata, y a 18.4 de Paola, que se agenció el bronce, confesó, de manera inesperada y con poca preparación.
FRASE
''Estoy feliz por el resultado y terminar de esta manera una temporada tan larga y pesada; esto me motiva para los 10 meses que hacen falta para los Juegos Olímpicos ''
Laura Sánchez, clavadista.