Deportes
* Roles
A propósito por Jaime García Elías
En la Selección Mexicana están perfectamente determinadas las categorías: hay tres protagonistas... y un montón de actores de reparto.
Sería sensacional si esos roles correspondieran a jerarquías futbolísticas ganadas en la cancha; si los protagonistas lo fueran por ser jugadores sobresalientes, merecedores de la etiqueta de “cracks”, predestinados a marcar diferencias --como ahora se dice-- a favor de México en las batallas del Mundial.
Lamentablemente, no es así...
*
Los jugadores mexicanos de más renombre, a nivel local, no son, en bloque, los “europeos”. El que volaba más alto, entre ellos, ha venido sensiblemente a menos: Rafael Márquez, de quien se dijo que reeditaba, por los títulos conseguidos con el Barcelona, las hazañas de Hugo Sánchez en sus años gloriosos con el Real Madrid, ha perdido continuidad, ha perdido la titularidad y, en consecuencia, ha perdido protagonismo. De los restantes, Osorio, Salcido y “Maza” Rodríguez tienen con qué aspirar --los dos primeros, sobre todo-- a ser titulares. Empero, todos ellos son (dicho sea con todo respeto) obreros calificados de las canchas. Punto.
De los “europeos”, en esas condiciones, hay uno solo que está en la selecta “lista especial”: Andrés Guardado, por el desempeño sobresaliente que ha tenido en el Deportivo La Coruña... y porque ha ratificado sus condiciones en sus apariciones con la Selección. De ahí que se justificara el temor de que hubiera sido grave la lesión que le causó Manuel Iturra, con su brutal barrida por detrás en el “amistoso” --con “amigos” así, ¿quién necesita enemigos?-- del domingo en el Azteca.
*
Los dos restantes del “grupo especial” son el gran veterano Cuauhtémoc Blanco, con todo y la sospecha de que llega a la Selección cuando de aquel chorro de futbol que llegó a tener, sólo le queda un chisguete --suficiente, sin embargo, para estar por encima de los demás elegibles--, y el novato sensación de la última temporada: el “Chícharo” Hernández, a quien ya presentan como “jugador del Manchester United” y no como “ex jugador del Guadalajara”, y de quien queda la duda de si estará a la altura de las desmesuradas expectativas que se han confeccionado a su alrededor.
Una expectativa, en efecto, que sólo el tiempo (y muy poco tiempo, por cierto: un mes será suficiente, porque para entonces ya el “Tri” habrá jugado su segundo partido del Mundial, contra Francia) se encargará de despejar.
Sería sensacional si esos roles correspondieran a jerarquías futbolísticas ganadas en la cancha; si los protagonistas lo fueran por ser jugadores sobresalientes, merecedores de la etiqueta de “cracks”, predestinados a marcar diferencias --como ahora se dice-- a favor de México en las batallas del Mundial.
Lamentablemente, no es así...
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Los jugadores mexicanos de más renombre, a nivel local, no son, en bloque, los “europeos”. El que volaba más alto, entre ellos, ha venido sensiblemente a menos: Rafael Márquez, de quien se dijo que reeditaba, por los títulos conseguidos con el Barcelona, las hazañas de Hugo Sánchez en sus años gloriosos con el Real Madrid, ha perdido continuidad, ha perdido la titularidad y, en consecuencia, ha perdido protagonismo. De los restantes, Osorio, Salcido y “Maza” Rodríguez tienen con qué aspirar --los dos primeros, sobre todo-- a ser titulares. Empero, todos ellos son (dicho sea con todo respeto) obreros calificados de las canchas. Punto.
De los “europeos”, en esas condiciones, hay uno solo que está en la selecta “lista especial”: Andrés Guardado, por el desempeño sobresaliente que ha tenido en el Deportivo La Coruña... y porque ha ratificado sus condiciones en sus apariciones con la Selección. De ahí que se justificara el temor de que hubiera sido grave la lesión que le causó Manuel Iturra, con su brutal barrida por detrás en el “amistoso” --con “amigos” así, ¿quién necesita enemigos?-- del domingo en el Azteca.
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Los dos restantes del “grupo especial” son el gran veterano Cuauhtémoc Blanco, con todo y la sospecha de que llega a la Selección cuando de aquel chorro de futbol que llegó a tener, sólo le queda un chisguete --suficiente, sin embargo, para estar por encima de los demás elegibles--, y el novato sensación de la última temporada: el “Chícharo” Hernández, a quien ya presentan como “jugador del Manchester United” y no como “ex jugador del Guadalajara”, y de quien queda la duda de si estará a la altura de las desmesuradas expectativas que se han confeccionado a su alrededor.
Una expectativa, en efecto, que sólo el tiempo (y muy poco tiempo, por cierto: un mes será suficiente, porque para entonces ya el “Tri” habrá jugado su segundo partido del Mundial, contra Francia) se encargará de despejar.