Deportes

* Por el milagro

A propósito por Jaime García Elías

Verdad de Perogrullo: José Luis Real sabe de futbol. Lo demostró en sus años  de jugador sobrio, disciplinado y criterioso. Lo ha ratificado en los de mentor eficaz, a cargo de equipos de fuerzas básicas, y de técnico serio y competente, con el cuadro grande de las “Chivas”.

Así, cuando Real, de cara al partido de esta noche ante el Internacional de Porto Alegre --la batalla decisiva en la guerra por la edición 2010 de la Copa Libertadores-- declara que “nuestro objetivo es (...) desarrollar nuestra idea (...), a veces atacando más cuando el rival nos lo permite, a veces defendiendo más porque el rival nos obliga...”, a uno le parece estar oyendo al inolvidable Héctor Rial (antiguo jugador del Real Madrid y timonel del Guadalajara --por poco tiempo-- cuando José Luis aún era futbolista) cuando sentenciaba que en el futbol “hay que atacar con todo lo posible... y defender con todo lo necesario”.

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La película del partido de ida, hace una semana, en el Estadio de las “Chivas”, encajó a la perfección en ese script: el Guadalajara casi no atacó (la única vez que lo hizo en el primer tiempo, un “ollazo” vil de Fabián fue convertido en gol por el “Bofo” Bautista) porque éste no se lo permitió... y tuvo que aplicarse primordialmente a defender --haciendo de la cacareada “filosofía chiva” un papalote-- porque el adversario lo obligó.

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El papel resiste todo. De ahí que puede decirse que nada tienen, bien vistas, de sensacionales las declaraciones de los jugadores del Guadalajara, en vísperas del partido de esta noche en el Estadio Beira Río...

Sería anormal si claudicaran. Lo suyo es acogerse a los versos del poeta Almafuerte, que Enrique Álvarez Vega --otro técnico argentino que dejó huella de bonhomía a su paso por Guadalajara-- tenía como una suerte de divisa: “No te des por vencido ni aun vencido...”.

En todo caso, parece pertinente advertir que si aún hay un abismo entre el futbol mexicano y el brasileño, y si Guadalajara e Internacional son genuinos representantes del medio al que se deben, a la teórica superioridad del Ínter se agregan, hoy, las ventajas derivadas de las circunstancias: su cancha, su ambiente, la motivación que representa enriquecer su historial con un título que parece estar al alcance de la mano... mientras los rayados saldrán a la cancha a expensas de un milagro.

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