Deportes
* Mitos
A propósito por Jaime García Elías
El Atlas de las últimas temporadas ha sido víctima de dos de los mitos predilectos de los futbólatras mexicanos. Uno, que México es, por tradición, tierra de grandes guardametas. Dos, que el Atlas es --o “era”...-- cantera inagotable de arqueros sobresalientes.
*
Ahora mismo, supuestamente para demostrar la barbaridad de que el equipo del que surgieron, entre otros, Oswaldo Sánchez, Erubey Cabuto, Chuy Corona y dos o tres porteros más que hicieron carrera en diversos equipos nacionales (por cierto: de esta supuesta “tierra de grandes porteros”, ninguno --¡oh, paradoja!-- ha salido a jugar en el extranjero), circulan los videos de algunos de los goles que se tragó en un solo partido el argentino Mariano Damián Barbosa y que le costaron, primero, perder la titularidad con el River Plate..., y, posteriormente, ser colocado, a disposición del primer marchante, en el escaparate de los negociables.
El argumento es tan endeble como los videos o las revistas que llevan bajo el brazo a todos lados, como catálogos de tarjetas de Navidad, los “representantes” de futbolistas. En todo caso, se supone que los dirigentes del Atlas --incluido, por supuesto, el técnico Ricardo La Volpe-- tienen contactos confiables en Argentina, para disponer de los elementos de juicio que les den una razonable garantía de que los promotores sudamericanos (tan serios en sus tratos...) no les van a vender gato por liebre.
*
Por lo demás, al margen de que quizá sea cierto que el Atlas cometió un grave error al prescindir, hace tiempo --en beneficio, supuestamente, del Cruz Azul--, de Raúl Morales, quien creó justa fama de ser un excelente descubridor y entrenador de porteros, hay que decir que ni toda la luna es queso, ni todos los arqueros que debutaron como rojinegros fueron tan buenos como gratuitamente aseveran quienes sostienen ese mito.
La maldita realidad es que la materia prima que le ha llegado en los últimos años ha sido mediocre; que el Atlas, por eso, ha tenido que sostener a guardametas (Toño Pérez, por ejemplo) que alternaban las de cal con las de arena, o se ha visto en la necesidad de traer porteros de otros equipos (Mario Rodríguez, verbigracia)... o ha llegado al extremo de volver los ojos al extranjero para cubrir esa plaza, en la que supuestamente era autosuficiente, con jugadores importados (como Bava... y ahora Barbosa), que no dejan de ser albures.
*
Ahora mismo, supuestamente para demostrar la barbaridad de que el equipo del que surgieron, entre otros, Oswaldo Sánchez, Erubey Cabuto, Chuy Corona y dos o tres porteros más que hicieron carrera en diversos equipos nacionales (por cierto: de esta supuesta “tierra de grandes porteros”, ninguno --¡oh, paradoja!-- ha salido a jugar en el extranjero), circulan los videos de algunos de los goles que se tragó en un solo partido el argentino Mariano Damián Barbosa y que le costaron, primero, perder la titularidad con el River Plate..., y, posteriormente, ser colocado, a disposición del primer marchante, en el escaparate de los negociables.
El argumento es tan endeble como los videos o las revistas que llevan bajo el brazo a todos lados, como catálogos de tarjetas de Navidad, los “representantes” de futbolistas. En todo caso, se supone que los dirigentes del Atlas --incluido, por supuesto, el técnico Ricardo La Volpe-- tienen contactos confiables en Argentina, para disponer de los elementos de juicio que les den una razonable garantía de que los promotores sudamericanos (tan serios en sus tratos...) no les van a vender gato por liebre.
*
Por lo demás, al margen de que quizá sea cierto que el Atlas cometió un grave error al prescindir, hace tiempo --en beneficio, supuestamente, del Cruz Azul--, de Raúl Morales, quien creó justa fama de ser un excelente descubridor y entrenador de porteros, hay que decir que ni toda la luna es queso, ni todos los arqueros que debutaron como rojinegros fueron tan buenos como gratuitamente aseveran quienes sostienen ese mito.
La maldita realidad es que la materia prima que le ha llegado en los últimos años ha sido mediocre; que el Atlas, por eso, ha tenido que sostener a guardametas (Toño Pérez, por ejemplo) que alternaban las de cal con las de arena, o se ha visto en la necesidad de traer porteros de otros equipos (Mario Rodríguez, verbigracia)... o ha llegado al extremo de volver los ojos al extranjero para cubrir esa plaza, en la que supuestamente era autosuficiente, con jugadores importados (como Bava... y ahora Barbosa), que no dejan de ser albures.