Deportes

* Incógnitas

A propósito, por Jaime García Elías

Después de la derrota (3-0) del sábado ante los “Tigres”, alguien que le conoce la historia decía del Atlas: “Es como los zapatos chinos...”. Y después de una pausa de inteligencia, agregaba: “Sólo dura una semana...”.

*

Miguel Ángel Brindisi --el técnico--, por su parte, también sacó sus conclusiones una vez que los recientes descalabros (el del sábado en Monterrey y el de la semana anterior ante Cruz Azul en el Jalisco) dieron indicios de que es más verdadero el rostro que su equipo mostró en esas lamentables actuaciones, que el del triunfo (5-0) de la primera jornada ante unos Jaguares de papel de china.

“Hay que corregir”, dice el timonel atlista... Y sí: nadie en su juicio se atrevería a contradecirlo...

En todo caso, de momento, un par de cuestiones inquietan al observador común y, por supuesto, a los devotos de la causa. La primera, que para corregir, normalmente, se requiere cambiar la alineación... y por ahora no se vislumbra de cuáles cartas Brindisi pudiera echar mano para cambiarle, para bien, la cara al equipo. La segunda, que en sinodal en turno, el próximo sábado, es el San Luis. Nada menos.

*

Sorpresivamente, si se quiere, porque Guadalajara y América, tradicionalmente “El Muchacho” y “El Villano” de la película, y el campeón defensor, Santos Laguna, han tenido un arranque decepcionante del Torneo de Apertura, el San Luis, a base de resultados, ha acaparado reflectores y ha vuelto a tomar el rol de “El Patito Feo” del cuento.

Los argumentos futbolísticos que esgrimió el Atlas en el partido previo ante el Libertad de Asunción y el debut ante Chiapas para alertar a los observadores e ilusionar a sus simpatizantes, fue la eficiencia de su fórmula ofensiva. La lesión de Vargas y la suspensión de Bottinelli dejó todas las posibilidades en los pies de Bogado, porque Romero --pese a su golazo de chilena al Cruz Azul-- y Mendívil siguen sin mostrar la estatura futbolística necesaria para ser titulares --o “banqueros” verdaderamente útiles, en último caso-- en un equipo de Primera División.

*

Todo eso, más la posibilidad de que Colotto --que no acaba de alcanzar con los rojinegros el peso específico que llegó a tener con los “Tecos” en sus primeras campañas en México-- emigre a España, diluye, hasta convertir en incógnitas, las dulces promesas que significaron las primeras actuaciones del Atlas.

Temas

Sigue navegando