Deportes
* Diarrea
A propósito por Jaime García Elías
“Ya encarrerado el ratón...”, Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, accedió a fungir, a un mes de la inauguración del Mundial, como “columnista invitado” de un diario capitalino (“El Universal”).
El texto de su artículo aparece en las mismas páginas que dan cuenta de los indecibles sufrimientos del “Tri” para aprobar, de panzazo, el examen del lunes ante Senegal, en Chicago; del enésimo naufragio del “Bofo” Bautista como “creativo” de la Selección; de las fallas del “Venado” Medina --pese al gol de la mínima victoria-- frente al arco... y de la sospecha de que la camiseta verde aún le queda demasiado grande al “Chicharito” Hernández (de quien aún no puede decirse, en rigor, que sea “jugador del Manchester United”, porque aún no debuta como tal).
*
Compeán, con un “rollo” deshilachado, pletórico de lugares comunes, pretendidamente motivacional, con dosis de hojarasca verbal inversamente proporcionales a la sustancia, se atreve al salto mortal sin red protectora abajo: “Los uniformes están ya listos para ser portados (sic), para trascender (!), para ganarse el lugar que merece (¿quién, don Justino, si no es indiscreción...?) en la historia”... “El grito de gol (no dice exactamente cuál gol...) se convierte en el estandarte (si es grito, ¿no sería más propio llamarlo himno que estandarte...?) de una población de millones de apasionados” (¡sopas...!)... “Tenemos los jugadores, el talento, la mentalidad, la fuerza y los deseos que se necesitan para volar lo más alto posible”... Este párrafo es digno de Carlos Cuauhtémoc Sánchez: “Trascender, hacer historia, jugar con compromiso, trabajo, seriedad, disciplina, cumplir objetivos, avanzar, disputar, disfrutar, competir, vivir la Copa del Mundo”... Este otro compite con las inmarcesibles odas de una tal Martita a los talentos (aún inéditos, por cierto) de un tal “Vizente”: “He visto a los muchachos entrenar, los conozco, tengo plena confianza en Javier y lo sé, están aptos para defender esta playera, estos colores, para regalar sonrisas y esperanzas a toda la afición mexicana”... Y este otro lo convierte, por derecho propio, en candidato al Premio Pulitzer (“el Nobel del periodismo”, lo llaman)... o al Campeonato Mundial del Humorismo Involuntario (en la hipótesis de que pase el examen antidoping, por supuesto): “Hay compromiso, trabajo y vamos a llegar lejos... por eso confiamos y hablamos del quinto partido en adelante”. (¡Ufff..., ufff... y recontraufff!).
*
(En efecto: “Diarrea de palabras... y estreñimiento de ideas”).
El texto de su artículo aparece en las mismas páginas que dan cuenta de los indecibles sufrimientos del “Tri” para aprobar, de panzazo, el examen del lunes ante Senegal, en Chicago; del enésimo naufragio del “Bofo” Bautista como “creativo” de la Selección; de las fallas del “Venado” Medina --pese al gol de la mínima victoria-- frente al arco... y de la sospecha de que la camiseta verde aún le queda demasiado grande al “Chicharito” Hernández (de quien aún no puede decirse, en rigor, que sea “jugador del Manchester United”, porque aún no debuta como tal).
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Compeán, con un “rollo” deshilachado, pletórico de lugares comunes, pretendidamente motivacional, con dosis de hojarasca verbal inversamente proporcionales a la sustancia, se atreve al salto mortal sin red protectora abajo: “Los uniformes están ya listos para ser portados (sic), para trascender (!), para ganarse el lugar que merece (¿quién, don Justino, si no es indiscreción...?) en la historia”... “El grito de gol (no dice exactamente cuál gol...) se convierte en el estandarte (si es grito, ¿no sería más propio llamarlo himno que estandarte...?) de una población de millones de apasionados” (¡sopas...!)... “Tenemos los jugadores, el talento, la mentalidad, la fuerza y los deseos que se necesitan para volar lo más alto posible”... Este párrafo es digno de Carlos Cuauhtémoc Sánchez: “Trascender, hacer historia, jugar con compromiso, trabajo, seriedad, disciplina, cumplir objetivos, avanzar, disputar, disfrutar, competir, vivir la Copa del Mundo”... Este otro compite con las inmarcesibles odas de una tal Martita a los talentos (aún inéditos, por cierto) de un tal “Vizente”: “He visto a los muchachos entrenar, los conozco, tengo plena confianza en Javier y lo sé, están aptos para defender esta playera, estos colores, para regalar sonrisas y esperanzas a toda la afición mexicana”... Y este otro lo convierte, por derecho propio, en candidato al Premio Pulitzer (“el Nobel del periodismo”, lo llaman)... o al Campeonato Mundial del Humorismo Involuntario (en la hipótesis de que pase el examen antidoping, por supuesto): “Hay compromiso, trabajo y vamos a llegar lejos... por eso confiamos y hablamos del quinto partido en adelante”. (¡Ufff..., ufff... y recontraufff!).
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(En efecto: “Diarrea de palabras... y estreñimiento de ideas”).