Deportes
* Ausencias
A propósito por Jaime García Elías
Especular acerca de lo que hubiera sucedido “si el ‘Chicharito’ Hernández no se hubiera ido a la Selección”, es tan válido --y, al mismo tiempo, tan ocioso-- como especular sobre la consabida hipótesis de “Si mi tía tuviera ruedas...”.
Para pasar el rato, esas disquisiciones bizantinas --tan sustanciosas como chuparse el dedo con las manos recién lavadas-- están bastante bien...
Sin embargo, una cosa es aventurar que con los que fueron titulares durante la mayor parte de la etapa clasificatoria, hasta que Javier Aguirre se llevó a los seleccionados para el Mundial de Sudáfrica, el Guadalajara hubiera podido hacer goles con los cuales aspirar a ganar algunos de los puntos que se perdieron ante Morelia, Indios y Atlas, y otra cosa son los hechos.
Como decía --sabiamente-- el inefable Perogrullo: “Las cosas son como son: no como pudieran ser ni como debieran haber sido”.
*
A reserva de que los hechos, el próximo sábado, en la prueba ante el Cruz Azul, den la razón a los dirigentes del “Rebaño Sagrado” --y en particular a Rafael Lebrija y José Luis Real, entre quienes anda la paternidad de la hipótesis (variante de la ya clásica de las novelas policiacas: “El mayordomo es el culpable”) de que la desgracia se ha cebado con las “Chivas” por culpa de la presencia de la prensa en los entrenamientos--, los hechos, hasta ahora al menos, han aportado bastantes indicios de que en la banca del equipo que en las primeras ocho jornadas de la etapa regular funcionaba como una maquinita de conseguir resultados (siempre vencía... aunque no siempre convenciera), no había reemplazos de la talla de los titulares.
*
Además, los “fugados” --como se les llama en la jerga del ciclismo-- entre los goleadores, ya fueron cazados: el “Chicharito” se quedó en diez dianas; Miguel Zepeda, irreconocible con el Atlas de las primeras jornadas al mostrar una faceta de goleador que no mostró ni siquiera en sus años de esplendor, por esas peculiaridades de la institución ya ni siquiera forma parte del plantel rojinegro...
Y, sobre todo, ya sucedió lo de costumbre: que mientras los extranjeros (Hércules Gómez, Johan Fano, Jackson Martínez, Héctor Mancilla, Álvaro González, Damián Manzo, etc.) aprietan, los mexicanos, con pretextos o sin ellos, aflojan el paso.
¡Y luego nos quejamos de que el futbol mexicano sea tierra de conquista para los atacantes extranjeros...!
Para pasar el rato, esas disquisiciones bizantinas --tan sustanciosas como chuparse el dedo con las manos recién lavadas-- están bastante bien...
Sin embargo, una cosa es aventurar que con los que fueron titulares durante la mayor parte de la etapa clasificatoria, hasta que Javier Aguirre se llevó a los seleccionados para el Mundial de Sudáfrica, el Guadalajara hubiera podido hacer goles con los cuales aspirar a ganar algunos de los puntos que se perdieron ante Morelia, Indios y Atlas, y otra cosa son los hechos.
Como decía --sabiamente-- el inefable Perogrullo: “Las cosas son como son: no como pudieran ser ni como debieran haber sido”.
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A reserva de que los hechos, el próximo sábado, en la prueba ante el Cruz Azul, den la razón a los dirigentes del “Rebaño Sagrado” --y en particular a Rafael Lebrija y José Luis Real, entre quienes anda la paternidad de la hipótesis (variante de la ya clásica de las novelas policiacas: “El mayordomo es el culpable”) de que la desgracia se ha cebado con las “Chivas” por culpa de la presencia de la prensa en los entrenamientos--, los hechos, hasta ahora al menos, han aportado bastantes indicios de que en la banca del equipo que en las primeras ocho jornadas de la etapa regular funcionaba como una maquinita de conseguir resultados (siempre vencía... aunque no siempre convenciera), no había reemplazos de la talla de los titulares.
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Además, los “fugados” --como se les llama en la jerga del ciclismo-- entre los goleadores, ya fueron cazados: el “Chicharito” se quedó en diez dianas; Miguel Zepeda, irreconocible con el Atlas de las primeras jornadas al mostrar una faceta de goleador que no mostró ni siquiera en sus años de esplendor, por esas peculiaridades de la institución ya ni siquiera forma parte del plantel rojinegro...
Y, sobre todo, ya sucedió lo de costumbre: que mientras los extranjeros (Hércules Gómez, Johan Fano, Jackson Martínez, Héctor Mancilla, Álvaro González, Damián Manzo, etc.) aprietan, los mexicanos, con pretextos o sin ellos, aflojan el paso.
¡Y luego nos quejamos de que el futbol mexicano sea tierra de conquista para los atacantes extranjeros...!