Cultura
Retratan sincretismo en los coras de Nayarit
La obra fotográfica documenta las celebraciones realizadas por este grupo étnico
GUADALAJARA, JALISCO (03/FEB/2012).- El choque de dos identidades, aprender a convivir con lo que es diferente a nosotros, eso es la otredad. Y los grupos étnicos son la muestra de cómo las creencias entre sometidos y conquistadores cohabitan en una civilización. Para dar muestra de este ejemplo de otredad se exponen imágenes bajo el título de "Los coras del Nayar. Imágenes de una herencia ancestral", en el Centro Cultural Casa Vallarta desde ayer.
A través de 65 fotografías, que documentan las celebraciones realizadas por los coras en Nayarit, se podrá apreciar el sincretismo dado a raíz de la conquista en los pueblos indígenas. Los dogmas católicos y las festividades prehispánicas se entremezclan para dar vida a ceremonias como la de Semana Santa, donde los habitantes de Santa Teresa del Nayar representan la Pasión de Cristo al mismo tiempo que recrean el Mitote guerrero, uno de los ritos prehispánicos.
Esta obra fotográfica surge a raíz de un estudio de más de cuatro años, de 2006 a 2010, elaborado por el arqueólogo Raúl Barrera, donde se pudo evidenciar la transformación de las creencias prehispánicas en lo que fue el Oriente de Mesoamérica, sin que se perdiera la cosmovisión indígena.
El estudio dio inicio con el descubrimiento de 12 tumbas de tiro durante un proyecto de salvamiento arqueológico, realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), bajo la coordinación de Barrera, en las riveras del río Grande de Santiago. En estos sepulcros se recuperaron ofrendas de acompañamiento, comprendidas por figuras de arcilla que representan ancianos, mujeres embarazadas, animales y guerreros.
Los atuendos y las armas de las estatuillas de barro, que datan de hace más de dos mil 200 años, corresponden a las caracterizaciones actuales de los grupos étnicos de la Sierra Madre Occidental, efectuadas durante la celebración de la Judea Cora que se empata con Semana Santa.
A través de las fotografías se muestra como yuxtaponen en una misma deidad la imagen de las figuras católicas, como lo son la virgen María, San José, San Miguel Arcángel y el apóstol Santiago, y los ídolos prehispánicos. Durante la representación de la crucifixión de Cristo, por ejemplo, también se alaba al Padre Sol, rindiendo ofrendas por la fertilidad de la tierra.
Acompañada de otras ocho fotografías de Michel Zabé, la exposición narra, a través de imágenes, el proceso de celebración de ésa y otras festividades, además de ser una muestra de la vida cotidiana, la indumentaria típica, el área geográfica que abarca esta comunidad, así como de la continuidad cultural que existe hasta nuestros días y que a pesar de la evangelización se mantiene viva en los nativos americanos.
A través de 65 fotografías, que documentan las celebraciones realizadas por los coras en Nayarit, se podrá apreciar el sincretismo dado a raíz de la conquista en los pueblos indígenas. Los dogmas católicos y las festividades prehispánicas se entremezclan para dar vida a ceremonias como la de Semana Santa, donde los habitantes de Santa Teresa del Nayar representan la Pasión de Cristo al mismo tiempo que recrean el Mitote guerrero, uno de los ritos prehispánicos.
Esta obra fotográfica surge a raíz de un estudio de más de cuatro años, de 2006 a 2010, elaborado por el arqueólogo Raúl Barrera, donde se pudo evidenciar la transformación de las creencias prehispánicas en lo que fue el Oriente de Mesoamérica, sin que se perdiera la cosmovisión indígena.
El estudio dio inicio con el descubrimiento de 12 tumbas de tiro durante un proyecto de salvamiento arqueológico, realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), bajo la coordinación de Barrera, en las riveras del río Grande de Santiago. En estos sepulcros se recuperaron ofrendas de acompañamiento, comprendidas por figuras de arcilla que representan ancianos, mujeres embarazadas, animales y guerreros.
Los atuendos y las armas de las estatuillas de barro, que datan de hace más de dos mil 200 años, corresponden a las caracterizaciones actuales de los grupos étnicos de la Sierra Madre Occidental, efectuadas durante la celebración de la Judea Cora que se empata con Semana Santa.
A través de las fotografías se muestra como yuxtaponen en una misma deidad la imagen de las figuras católicas, como lo son la virgen María, San José, San Miguel Arcángel y el apóstol Santiago, y los ídolos prehispánicos. Durante la representación de la crucifixión de Cristo, por ejemplo, también se alaba al Padre Sol, rindiendo ofrendas por la fertilidad de la tierra.
Acompañada de otras ocho fotografías de Michel Zabé, la exposición narra, a través de imágenes, el proceso de celebración de ésa y otras festividades, además de ser una muestra de la vida cotidiana, la indumentaria típica, el área geográfica que abarca esta comunidad, así como de la continuidad cultural que existe hasta nuestros días y que a pesar de la evangelización se mantiene viva en los nativos americanos.