Cultura
Museos que van y vienen
Antonio Riggen hace un recuento de la forma en que se han integrado los espacios museográficos
GUADALAJARA, JALISCO (16/MAY/2015).- En lo que fue más “una charla” con los asistentes al Instituto Cultural Cabañas la noche del jueves pasado, el arquitecto, académico e investigador Antonio Riggen se refirió a la historia de la idea de “museo” contemporánea, sus transformaciones a partir del pasado siglo y un presente en nuestro país que se liga a la figura del insigne arquitecto mexicano que diseño el Museo Nacional de Antropología e Historia.
La conferencia, enmarcada en la exposición “Pedro Ramírez Vázquez, inédito y funcional”, se realizó también como parte de los festejos que por el Día Internacional de los Museos organiza la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC) y en ella se destacaron que los aspectos básicos que marcan el surgimiento de los museos “tal como los conocemos” no son solamente “la curiosidad” y el afán “por coleccionar objetos”, que parece ser parte de la naturaleza humana, sino —además— al nacimiento de “un mercado” para estos objetos de atracción, lo que ha hecho a los museos “irse adaptando” y evolucionar “de acuerdo a las circunstancias”.
De acuerdo con Riggen, existe un lapso de 30 mil años desde las primeras manifestaciones de lo que concebimos como “arte” hasta que “estas piezas se vuelven intercambiables” y se tornan en “reliquias” que atrajeron a visitantes que “dejaban dinero” en los espacios donde se resguardaban; de este modo, los primeros “museos” como tales surgen en el siglo XVII, por lo que son “un invento bastante moderno” que se estandariza cuando, tras la ilustración, las colecciones reales —que en un principio se donaban— “pasan a control del Estado” y nacen así “los muesos nacionales” (uno de cuyos primeros ejemplos es el famoso Louvre, en Francia).
A mediados del siglo XVIII es cuando, detalla el arquitecto, “empiezan a surgir los primeros tratados teóricos sobre museografía” para, de alguna manera, reflexionar en torno a cómo guardar, conservar y exhibir los elementos de las colecciones que integran un museo; asimismo, es la misma época en que nace “el mercado del arte”, con la inauguración de Sotheby’s y Chistie’s como primeras casas de intercambio y venta de piezas.
Riggen también se refirió al “caso México”, una nación que suele considerarse “país de museos”, donde no sólo se asiste a ellos en excursiones y viajes “para educarse” sino que, asimismo, son espacios que se convierten “en puntos de referencia” para una ciudad; así, nacen en el siglo XVII y hoy día “los hay de todo tipo” y en buena cantidad porque, si en 1910 existían 38 de ellos en todo el país, en los últimos años “se inaugura uno al mes”, lo que hace que hoy día contemos con más de mil 200 museos, 60% de los cuales son administrados por instituciones públicas y 64.3 se destinen, temáticamente, a la arqueología y la historia.
La conferencia, enmarcada en la exposición “Pedro Ramírez Vázquez, inédito y funcional”, se realizó también como parte de los festejos que por el Día Internacional de los Museos organiza la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC) y en ella se destacaron que los aspectos básicos que marcan el surgimiento de los museos “tal como los conocemos” no son solamente “la curiosidad” y el afán “por coleccionar objetos”, que parece ser parte de la naturaleza humana, sino —además— al nacimiento de “un mercado” para estos objetos de atracción, lo que ha hecho a los museos “irse adaptando” y evolucionar “de acuerdo a las circunstancias”.
De acuerdo con Riggen, existe un lapso de 30 mil años desde las primeras manifestaciones de lo que concebimos como “arte” hasta que “estas piezas se vuelven intercambiables” y se tornan en “reliquias” que atrajeron a visitantes que “dejaban dinero” en los espacios donde se resguardaban; de este modo, los primeros “museos” como tales surgen en el siglo XVII, por lo que son “un invento bastante moderno” que se estandariza cuando, tras la ilustración, las colecciones reales —que en un principio se donaban— “pasan a control del Estado” y nacen así “los muesos nacionales” (uno de cuyos primeros ejemplos es el famoso Louvre, en Francia).
A mediados del siglo XVIII es cuando, detalla el arquitecto, “empiezan a surgir los primeros tratados teóricos sobre museografía” para, de alguna manera, reflexionar en torno a cómo guardar, conservar y exhibir los elementos de las colecciones que integran un museo; asimismo, es la misma época en que nace “el mercado del arte”, con la inauguración de Sotheby’s y Chistie’s como primeras casas de intercambio y venta de piezas.
Riggen también se refirió al “caso México”, una nación que suele considerarse “país de museos”, donde no sólo se asiste a ellos en excursiones y viajes “para educarse” sino que, asimismo, son espacios que se convierten “en puntos de referencia” para una ciudad; así, nacen en el siglo XVII y hoy día “los hay de todo tipo” y en buena cantidad porque, si en 1910 existían 38 de ellos en todo el país, en los últimos años “se inaugura uno al mes”, lo que hace que hoy día contemos con más de mil 200 museos, 60% de los cuales son administrados por instituciones públicas y 64.3 se destinen, temáticamente, a la arqueología y la historia.