Cultura

La Bella durmiente, en pequeños pas de deux

El Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo se presenta mañana en el Teatro Diana

La Bella durmiente, en pequeños pas de deux
GUADALAJARA,JALISCO (20/FEB/2013).- Cuando la infancia entera se baila en puntas, el talento está asegurado. Al menos eso es lo que sucede en el Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo, Rusia, que el próximo 21 de febrero visitará por primera ocasión Guadalajara para que sus integrantes hagan gozar a los espectadores con su exactitud y elegancia en el escenario .

El Teatro Diana será testigo de las habilidades dancísticas que 25 jóvenes bailarines poseen a través de una de las obras más clásicas y familiares del arte escénico: La bella durmiente, pieza creada por el escritor Charles Perrault, ambientada con la música de Tchaikovski y coreografía del legendario Marius Petipa.

Emilia Kovac, representante del Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo, destaca que la presencia de esta compañía dancística en la ciudad  forma parte de una amplia gira que se realiza en las ciudades más importantes de México, entre las que destacan plazas como Monterrey, Distrito Federal, Veracruz, Querétaro, Oaxaca, Torreón, entre otras.

De esta forma, el grupo de bailarines de entre los  11 y 18 años de edad y liderado por los solistas Ogata Mai y Zabotin Ilya, exhibe la madurez artística que la mayoría de infantes comienza a desarrollar desde sus primeros cinco años de vida, cuando ingresan a la formación profesional de ballet, situación que posiciona a la compañía rusa como una de las mejores en el panorama internacional, gracias a los altos niveles  que se logra acentuar en los movimientos de los niños.

Emilia Kovac destaca que, aunque los menores bailarines de la compañía rusa aún no alcanzan el título profesional en este oficio, la calidad que se observa en el escenario es del mismo nivel que de una presentación ejecutada por un elenco adulto, puesto que la temática y el mensaje que se desea transmitir al público es exactamente el mismo.

No obstante, la representante artística detalla que para que un infante logre incorporarse al cuerpo de bailarines dirigidos por las reconocidas ex bailarinas y fundadoras de la compañía sura, Anatoli Nikiforov e Irina Aleksandrovna Safonova, el infante debe destacar características indispensables que progresivamente le permitan una maduración emocional y físico encaminada a la construcción de una trayectoria prometedora y exitosa.

Entre los principales requisitos de la dirección del Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo, además de presentar un cuerpo esbelto, el menor debe mostrar vitalidad y fuerza para bailar, además de presumir un talento nacido de su más pura vocación e inspiración profesional, pues de este modo, la compañía evita que los niños sean obligados a ejercer un oficio que no les satisface.

Al respecto, Emilia Kovac aclara que los niños pertenecientes al Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo no reciben algún salario por su trabajo, pues dichas participaciones forman parte de las actividades escolares que, la también escuela de ballet, oferta a sus bailares en formación, situación que reduce las intenciones de lucrar con el talento de los menores, pues las ganancias obtenidas en cada presentación, asegura, se destinan a solventar costos de viajes, hospedaje y manutención de las herramientas de aprendizaje.

Madurez, sin caprichos ni berrinches

Kovac destaca que uno de los principales reconocimientos que se les hace a los niños bailarines, además de reconocer el talento que poseen en algunas ocasiones desde la cuna, es la independencia emocional que logran aplicar al ausentarse del seno familia durante las giras.

Ante ello, el cuerpo de producción y enseñanza del Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo, aplica sistemas de seguridad para proteger el bienestar de sus integrantes más pequeños, por ejemplo, cada infante tiene la compañía de un bailarín mayor que cuida de él, con la responsabilidad de jamás dejarlos solos bajo ninguna circunstancia.

“Es un régimen muy estricto por parte de los directores, los niños no pueden estar solos, siempre deben estar en grupo. Aquí no hay nada de berrinches, son muy disciplinados, independientes y divertidos, (El manejo) no es nada difícil, por el contrario, cada niño es muy puntual en sus ensayos”, explica la representante.

El Ballet de Niños de San Petersburgo ha sido galardonado con importantes reconocimientos internacionales, desde su fundación en 1992 por Anatoli Nikiforov e Irina Aleksandrovna Safonova, entre los que destacan el otorgado en el Festival homónimo de Teatros para niños en 1998 y 2001, mientras que en abril de 2000, obtuvo dos medallas de oro y una de plata en el Concurso Internacional de Ballet para infantes. Para 2004 y 2005, la producción de La Bella Durmiente fue nombrada como “La Mejor Producción del Año”.

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El Ballet Estatal de Niños de San Petersburgo presenta “La Bella Durmiente. Jueves 21 de febrero a las 20:30 horas en el Teatro Diana.  Evento familiar . Boletos desde los 200 a 450 pesos.

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